En las óperas primas no sabemos si nos vamos a encontrar con los tópicos de recurrir a otros directores o que la película nos enganche por su originalidad. Aquí con The beast partimos con la premisa que es un remake, por lo que el handicap de novedad no es bueno, y además con el visionado nos encontramos ante todos los clichés que el cine de acción coreano nos puede dar, no es algo realmente negativo, pero si que hará que la cinta no sorprenda en su totalidad.
Lee Chang-Dong, Kim Ki-Duk, Park Chan-Wook, Bong Joon-Ho puede que sean las mayores influencias que el novel director Lee Jeong-ho ha podido tener para llevar a la gran pantalla en parte la adaptación parcial de película francesa de 2004 Asuntos Pendientes de Olivier Marchal.
El director coreano ha querido con su primer trabajo los géneros de acción, drama, thriller y aunque parezca mentira hay ciertos momentos donde los diálogos y los semblantes tienen un cierto toque irónico y de sorna que nos lleva a la comedia ni mucho, si no a esa parte de la vida que uno desdramatiza para seguir adelante, como le pasa a más de uno de los personajes.
Todo es policial en The beast, pero ante todo se centra en dos personajes en Han-su y Min-tae que tienen en una rivalidad entre detectives, tras haber sido incluso amigos. Ahora mientras que buscan al culpable del asesinato de una niña que apareció amputada, sus rencillas del pasado se harán más feroces ya que está en juego un ascenso, por lo que antes que buscar la verdad irán a pisar al contrario.
En medio de toda la lucha personal saldrán las miserias de cada uno de ellos, las malas artes que tienen dentro del cuerpo y con lo que se enfrentan cada día y como lo encaran cada uno de ellos.
The beast es pura adrenalina, tiene ese corte totalmente de celeridad en imagen de no dar margen casi a conciliar lo que está pasando en el guion por momentos, pero al mismo tiempo tiene esa tempura de tranquilidad para dar esa parte de reflexión, todo en tonos grises y oscuros y con gran capacidad de adaptación a los giros que no son solo en la acción si no también en la parte emocional cuando el desenlace llega, con la frialdad de los mismos asesinos que aparecen en todo momento.
Todo parece que es justificable dentro del cuerpo policial, nada se discute ni se rebate, todo se admite y sigue adelante como si nada. Es un cine frío y calculador donde la sangre corre sin ningún te contemplación.
El director ha querido dar un protagonismo especial a las mujeres, y desde la víctima, la confidente, policia, médicos son en gran parte mujeres, siendo el eje alrededor del que gira la historia y sus dos protagonistas, y en ciertos momentos manejados por ellas y la narración a la que son llevadas.
Algo que parece propio del cine surcoreano es el metraje, su extensa duración la película son 130 minutos que posiblemente se pudieran haber acortado y haber concentrado, ya que hay momentos que parece que ya están vividos y escenas un tanto parecidas y que lo hacen un poco extenso y reiterativo.