El adaptarse o morir está siendo el leitmotiv de todo artista. En el mundo de la música uno de los más afectados este año, están viendo como las promociones y giras cambian radicalmente, por ello para muestra el botón de la entrevista telefónica que hemos podido tener con Kike Ruiz, algo a lo que cómo él dice: nos hemos tenido que acostumbrar porque es algo externo a nosotros.
Devoción y vocación están dentro de su vida ante la música, devoción porque lo ama, y vocación porque desde los nueve años escribe canciones, al mismo tiempo que comenzó sus clases de piano, luego nos cuenta que se pasó a la guitarra, y ha alternando ambas. Por eso la música es algo presente en su vida desde la infancia. Pero lo que tiene claro que a día de hoy se sigue formando, es de lo que piensa que siempre hay que mejorar y eso se reflejará en sus canciones.
Usar figuras literarias y un lenguaje poético no es algo que entre en sus composiciones, a él le gusta la sencillez, una conversación entre dos personas, pero al mismo tiempo diciendo las cosas de una manera especial. Le gusta la sencillez y lo directo a la hora que la gente lo escuche, ya sea hablando de amor, desamor, temas sociales o amistad.
Al escuchar toda la música de Kike Ruíz se nota unos cambios en sus discos, va de la melancolía in crescendo hasta llegar al puro pop, incluyendo el rock, pero dejando ese poso personal de impregnar de naturalidad sus letras. Como el nos cuenta es la propia evolución de la vida, y los temas cambian como él va evolucionando en su día a día.
Sabe que las etiquetas existen, y ahí están y si se tiene que poner alguna denominación sería pop, el resto entra, pero deja claro que se centra en ese estilo, aunque por supuesto todos los estilos de la música se acaban abarcando de cierta forma.
Hablando con Kike, deja claro que es una persona que escucha, que dentro de su personalidad musical está el escuchar todo tipo de música, para así aprender de lo mejor. Si nos tiene que decir referentes comienza con Hombres G, Modestia Aparte, James Taylor, Green Day, Chicago, Izal, MClan, Marwan, Van Morrison…
En su último trabajo, La infinita suerte, tiene una colaboración con Ramoncín, una canción que está seguro que si no la hubiera cantado con él, se hubiera quedado en un cajón: está compuesta para su voz. Se conocieron por redes sociales, y ahora está cantando junto a él, como dice: un sueño cumplido. Otro referente, para él y que finalmente acaba siendo mucho más realidad de lo que nunca hubiera pensado.
Su disco suena a pop, a algunos toques de indie, y guitarras de rock, pero ante todo suena a vida, a realidades, a esas que le llevan a sacar de su cajón muchas canciones para elegir las que más le definen, y el resto vuelven a guardarse, pero no para estar en sus siguientes trabajos.
Ante todo, es un compositor, y por ello no trabaja solo para él, tiene sus encargos, al igual que su discográfica independiente, no solo produce sus discos, si no que está abierto a estar junto con otros artistas, pero todo dentro de la música. Para él es su vida, y sabe que tiene que ir dando pasos hacia delante con lo que tiene, con su música y con todo lo que le rodea.
Con La infinita suerte ahora esta de promoción, aunque sabe que los conciertos tendrán que esperar. De hecho, tiene una gira de conciertos a partir de marzo El último aplauso, que comenzará en Madrid y que irá por toda España. Ahí va a estar con muchos referentes, con muchos músicos de los que ha bebido música y sabe que eso es un lujo que no está al alcance de cualquiera.
Un disco que tenía que haber salido en mayo y se lanzó finalmente en septiembre, peor aun así el está contento con su trayectoria y con su acogida. Dentro del disco está Mírame, que la tiene en versión acústico, y es una canción que ha cantado a piano y voz con algunos compañeros en directo, y desde luego llega, incluso con más profundidad, y a él le gusta porque es como realmente la creó, y es la que cierra el disco.