Las luces y las sombras son lo característico del éxito, de esa palabra que tan bien suena y a veces resuena a lo lejos. ¿Qué queda cuando todo pasa, cuando el boom desaparece? Sobrevivir que no es poco, o al menos es lo que hace Antonio Osta, protagonista del documental El campeón del mundo.

Han pasado diez años de que Antonio Osta haya ganado su último título de fisiculturismo. Ahora vive junto con su hijo adolescente en su lugar de nacimiento. Su vida gira alrededor de ese deporte que tanto le ha dado, mirando ese mundo con anhelo pero con la verdad que le ha dejado, un problema renal severo. Ahora tiene que mirar hacia adelante, centrarse en su hijo, su salud y el trabajo.

No hay historia documental que no esté bien contada, narrada y reflejada si no existen las comparaciones con el pasado y presente y aquí están esas imágenes que nos llevan desde la época de bonanza con sus títulos y sus logros, donde lentamente la cámara recorre una pared donde los tonos grises van apareciendo, una superficie nada lisa y que se torna en unos instantes en la realidad actual, el protagonista recorriendo la ropa de su terraza. Esa estética visual es la que engancha, porque desborda naturalidad y hace que sea totalmente creíble esta película en género documental.

Por momentos parece un niño, manteniendo la ilusión, en otros totalmente ese adulto que es y que cuida de su hijo de una manera protectora y al mismo tiempo de amigos. Conversaciones entre ambos sobre la actualidad de la sociedad, dejando ver algo tan real como que desde cada edad todo se mira desde un prisma totalmente diferente. En esas conversaciones se destaca las generaciones y la educación por partes iguales.

El campeón del mundo no pone en la mesa todo de color de rosa, deja ver desde la mirada y voz del protagonista, sus errores tanto en la vida como en el deporte. La película tiene su baza crítica y resalta la vulnerabilidad de la salud en el deporte, y cómo se convive con las posibles secuelas, tantos psíquicas como físicas, pasado el tiempo.

Aquí lo primordial y lo que resalta por encima de todo es la filosofía de vía de Antonio Osta, que no es otra que disfrutar de lo que le gusta y llegar al final de sus días con su afición por bandera, pero resaltando todo lo que ha aprendido en su camino, en esos escenarios de exhibición que tanto le han dado y que al mismo tiempo tanto le han quitado.

La película participó en la pasada edición del Festival de Málaga dentro de la sección documental, siendo una de las mejores propuestas que tuvo. De momento la película no tiene distribución en España, pero hay que destacar que dentro del género es uno de los mejores trabajos que disfruté en el 2020.

TÍTULO: EL CAMPEÓN DEL MUNDO AÑO: 2019 DURACIÓN: 79’ PAÍS: URUGUAY DIRECCIÓN: FEDERICO BORGIA – GUILLERMO MADEIRO REPARTO: ANTONIO OSTA – JUANJO OSTA PRODUCCIÓN: PANCHO MAGNOU ARNÁBAL FOTOGRAFÍA: GUILLERMO FERNÁNDEZ – RAMIRO GONZÁLEZ PAMPILLÓN SONIDO: NICOLÁS OTEN – BRUNO TORTORELLA MONTAJE: FEDERICO BORGIA – GUILLERMO MADEIRO – JUAN IGNACIO FERNÁNDEZ HOPPE PRODUCTORA: MONTELONA CINE GÉNERO: DOCUMENTAL

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