Voces del desarraigo, músicas de la España vaciada, es el último trabajo de Tündra. ¿Qué nos vamos a encontrar en el disco? Un mestizaje musical que nos llevará a la tierra, a los orígenes, a la cultura popular, a los pueblos relegados, sin voz, impureza y pureza al mismo tiempo, algo contradictorio pudiera parecer en esa definición que doy, pero al fin y al cabo la búsqueda de lo que no se quiere, ni debe perder, las raíces.
Todo ello nada convencional. Éste su último disco es el fruto de tres años de investigación, de búsqueda de arraigos musicales y culturales, de lo que con el paso del tiempo no queremos dar valor, pero mezclado con tonalidades actuales, un poco de jazz, algo de rock, música de autor y de fondo el folk. Pero ojo, que ellos no quieren encasillamientos, meramente quieren hacer la música que a ellos les gustaría escuchar y que no encuentran.
Tündra comienza en el 2009 en un taller de un luthier, tal y como nos dice Jorge, todo muy artesanal. Han ido evolucionando ya que desde que comenzaron, incluso sin tener disco, tenían conciertos. En 2013 sale s u primer disco, y más adelante en el 2017 con la inclusión de Rafa Martín, zanfoña y nyckelharpa, siempre dándole forma y variando hasta este disco que sacan ahora, que tienen como novedad la incorporación de un cantante, Ruben Ezquerro, a quien Rafa Martín define como cantautor apegado a la tierra, con otro tono de voz muy diferente, que además aporta percusiones. Componen el grupo también Ignacio Benito con instrumentos de viento, salterio y tambor. Francisco González con guitarra y samplers. Jorge Garrido con batería y percusión. Aunque se destacan esos dispositivos musicales, cada uno lleva más, simplemente son los más relevantes y que más utilizan cada uno de ellos.
Todo muy experimental, investigando la música de comunidad, sin ningún tipo de límites. Una música especial: no es para masas, cuando terminaron este disco acabaron muy contentos, pero conscientes de que no somos comerciales, pero que siempre queda gente que quiera escuchar música como la nuestra.
Tündra va un poco más allá de la música, incorporan más partes culturales, ya que ahondan en la investigación de las raíces de las poblaciones, de los elementos que han contribuido a ese desarrollo étnico y que acaban en voces y sonidos. Este aspecto lo hacen sus cinco componentes, que en su mayoría se dedican a la enseñanza musical, y sobre todo Rafa que tiene estudios de historia medieval, y me dice Jorge que Rafa es quien más aporta en esa parte de investigación, aunque Rafa afirma que cada uno aporta su talento y que han creado un colectivo.
Jorge nos cuenta que cuando les quieren dar un nombre, les llaman progresivo. Y además dice que no son mainstream, que no lo son por naturaleza y que además lo evitan, y de hecho les incomoda que les clasifiquen con folk puro y duro. Su recorrido podría ser por festivales de músicas del mundo, del folk, pero tanto Rafa como Jorge me comentan que no existen demasiados y que su lucha es por dar a conocer una música diferente, pero con fondo.
Ahora se han centrado en la música de parte de la España vaciada, Soria, Guadalajara, Teruel, Cuenca, La Rioja, buscando músicas tradicionales de diferentes pueblos, llevándolas a su terreno. Meter letras ha sido un reto, y sobre todo seleccionar las canciones, que esas si que nos afirman ser tradicionales: un lamento de almas de Teruel, canción de cuaresma para el novenario, luego La botarga, que es un ser mítico que salía en los carnavales…
El futuro de sus conciertos es una incertidumbre, si el año pasado fue pasajero, a estas alturas del año y con el disco en el mercado, no tienen nada a la vista para actuar. Si en el 2008 ya vieron como con la crisis las diputaciones y ayuntamientos bajaron el apoyo a la parte musical, ante todo donde ellos pueden encajar, ahora con la pandemia ven como ese camino se ha agrandado y están mucho más relegado. Viéndose así en un formato mucho más independiente para todo, para crear y para buscar sus giras.
Música rescatada es como define Jorge a su último disco, buscando la complicidad de todos en el escenario, al igual que hacen en los ensayos, todo muy medido y buscando la química y la compenetración entre todos, los instrumentos y la música. Rafa Martín aporta casi la misma opinión la complicidad de todos, su forma de componer en quipo buscando nuevos sonidos y la investigación de todos, algo que da el hecho de que todos sus componentes tengan vertientes tanto en educación como en conocimientos de historia, hacen que la fluidez sea algo de seña de identidad en ellos.
La búsqueda en Tündra no solo está en la investigación cultural de los pueblos, aquí en este disco centrado en la Celtiberia, si no en esos instrumentos que utilizan que van variando con el paso del tiempo, algo que se les hace que cada disco sea distinto, ya que por medio de los cambios de instrumentos encuentran sonidos nuevos. Esos instrumentos artesanales tienen cada uno un arraigo, un significado que les gusta dar voz y por ello el que la variación sea el enriquecimiento del grupo y de sus sonidos. En la conversación sale a relucir el número de instrumentos que pueden llevar en cada concierto, y si no he contado mal, pueden llegar a los 20, y Jorge nos confirma que entre canción y canción en un directo suelen explicar al respecto, a parte que después la gente suele preguntarles.
Lo que me queda claro después de las dos conversaciones, tanto con Jorge como con Rafa Martín, aun estando enmarcados en el folk rock, ellos quieren tener su forma y estilo propio, donde las mezclas que hacen le lleven a pisar tierra y que todo fluya. No por ello vamos a pensar que puedan improvisar mucho, o nada, en sus conciertos, todo lo contrario, su música y su complicidad está impregnada del magnetismo de la unión de todos los instrumentos que llevan, y que se armonizan tras muchas pruebas, muchos estudios y gran feeling, y siempre con una estructura musical de base.
Si Jorge tuviera que decirnos un sueño por cumplir es tocar en América, y Rafa, que la situación se revierta, que esos pueblos abandonados encuentren su sitio y que las administraciones y la gente apueste por ellos.
Nota: Esta entrevista se ampliará con más datos que Rafa Martín aportó sobre el disco, la cultura, la enseñanza musical y la España vaciada.