El Festival de Cine Latinoamericano 2020 de La Mostra de CineBaiX tendría que haberse  celebrado hace un mes, desde el 26 de marzo al 6 de abril, pero ha pasado a realizarse online del 22 de abril al 3 de mayo, dada la situación actual por el confinamiento por covi-19.

La programación de las 14 películas están disponibles en la sala virtual de CineBaix con el nombre bajo el nombre de SALA 7.CINEBAIX.VIRTUAL, adaptándose en la red para poder llevar a cabo en este 2020 el certamen.

SALA 7.CINEBAIX.VIRTUAL. Es la primera plataforma virtual independiente y autogestionada por una asociación sin ánimo de lucro: la Associació CineBaix, que tiene sede en Baix Llobregat (Barcelona). Es un proyecto comarcal, realizado por voluntariado y con autogrestión, creando un proyecto para apoyar el cine y la cultura con títulos que nos enfrenten a la sociedad actual, buscando los derechos humanos, la libertad personal y social.

14 películas de las cuales 4 son estrenos estatales, estatales (Un traductor de Rodrigo y Sebastián Barriuso, Yo imposible de Patricia Ortega, Canción sin nombre de Melina León y La mala noche de Gabriela Calvache.

Las películas serán gratis para socios de CineBaix y para el resto del público cada sesión costará 2,05 euros. Para verlas, sólo se tendrá que acceder directamente a cada película a través de la web de La Mostra de CineBaix. La mayoría se podrán ver durante 11 días.

Varias de los títulos que están La mostra de CineBaix fueron estrenados en la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, como es Monos, de Alejandro Lanes, y Araña de Andrés Wood. Ambas películas están dentro del tema político social, Monos llevándonos a la parte de la guerrilla de Colombia y como suceden los acontecimientos tras un secuestro y la convivencia entre todos, y Araña que nos traslada a los años 70 en Argentina, y como la ultra derecha quiere derrocar al gobierno de Allende. Una película que comienza 40 después y que con los falshback nos va llevando de la actualidad al pasado, y así poder ver los fantasmas que cada uno de los protagonistas tiene de lo que aconteció años atrás. Monos tiene un planteamiento más revolucionario en el sentido de la estética mientras que Araña es más convencional en imagen.

La maternidad está muy presente en el festival, De nuevo otra vez, de Romina Paula, el debut de la escritora, dramaturga y actriz Romina Paula mezclando documental y ficción donde explora la maternidad y sus dudas al mismo tiempo que vuelve a sus orígenes. Una voz en off y unas imágenes de archivo que potencian la historia. Al igual que aparece en Cuidar entre terres de Núria Gebellí y Estel·la Marcos, todas esas madres que tienen que salir de su país, para tener una vida mejor, pero no para ellas si no para sus hijos. Un documental donde España es señalada como uno de los países que más inmigración tipo de éste tipo, y donde se reclama las garantías sociales que deberían tener. Al final de la película hay un extracto especial debido a todo lo que están sufriendo estas mujeres ahora mismo debido a no poder trabajar, pero tampoco tener excesivos derechos por el mismo. Canción sin nombre, de Melina León, también abarca la maternidad y las perdidas, además con un formato que nos remontará al cine de blanco y negro y pantalla reducida por momentos, para ambientar mejor la situación que se nos narra.

Voces de Vereda es un estupendo trabajo visual donde la fotografía engarza con la temática a tratar con sobriedad, con elegancia y la imagen es cual estampa del recuerdo. Iris Aviñoa Ordónez y Santi Trullenque han buscado declaraciones e imágenes de la vida de seis veredas en Meta, durante el proceso de implementación de los acuerdos de paz con las FARC. En todo el metraje se muestra la incertidumbre de si el campo da o no para vivir, aunque la vuelta atrás sería difícil.

También estarán disponibles La mala noche de Gabriela Calvache,  Punta de lanza de Marc Gavaldà y El despertar de las hormigas, de Antonella Sudasassi.

La medicina está expuesta en dos de las películas elegidas, en Insumisas de Laura Cazado y Fernando Pérez, una historia de superación para poder ejercer la medicina durante el siglo XIX por parte de una mujer cruzando las barreras sociales, una cinta que hay que dejar reposar para poder obtener todo lo que se puede extraer de ella.  Un traductor de Rodrigo Barriuso y Sebastián Barriuso han llevado a la gran pantalla la historia de su familia, de su padre, un profesor de literatura rusa que tuvo que realizar funciones de traductor en Cuba durante los tratamientos que allí se dieron a afectados de Chernobil, es una cinta que va creciendo a medida que se van conociendo un poco a los personajes, a priori parece una exposición familiar, pero al final también se impone todo lo que les rodea a nivel político social.

Yo imposible de Patricia Ortega es un excelente trabajo donde la elección de la persona a vivir como desea es lo que se destaca en ese personaje de Ariel. La manipulación de la sociedad en cuanto a la sexualidad y su elección está completamente plasmada en una cinta que por momentos parece documental, cuando la cámara graba a personas haciendo declaraciones al respecto de su condición sexual y cómo ha llegado a vivir cada situación en distintas etapas de su vida.

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