Jordi Nacenta -voz, guitarra, compositor y productor- es uno de los componentes de Alma de Boquerón, grupo que desde 2014 alegra sus conciertos con su música alegre, variada y con mucho que contar en sus letras. Cuatro discos a sus espaldas y ahora sin quinto malo, llega Sonrían, por favor, y Jordi nos habla de la banda y del disco:
¿Cómo nace alma de Boquerón?
Pues de forma totalmente imprevista. A principios de 2014 un amigo estaba montando un estudio de grabación y sabía que yo tenía un montón de canciones escritas “guardadas” porque no acababan de encajar en los proyectos musicales en que estaba entonces (de carácter mucho mas rockero), así que me propuso grabarlas para también así usarlas y promocionar el nuevo estudio. A mí me pareció maravilloso y pensé incorporar a esa grabación a alguno de mis amigos músicos… así que le enseñé las canciones a Carlos Mendoza y Wilbert Álvarez (miembros de Luz Verde, entre otros proyectos), les encantaron e inmediatamente empezamos a ensayar. Para la sección rítmica se incorporaron David Antonin al cajón y Paula O’Rourke al bajo, y así se grabó a finales de ese mismo año “Guitarrazos de sobremesa” sin mayor pretensión que hacer esa grabación, pero a las pocas semanas salió una propuesta de concierto en El Café Rock’n Roll, lo pasamos en grande, la gente también… y ya no pudimos parar.
Seguro que el nombre tiene una historia, se puede conocer
Cuando la gente oía las primeras demos, nos decían que sonaba muy rumbero y eso nos sorprendió porque ni era intencionado ni ninguno había tocado nunca nada ni parecido, todos veníamos del rock, blues, funk, heavy… pero nada cercano a la rumba, y alguien dijo que era como si hubiéramos encontrado un alma que habíamos tenido escondida todos esos años. Y puestos a bautizar un alma, el boquerón suena a mar, a tapa, a taberna, a vermuteo, a amistad, a risas… y todo eso creemos que va mucho con nosotros y nuestra música.
Seis años ya de trabajo ¿Qué balance hacéis de este tiempo?
El balance no puede ser más positivo por nuestra parte. Más allá de los 5 discos y los cerca de 300 conciertos que hemos dado en este tiempo, hemos forjado una segunda familia que va más allá del escenario y de los músicos, y estamos muy agradecidos por ello. Tenemos una maravillosa comunidad de seguidores fieles que nos siguen y apoyan hasta el punto de que 3 de esos 5 discos, por ejemplo, se han podido grabar gracias a 3 exitosos Verkamis!! Estos 6 años son gracias a ellos y estamos muy felices camino andado juntos hasta aquí.
¿Durante todo este tiempo la formación ha sido la misma, o habéis cambiado de componentes?
Más que cambiar, se han añadido boquerones. De la formación original Paula apenas llegó a disfrutar de los directos, ya que vivía a caballo entre Barcelona y USA y al poco de grabar el primer disco en uno de esos viajes ya no volvió, pero los otros cuatro seguimos en la banda. Durante 2015 empezó a colaborar Miki Ortilles a la batería en conciertos grandes, en 2016 entró Jorge Satorres al bajo y en 2018 Juanillo Álvarez a las congas, siendo esta formación de 7 la que ha dado los grandes conciertos de los últimos dos años. La gran novedad de este nuevo disco es que David le ha cedido el cajón a Juanillo para coger él la guitarra eléctrica, pero seguimos siendo los mismos 7 boquerones.
¿Lanzarse al ruedo de la música es un deporte de riesgo hoy en día?
Sin complementarlo con otro trabajo para llegar a fin de mes es prácticamente un suicidio, especialmente si como en nuestro caso tienes ya una edad y obligaciones y responsabilidades que atender (hijos, hipotecas…). Pero disfrutamos tanto tocando juntos que no somos capaces de no seguir luchando por conseguir que un día podamos dedicarnos sólo a la música.
Ahora mismo para cualquier proyecto parece mal tiempo ¿Cómo os habéis planteado la promoción de La vida sigue igual, porque ahora no sigue igual que hace unos meses?
Como un acto de optimismo y un canto a no dejar de intentar ser felices. Obviamente cuando nos vimos confinados cada uno en su casa, el disco nuevo en las manos y toda la promo cancelada, hubo que hacer un gran esfuerzo por no decaer… teníamos muchas ilusiones puestas y muchas fechas importantes en esta primavera/verano que ahora mismo es un reguero de cancelaciones. Pero acabamos concluyendo que toda nuestra gente que estaba igualmente confinada recibiría con gran alegría el nuevo disco y sería un elemento de distracción muy positivo, y creemos que así fue, porque la reacción del público al nuevo disco ha sido impresionante y de enorme gratitud por seguir adelante a pesar de la situación. Estamos muy contentos de haber decidido no parar el lanzamiento y la realidad es que, a pesar de las dificultades de hacer una promo en estas condiciones, hemos subido reproducciones y seguidores en todas nuestras redes y canales.
