Ramón Aragall presenta su nuevo disco, Un grito descomunal, del cual habla como algo natural en su composición y en su evolución dentro su faceta individual. Hay una transformación a una consistencia musical y vocal que nos acerca mucho más a la parte cantautora que sus anteriores trabajos, y así lo siente él también: Hacer canciones se está convirtiendo cada vez más en mi hábitat natural y que sea una vía de escape y de expresarme que no solo siendo batería que defiende a otros artistas. Mi proyecto cada vez está cogiendo más importancia que nunca.

Expresarme a través de la voz es algo que siempre ha estado presente en mí, afirma Ramón, dice que ello es por esa parte de influencia de familia de cantantes. Pero es a partir del 2014 cuando se plantea saltar al solitario y que sea su voz la que narre.

Este Ep, es un trabajo que se ha desarrollado entre 2019 y 2020, quedando fuera algunas canciones, porque decidió finalmente sacar este formato. En sus canciones se nota que la batería es un instrumento que el maneja y que sabe incorporar a la perfección para darle el punto adecuado a cada canción. Intento a la hora de componer que toda la instrumentación vaya a trabajar en favor de lo que está pasando en la melodía, en la voz y en las letras.

Sus dos discos anteriores, Perfil y Kamikake, ya se veía su vena compositora y narrativa, pero aquí en Un grito descomunal el mensaje crece, como algo personal, pero a la vez universal. El conjunto de esas cinco canciones son fruto de una madurez y de una experiencia a la hora de componer, sin olvidar que tiene que estar acompañado de una gran forma de trasmitir, y eso Ramón Aragall lo ha logrado a la perfección, con la potencia de voz, música y letra que nos invita a escuchar en este trabajo:

Se va cogiendo experiencia en las cosas que uno quiere decir y cada vez me es más fácil elegir los instrumentos y las palabras para expresarme. No concibo otra manera de componer que no sea a tumba abierta, tiene que ser exactamente lo que sientes y como te sientes en tus adentros, de otra manera se pierde en el camino algo del mensaje. Todo esta además da valor a la hora de defender las canciones en directo, porque si no cuentan verdad no funcionan.

En sus letras hay compendio de sentimientos que nos llevan al presente, a la compresión, y el nos afirma que así es, que en la dura realidad que es vivir día a día, se da cuenta que es todo un triunfo anteponer el disfrute o del descanso por encima de las obligaciones, Se me hace difícil ordenar las cosas y anteponer lo realmente importante en según qué momento, porque es lo que se pide socialmente, y te quita el disfrutar el aquí y el ahora.

Deja al público que cada uno elija las estéticas que sobresalgan en sus canciones. En los dos últimos discos están más marcados por el pop indie, pero con la potencia del factor compositor. El solo nos dice que se pone en el piano y a la hora de componer solo plasma lo que le mueve por dentro: Para mi componer es la constante búsqueda de algo que me resulte bello, bonito, conmovedor, y hasta que no lo consigo no paro. Es una prueba, error, constante y no busco una estética, busco algo que me mueva, desde el estilo que sea. Siempre compone desde las sonoridades que encuentra sentado frente al piano, aunque nos cuenta que Lento, canción que abre el Ep, surgió de un loop de batería y de ahí partió la composición.

Dice tener muchas influencias, y poco a poco incluye más, aunque dice moverse por el indie, por el rock, aunque la electrónica ha calado bastante en él, y es notoria en sus canciones, dice mezclar la sonoridad de una batería acústica con bases programados, y que entra cada vez más en el mundo de los sintetizadores, que le parece algo muy atrayente.

Durante la charla preguntarle por quién sería ese grupo o cantante con quien quisiera subirse al escenario, le hace afirmarnos que hoy en día en España hay una gran cantidad y calidad de bandas, y que no entiende el porqué de que muchos digan que ahora no se hace buena música.

Hablar ahora del sector de la música con el año que hemos pasado es difícil hacer una valoración, afirma. Aunque dice no ser un gran conocedor del marketing y de la industria en sí, pero que cree que el punto de inflexión fue cuando se dejaron de vender cds y el boom de los streamings. Ahora todo se mueve en las escuchas que tiene y en las redes sociales, y es lo que tocar ahí, ya que es el reclamo para los oyentes. Para Ramón desde hace 7 años todo ha dado un giro radical, ha pasado de estar detrás, con su batería acompañando a bandas y músicos, a estar delante con todo el peso del trabajo, y dice que lo necesita, tanto o más que tocar la batería. Es algo que me compensa, que me nivela, que me da paz, que me hace sentir que tengo de verdad que es mío. Hay mucha más presión, mucha gente que depende de ti, y en esta ocasión es una autoedición en toda regla, lo he hecho como quería.

No veo mejor manera de terminar esta entrevista que dejando una de las canciones, Yo te entiendo, que recopila mucho de lo que nos ha contado, de su búsqueda de la comprensión, del hoy, de lo personal, del disfrute y la felicidad haciendo lo que le gusta:

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