El último arquero

Siempre se dice que hay que vivir el momento, que no hay que echar la vista atrás. Pero al mismo tiempo decimos que la memoria es tan importante para la formación de una persona como el presente, ya que somos en parte lo que fuimos o de lo que venimos

Dácil Manrique de Lara quiere volver a recordar a su ciudad natal los días que pasó con sus abuelos, el pintor Alberto Manrique y la violinista Yeya Millares. Una mirada desde la persona de la directora Dácil, buceando por la vida de sus abuelos, sus recuerdos y sus vivencias y lo que ha influído en la suya. Nos descubrirá la felicidad de su infancia, pero también partes no tan positivas que han marcado su carácter y su forma de ser, pero siempre buscando la luz al final del túnel como hicieron los protagonistas en su día.

El último arquero posee distintas vertientes de memoria, la personal, tanto de la narradora y directora como la de su familia, como la profesional y política del momento de los protagonistas que incluye.

El último arquero
El último arquero

La cinta tiene un gran comienzo, la cámara es la protagonista encarando las sombras como algo principal, el reflejo de lo que se narra y haciendo que las declaraciones vayan de la mano. Esa captación va creando una atmósfera de intriga que llegado la mitad del metraje ya ha sido totalmente explotada y reflejada, y que hace que la directora incida continuamente en algo pendiente de asimilar.

Abarca muchos temas y algunos no hubieran estado mal con alguna que otra ampliación, y otros que se hubieran cortado. Por momentos los temas van y bien, y parecen mezclarse, pero al final todo tiene su parcela, aunque hay que esperar a ver todo el conjunto para saber por dónde va la directora, con esos vaivenes de cambios de historias, las personales, las profesionales, los recuerdos, lo que influye y lo que no.

El último arquero es un homenaje a su abuelo, a su profesión de pintor, pero sin dejar de lado a su abuela, violinista, y lo que influyó aquella época en su carrera profesional. Al igual que como muchos documentales personales, las imágenes de archivos y los vídeos juegan un gran papel, nos revelan la historia, pero no solo la de los protagonistas, si no la de una época y un país.

El último arquero

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