Es verdad que la letra de La vida sigue igual tiene mucho de estos días, y habéis realizado el videoclip en confinamiento, donde se refleja cómo vivimos ahora ¿Cómo surgió realizar así el videoclip?
Por una parte teníamos claro que íbamos a respetar a rajatabla todas las restricciones del confinamiento, lo cual eliminaba toda posibilidad de grabar nada juntos ni en exteriores, y también pensamos que grabar un videoclip de estas características quedaría para todos como un recuerdo de un momento que, sin duda, todos recordaremos en nuestras vidas. Y por supuesto confiábamos en el talento y el buen hacer del gran Fran Carmona, boquerón “veterano” con el que solemos hacer nuestros videoclips y que hizo un trabajo de montaje excepcional.
Algo que me ha llamado la atención en vuestros discos es que los títulos de los mismos no son luego el nombre de una canción, ¿Cómo decidís el nombre del disco?
Intentamos que refleje el momento, que sea como una foto de la situación que ha llevado o rodea a ese disco. El primero se llamó “Guitarrazos de Sobremesa” porque es donde se forjó: en los carajillos y las copas posteriores a varias comidas de amigos en casa que, por supuesto, acabaron a guitarrazos. El segundo Se llamó “Raspall-Caracas” porque entendimos que ahí se definió nuestro sonido, en algún punto indeterminado entre la Plaça Raspall del barrio de Gràcia (de dónde venimos algunos) y la Caracas venezolana de la que vienen Will y Carlos. El tercero fue “Cuerda pa rato”, una forma de decir “nos lo estamos pasando en grande y lo vamos a hacer muuuucho tiempo”, lo cual aún sigue vigente, y el nuevo disco “Sonrían, por favor” trata de definir lo que intentamos transmitir con nuestra música y nuestros conciertos: un rato de felicidad y desconexión.
He observado que el número de canciones ha ido aumentado, 11, 12, 13 y 14 en cada disco, no he contado Temazos, ¿Ha sido algo que ha surgido sin más o es intencionado cada disco ir incorporando una canción más?
No había nada planeado, ha surgido así. De hecho, para este último disco teníamos una primera lista de 20 canciones y, tras un duro y reñido proceso de selección, fuimos hasta el final con 14 con el firme compromiso de todos de descartar 2 para hacer un disco de 12 temas, que nos parecía más que suficiente… pero una vez las grabamos no hubo ni debate: nadie quería desprenderse de ninguna, así que quedó un disco de 14 canciones.
Mucho más allá de las rumbas, en vuestras canciones hay otros ritmos, ya en el primero aparecen el bolero y el tango. El tango aparece después en otras canciones, un toque de pop en otras y por ejemplo ranchera en Me pierde el cortejo ¿Cómo mezcláis todo?
Sin ponernos ningún tipo de barrera, ni prejuicio, ni nada parecido. Nos gusta la buena música en general, sin importar géneros, procedencias… y las influencias de cada uno de nosotros son variadísimas, pero eso es algo que en nuestra opinión enriquece nuestra música. Quizás por nuestros directos se conocen más nuestros temas rumberos o festivos, pero en todos nuestro discos se pueden encontrar varios medios tiempos que transitan como bien dices entre el tango, el bolero, la ranchera, baladas… son géneros muy próximos a nosotros.
Letra y música tuya, Jordi Nacenta, pero ¿Cómo es el trabajo posterior de arreglos?
Yo llevo la canción a la banda ya definida digamos que en “formato cantautor” y la canto una primera vez a guitarra y voz. A partir de ahí empezamos a tocarla juntos y cada uno va desarrollando su aportación con su instrumento según le sugiere el nuevo tema hasta que se va formando una estructura sólida en la que estamos todos cómodos. Luego ya entre todos decidimos intros, cierres, solos… así como las armonías de voces, capitaneada esa parte normalmente por Carlos.
Me gustaría saber cuáles son las influencias musicales que tenéis
Realmente las tenemos todas!! Somos todos unos adictos a la música desde la niñez y nos encanta toda la buena música sin discriminar géneros: adoramos por igual a Beatles, Stones, Led Zeppelin, Elvis, Sinatra, Aretha Franklin, Pink Floyd, Stevie Wonder, Foo Fighters, Pearl Jam, Guns n’Roses, Red Hot… que a Gato Pérez, Peret, Los Amaya, Sabina, Calamaro, Los Rodriguez, Machín, Los Panchos, Serrat… y si estuviésemos contestando todos podríamos estar diciendo nombres hasta mañana, y seríamos felices haciéndolo!! Y creo que esa variedad absoluta se refleja claramente en nuestros discos. Como muestra de lo que te digo, algunos de los momentos más celebrados de nuestros conciertos son cuando improvisamos clásicos de rock o hard-rock en “modo rumbero”: hemos rumbeado a Supertramp, Pink Floyd, Ray Charles, Elvis, Dire Straits, Chuck Berry…
Después de haber escuchado los cuatro discos, más ese recopilatorio que precede a éste disco, veo una gran evolución y un salto sobre todo en las letras, eso lo habéis plasmado en la portada, al menos para mí, ¿Qué os influye para una portada y cuál es la importancia de la misma en un disco para vosotros?
