¿Quién dijo que tener una despedida era algo negativo? A veces los cambios son para bien, para mirar la vida con otro sentido y no el que te están marcando.
Hay tres mujeres que se encuentran en una encrucijada vital, trascendente pero no alarmante, sin saber que rumbo tomar. Todas quieren que las quieran y querer, pero además cada una de ella tiene una meta personal, Puri quiere que el pasado, su novio, sea presente y hará todo lo posible para seguir dentro de su vida. Milagri quiere ser madre, cree que no va a llegar ese día, y Sara se va a casar con el hermano de Milagri, y tiene una gran ilusión, pero ahora llega la hora de la despedida de soltera y de soltar lastre todas en esa celebración.
Ahora otra pregunta, ¿quién no ha ido a una despedida de soltera? Aquí en Mi gran despedida, es parte del eje central, la protagonista celebra su despedida de soltera, su madre, su cuñada, su jefa, sus mejores amigas e incluso alguna allegada. Pero el protagonista principal es el futuro, ese que todas quieren y han pintado de un color, y puede que cambie.
Si algo deja claro el guion es que nada es lo que parece, que la toma de decisiones tiene que ser personal y que la fachada de una persona es lo que unos quieren ver pero al mismo lo que uno mismo deja que se vea.
Veronica Sosa y Antonio Álamo con los responsables de un guion con idas y venidas, repleto de flashbacks, que van componiendo el eje para que el círculo se cierre, y la trama llegue a su final. Esos cambios de fechas, de situaciones, nos hacen ver cada historia de una manera distinta, cada uno individual, pero al final todas tienen el mismo sentido y la misma mirada, buscar la verdad en cada interior.
Es cierto que está dibujada la trama y evolución en cada una de las protagonistas, no en las principales, si no en todas las que están en esa despedida. Cada una de ella es un esteriotipo de mujer, ni mejor ni peor, diferente, con sus virtudes y con sus defectos, y con todas ellas y de manera cómica nos lleva a realizar una radiografía del mundo femenino, de sus carencias y de sus influencias. Los directores Antonio Hens y Antonio Álamo lo han enfocado desde la comicidad hasta la realidad, desde la pureza de cada personaje, y sabiendo retratar cada una de las historias con corazón.
En mi gran despedida, drama o comedia, comedia o drama, pasamos de la risa a la reflexión, de la alegría a la propia vida y sus dificultades de manera natural, de la risa gaditana al pensar universal, de querer ser mujer, pero mujer en todos los sentidos y con independencia, incluso del resto de quiénes le rodean.
Aunque Mi gran despedida es una obra coral, donde cada actor deja su granito de arena, destacar las interpretaciones de Eloína Marcos y Rocío Marín, ambas nos regalan los papeles más suculentos de la película, con todas las aristas de la búsqueda de la felicidad, una sin dobleces y la otra con la picardía y el desparpajo de su fondo en la cinta, que lleva implícito mucho más de esa mera fachada.
Mi gran despedida destaca por el fondo que cierra en un guion circular, que se despliega lentamente, pero al mismo tiempo con la rapidez de toques cómicos, pero que lleva implícito la amplitud de la palabra vida y sueños.
El domingo 23 de agosto Mi gran despedida estará en el cine Albéniz dentro del Festival de Málaga, y posteriormente se estrenará en cartelera el miércoles 26 de agosto.