Sara Curruchich es la primera cantautora indígena guatemalteca en llevar sus cantos a nivel internacional en kaqchikel, su idioma materno, y en español a un disco de la mano del sello Mamita Records. Desde el pasado 12 de junio su trabajo está disponible con la colaboración de de Amparo Sánchez (Amparanoia) y la dirección artística y producción musical de Gambeat (bajista del grupo La Ventura Manu Chao). Su música aunque tiene la base tradicional maya kaqchikel se fusiona con el rock y el folk, y en este entrevista podemos conocer un poco más a Sara:

Tu pasión por la música te viene de familia, ¿Crees que si no hubiera sido así hubieras sido cantante igualmente?

En realidad no lo sé, porque soy la única pero algo que tengo claro es que mi familia siempre ha estado allí, dándome mucho amor, fuerza, guiándome y acompañándome. 

¿Cómo te sientes al ser la primera cantautora indígena guatemalteca en llevar sus cantos a nivel internacional en kaqchikel?

Siento una gran alegría, una responsabilidad y un anhelo de aportar a los caminos en la música de las demás mujeres indígenas de este territorio, así como otras mujeres indígenas, como mis abuelas y mi mamá lo hicieron con toda su lucha y entrega para que yo esté ahora compartiendo mi canto.

¿Concibes tu vida sin la música, sin reivindicar tu pueblo y su cultura?

No, la música es también parte de mi equilibrio y mi corazón, en la sabiduría de los pueblos, se habla y cree en el Ch’umilal, que es el camino, la misión con la que nacemos.

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Hay canciones en Somos que son de tiempo atrás, que ya tienen un recorrido ¿Cómo ha sido el trabajo de recopilar y elegir las canciones para este disco?

Es como si las canciones también te hablaran, fue como conversar con ellas y decidir juntas que estarían en Somos. Fue hermoso

¿Cómo es tu forma de componer?

Cada elemento de la canción llega en su tiempo y no siempre en el mismo orden, me gusta mucho dejar que fluya, sin forzar. Hay muchas canciones que las sueño, allí es donde estoy componiendo, muchas veces junto a mi papá o a mis abuelas.

¿Cómo entras a formar parte de la familia de Mamita Records?

Después de grabar Ixoqi’ junto a Amparo, se dan las conversaciones suyas sobre Mamita Records, nos pareció un proyecto hermoso que apoya a las y los artistas independientes, con una fuerza inmensa y una gran sensibilidad, justo lo que anhelábamos encontrar.

Me gustaría que nos contaras como ha sido esa colaboración en una de las canciones con Amparo Sánchez

Trabajar con ella en Ixoqi’ (Significa “Mujeres” en mi idioma materno Kaqchikel) ha sido maravilloso, porque Amparo es una mujer que a través de su música también lucha por nuestros derechos como mujeres, ella cree en la música como un canal transformativo, y su voz tiene también mucha fuerza para las demás voces. Me siento feliz y agradecida de conocerla y de tener la dicha y el regalo de contar y cantar con ella en una canción creada para hablar sobre la fuerza, la luz y la sabiduría que las mujeres dejamos sembradas en el tiempo, en el caminar. 

Si tuvieras que decirnos que canción de las trece canciones de Somos te representa más, ¿Cuál sería?

Es un tanto difícil escoger solo una, porque todas han tenido una historia en mi mente, mi espíritu. Pero escogería Abriendo la Voz, porque con ella miré hacia dentro de mi ser, quería cantarme, decirme, y con ella compartirle a las demás personas que cantarle a nuestra identidad, memoria, historia, es también reconocernos. Que cantarles los ríos, a los bosques, a los pueblos, no está mal o algo de lo que debamos avergonzarnos, sino algo maravilloso que nos permite coexistir y agradecer nuestro origen y nuestro ser.

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¿Cuáles son tus referentes musicales?

Son muchas autoras y autores que me gustan. De mi pueblo, como Carmen Cúmez, Maximiliano Icú, internacionales Lila Downs, Amparo Sánchez, Violeta Parra y Silvio Rodríguez.

La presentación de Somos se realizó en el Zócalo de la Ciudad de México, durante el Festival Tiempo de Mujeres, ¿Cómo fue la experiencia?

Compartir Somos allí sin duda ha sido un regalo que nos ha marcado la vida. Este momento lo guardaré en mi ser con mucho respeto por todo el aprendizaje, el cariño y la fuerza que México nos compartió. Eran miles de personas que cantaban, gritaban por la justicia, que caminaban, cantaban, por la memoria, por nuestros derechos como mujeres.

El disco físico se ha lanzado el 12 de junio, no sé si todo el tema de la Covid-19 está cambiando los planes que teníais para su presentación dentro y fuera de tu país.

Definitivamente sí, en Guatemala estábamos a punto de comenzar la gira “Somos Comunidad” pero decidimos asumir nuestra responsabilidad para evitar propagar o ser focos de contagio, y la cancelamos. También en Europa y algunos otros países de Latinoamérica, pero, esperamos que se puedan retomar cuando ya todo vaya más tranquilo.

Con toda la pandemia que tenemos a nivel mundial, ¿Crees que nos hará considerar un poco más el planeta, las raíces y lo más cercano que es la familia?

Es lo que esperamos, con todo lo que vivimos, debemos reflexionar sobre nuestra manera de vivir, individual y colectivamente. Estamos atravesando un tiempo, o el tiempo que nos atraviesa es para reencontrarnos, resembrarnos. Lo único que nos salva es la colectividad, la comunidad y la tierra.

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¿Cómo has vivido toda esta situación a nivel personal y profesional?

Aunque todos los conciertos se hayan pospuesto o cancelado, vamos pensando en otras maneras poder reincorporarnos. En cuanto a mi vivencia personal, me siento agradecida por tener un techo donde estar, tengo mis 3 tiempos de comida y puedo estar con mi familia. Siento que se vuelve una pregunta difícil porque la injusticia social que viven los pueblos es enorme, y no todas las personas tienen esto. Ver tanta pobreza, la falta a alimentos, el no acceso a salud de calidad, es muy doloroso, porque son los pueblos los que siempre son los más afectados. Personalmente siento una impotencia muy grande.

Cada vez hay más festivales de todas las artes propiamente de mujeres, ¿cuán importante crees que cada vez sean más numerosos?

Es un mensaje potente de igualdad y justicia a todo el mundo, una bofetada al sistema machista y patriarcal. Esto es importantísimo porque estos espacios también nos pertenecen, y es nuestro derecho estar allí. En nuestra memoria está que el estar en ellos, ha sido gracias a la lucha y a la fuerza de muchísimas mujeres, y el poder estar, también representa un sueño y aporte para que más niñas accedan a ellos.

¿Un sueño por cumplir?

Crear un estudio de grabación y teatro comunitarios.

Tukur es una canción que le canta a nuestras abuelas y a nuestros abuelos, quienes nos acompañan en nuestros caminos. También es una manera de romper el miedo sobre el búho, ya que mucha gente cree –en Guatemala– que este animal trae noticias malas, pero realmente es un cantor o una cantora”.

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