Cuidamos mucho las letras, tratamos siempre que todas las canciones cuenten una historia o un sentimiento o en cualquier caso tengan un sentido o significado claro. Y lo cierto es que intentamos que la portada refleje un poquito lo que tratamos de transmitir en cada disco. En el caso de “Sonrían, por favor” pretendemos ofrecer alegría en un momento socialmente convulso en muchos aspectos, y esa portada es una foto totalmente fortuita durante el rodaje de un videoclip, pero nos pareció pura alegría-, un crío saltando libre y feliz!
En los últimos dos discos aparece Tori Sparks, ¿Cómo entra a formar parte de la vida de Alma de Boquerón con Se apagó la mecha y ahora en vuestro último trabajo en co-producción?
Con Tori nos conocemos ya hace unos cuantos años y a día de hoy es parte de la Familia Boquerón, para gran alegría y orgullo nuestro porque, además de un cielo de persona, es una artista como la copa de un pino.
Cuando valorábamos qué canciones incluir en el tercer disco “Cuerda pa rato”, yo tenía ciertas dudas con “Se apagó la mecha” porque era una canción que me encantaba pero la letra era muy triste, y eso lo veía algo muy alejado de nosotros, pero pensamos que ese tono le pegaba como un guante a Tori si además remataba ella la canción con ese juego “pregunta-respuesta” contra toda la banda en que puede lucir a sus anchas su increíble voz… y se lo propusimos y aceptó. La hemos tocado en directo en alguna ocasión con ella y Tori reproduce ese final poniendo al público a cantar contra ella y es un espectáculo porque una canción de ruptura y tristeza acaba en fiesta mayor.
Su colaboración en este último disco surgió de la forma más natural: somos amigos, había oído algunas de las nuevas canciones, le gustaban y puso a nuestra disposición su experiencia y talento para hacer que el disco sonase lo mejor posible… y por supuesto le dijimos que sí y que gracias!! Y ha sido un lujo un placer contar con ella en el estudio.
Vuestras letras cantan a la alegría, a la locura bien entendida ¿Es lo que queréis trasmitir?
Realmente sí, no pretendemos transmitir nada más que la intención de ser felices y disfrutar del momento. Intentamos escribir y cantarle a los amores, las rupturas, los problemas, las inquietudes y los sueños de la gente normal, porque esas son las historias que nos pasan a nosotros también, y por encima de todo tratar de dar un poquito de alegría y guasa, que siempre sienta bien.
Todos vuestros trabajos con Medusa ¿Cómo entrasteis en contacto?
Varios de nosotros en el pasado habíamos grabado allí con Roger Rodés para otras bandas, y todos habíamos quedado maravillados tanto del estudio en general como de Roger en particular, así que cuando para el segundo disco supimos que el primer estudio había cerrado y valoramos dónde ir, no hubo prácticamente ni debate, y realmente nunca nos hemos planteado cambiar. Mientras nos aguanten, Medusa seguirá teniendo Alma de Boquerón.
Vuestro fuerte son los conciertos, más de 250 en vuestra carrera, ¿Qué panorama veis en los próximos meses para vuestro oficio? ¿Qué cambios habéis tenido que hacer? No sé si ya teníais firmado conciertos.
Ahora mismo el panorama es desolador. Teníamos una primavera/verano con un montón de contrataciones buenísimas y en el momento de escribir estas líneas creo que nos quedan 3 conciertos no cancelados… y veremos! Hemos dado varios conciertos en streaming durante el confinamiento con muy buenas audiencias, pero echamos mucho de menos el calor del directo… y a nuestra gente. A corto plazo la cosa pinta mal mientras duren las restricciones de circulación, distancias mínimas, reuniones, y se habla de meses… pero nosotros queremos ser optimistas. La gente necesita música y encontraremos la manera de poder cantarles, estoy seguro, pero hasta que eso ocurra la reducción de posibilidades de dar un concierto ha sido brutal.
Un sueño por cumplir
Que llegue un día en que nos podamos ganar la vida dignamente sólo con la música, sin necesidad de tener otros trabajos para llegar a fin de mes. ¡Sería un auténtico sueño cumplido!