Descubrí a Maite Alberdi hace unos años en Documenta, con su película La once, ya desde ese documental dejaba ver la pulcritud de su mirada y ante todo la sensibilidad insertada en su objetivo. Siempre buscando el lado humano, con la parte positiva y la real de la vida.
Romulo es detective privado y ahora su nuevo caso está dentro de una residencia de ancianos, pero el no puede entrar en la misma a investigar. Por ello contrata a Sergio, un hombre de 83 años que se acaba de quedar viudo y no levantará sospecha en ese su nuevo hogar. Sergio deberá aprender a utilizar un móvil, a mandar mensajes de voz, fotos y todo lo necesario para realizar un buen expedientes para la clienta que quiera saber sobre su madre.
Sergio intentará cumplir bien su misión, se acerca de manera muy sutil a cada una de las personas que están allí viviendo, y acaba haciendo amistades y más porque no quiere. La amistad surge y también la comprensión de muchas situaciones que allí se viven.
El agente topo nace como si de una aventura se tratase, como si un inspector nuevo fuera a nacer, un nuevo día, una nueva esperanza, un seguir viviendo. Maite Alberti aboga por dar no segundas oportunidades a la vida y a sus personajes, si no que prosigan con la vitalidad y la energía que cada uno tenga en cada momento. No etiqueta edades, busca el fondo de cada uno en cada momento, distinto, ni peor ni mejor, y mira a los últimos días con la balanza de la dureza del olvido y la capacidad de superación al mismo tiempo.
El agente topo posee mucha más verdad de la que vivimos cada día, y en muchas ocasiones, y realmente, de la que queremos ver. Enfrentarnos ante entornos que nos puedan parecer lejanos o ajenos nos hace ver de cara la certeza que todo puede llegar, ya sea antes o después. Pero ante todo reconocer que hay situaciones que están presentes y que forman parte de nueva vida.
Maite Alberdi lo que hace es colorear un poco los tonos grises de una edad y situaciones que parece que no se pueden mentar y si se hace es de forma peyorativa. Es algo que realiza en su cine, dar voz y poner cara a la tercera edad con todos los adjetivos que tienen en ese momento. Ha sabido buscar los puntos opuestos, lo negativo y lo positivo y compensar, buscar el equilibrio con la palabra realidad de la mano.
Pero además hay mas temas insertos en la cinta, está toda la parte de la mecanización de los tiempos, las eras tecnológicas, y como se utilizan. Hay guiños irónicos de pasar de la pura actualidad tecnológica a pasar a lo más clásico que puede quedar relegados para muchos pero no para otros, esas agendas, donde el protagonistas recoge sus impresiones y sus juicios emocionales en lo que le respecta a su investigación.
Durante el guion la directora indaga también en la diversidad de casos que pueden encontrarse en una residencia, las familias, las personas ingresadas y cómo puede ser el día a día.
Posiblemente si los primeros minutos se obviaran podríamos incluso pensar que nos encontramos ante un documental. El falso documental está marcado por la introducción de los dos hombres protagonistas y en parte por las secuencias cómicas que aunque pudiéramos pensar que no, podrían ser reales pero es algo que logra la directora al hacernos meternos de fondo en su trama, sin dejarnos pensar si todo es real o una pura ficción.
En El agente topo hay una crítica muy constructiva realizada desde la mirada humana, desde la observación y buscando la complicidad de la vida con todas las garantías.
Título original: El agente topo Director: Maite Alberdi Guión: Maite Alberdi Productores: Micromundo Producciones, Motto Pictures, Sutor Kolonko, Volya Films y Malvalanda Actores: Sergio Chamy, Rómulo Aitken, Marta Olivares, Berta Ureta, Zoila González, Petronila Abarca y Rubira Olivares. Género: Documental País: Chile Año: 2020 Duración: 84 Distribución: Bteam Pictures