Desde hoy está en plataformas y en formato físico el nuevo disco de Pedro Guerra: El viaje. 13 canciones que nos llevan a su viaje interior y exterior del compositor, donde el recuerdo y el olvido están presenten en sus letras.
El cantante y compositor siempre ha tenido muy presente el cine en su música, tal y como nos comentó en la entrevista que publicamos con motivo del lanzamiento de su single Ruego: el cine es una fuente de inspiración y formación importante, decía y con el título del disco vuelve a hacer referencia su cinefilia.
Cuentan que Fellini siempre tuvo en mente realizar una película que se llamaría El Viaje de Mastorna y en ese afán, terminó filmando todas sus películas, pero nunca aquella tan pensada y deseada. Esta es la motivación de la canción El Viaje, que da título a este disco. Porque este nos es el viaje que pensamos y deseamos, es El Viaje que finalmente vivimos. El Viaje del amor: Cara Y Cruz, Cuando Tú No Estás; El Viaje de la vida: El Viaje, Tú Y Yo (realizado en compañía de mi admirado Manuel Carrasco); El Viaje de la memoria: Alzheimer; El Viaje a nuestros ancestros: La Delicadeza; El Viaje interior: Rastros, Atravesar Una Isla; El Viaje exterior: Ruego; El Viaje de la empatía y de la solidaridad (ese viaje que queremos para todas las personas): Espejo, La Arena Del Circo, Sueño y Arrorró Para Un Miliciano; y finalmente, El Viaje sereno y placentero que espero realicen cuando escuchen este disco.
Ahora en el disco número 18 en su carrera realiza un viaje hacia ritmos y temáticas que nos llevarán desde el vals, el son cubano, el pop, el charango volando por Argentina, Brasil, México, Cuba, Canarias a ritmos de su guitarra, la batería y los tambores que nos llevan a su refugio musical, de narración y de denuncia poética.
Comienza con tonos de recitar en Cara y cruz para introducirnos en su mundo, en su composición, en su valoración del ser, todo desde la sencillez, volando por la imaginación, al mismo tiempo que nos lleva a lo terrenal. Una descripción de la vida, de los vaivenes, de estar arriba y abajo, Una canción que va de menos a menos, como si de una invitación a entrar en este su viaje, para que le podamos acompañar en las letras que nos describe lo bueno y lo malo de la vida, pero buscando la positividad.
Cuando tú no estás: anhelo, recuerdos acompañados por la guitarra y el tambor, con una sensación de evocación a homenajear a la vida, a la que siempre nos acompaña, aunque pensemos que nos abandona y al amor.
Cantando a lo cotidiano, a lo familiar y a todo ello que puede no demos importancia, pero pasado el tiempo es huella en la personalidad, esa que impone Pedro Guerra en todas canciones, nada impostadas, solo recitadas y ambientadas con su guitarra, se ha acompañado de Manuel Carrasco, en una canción que va a la perfección de ambos cantautores, donde el mar, la piel, la familia, son armas de sus letras. Dos voces que se funden en ese Tu y yo, en ese cantar a la observación de los cercanos. Ambos tienen en su haber canciones que refuerzan la mirada hacia la familia, por lo que no es de extrañar que sea la canción elegida para cantar a dúo.
Espejo ritmos posee unos ritmos mucho más movidos, buscando la mirada a reivindicar los pueblos la hermandad por encima de la invasión y de las guerras. Mirar al futuro, a sabiendas que todo se repite y hay que cambiar, tono con ciertos toques de folk llevándonos al pueblo, a los orígenes. Aunque su letra no sea del todo positiva, plasma la realidad.
Alzheimer visibiliza lo que desde fuera se ve lo que sufre un paciente de esta enfermedad, y está contado con una gran sutilidad, con la misma lentitud que los recuerdos se pueden ir, y con el sosiego que necesitan ser tratados. La letra la tenía compuesta hace mucho tiempo, cuando su abuela pasó por la enfermedad, pero no la llevó a canción hasta que cayó en las manos de Pablo Cebrián, parte responsable de algunos de los giros de este disco.
Tal y como nos contó hace unos meses Ruego nació por una vivencia: “Hace 20 años, en un paseo nocturno, una trajinera me llevó a través de los canales de Xochimilco (México) hasta un Altar de la Virgen de Guadalupe. Aun no siendo creyente, le pedí un deseo que acabó cumpliéndose. La canción “Ruego” relata esa historia; y las cosas sucedieron tal como las cuento”
Como cada uno interpretamos las letras de una forma distinta, y aquí con El viaje cada uno navegaremos por lugares distintos, podemos pensar que nos está contando la razón del título del disco y ahondar por Fellini, pero también podemos vernos inmersos en una canción social, por esos migrantes que quieren una vida mejor y lo buscan con un cambio de país. Muchos ritmos hispanos en esta canción al igual que en las anteriores.
La arena del circo, vuelve a buscar la conciencia, con una letra con un gran son. Un grito hacia los débiles como dicen en la letra, pero con un aporte de ironía donde cada uno buscará el fondo de lo que nos canta a ritmo de tambores, y con una voz de fondo, no la suya, cual garganta que no puede parar. La gente piensa que la realidad es el deseo de la realidad… esa estrofa que sigue con más mensaje nos puede llevar a un pequeño rap al final de la canción.
Inicios con guitarra eléctrica no quiere decir que nos vayamos a encontrar con una canción mucho más potente en ritmo, y lo que nos encontramos es una gran energía emocional, en busca de la esperanza, del amor, las ilusiones, Una letra que conmueve, que te eriza la piel. Eso es Rastros, un canto al amor del ser y la tierra.
Incide en ritmos isleños y africanos con La delicadeza, describiendo las escalas sociales y la fragilidad del hombre. En todas las canciones denuncia, que ha incluido en El viaje intenta sumergirnos en metáforas que nos puedan dejar llevarnos hacia lo positivo, o por lo menos lo reflexivo.
Quitar fronteras es lo que busca en Sueños. Buscar el equilibrio y la igualdad es todo uno es una canción con mucha sonoridad, con mucha fuerza. Este tema es algo que es recurrente en este disco, como en otros anteriores, pero aquí con más potencia, porque en cada canción se busca no tener olvido y tener recuerdos por siempre.
Penúltima canción con Arroró para un miliciano, podría llamarse una canción de cuna, con la luna de protagonista, esa luna que ve lo negro y lo blanco, lo bueno y lo malo, del día y la noche. Para finalizar Atravesar una isla: terminar con una búsqueda, con una ilusión, con la llama del amor y de la humanidad, puede que con esta última composición haya hecho un compendio de todo lo anterior escrito.
Una delicia de disco, donde Pedro Guerra despliega su voz en composiciones nada efímeras, con gran solidez. Una invitación a escuchar con tranquilidad esas 13 letras que se conjugan entre ellas, como hilo conductor que lleva a la conciencia de la tierra. Invito a buscar cuántas veces está la palabra presente en todo el disco, es algo llamativo que nos lleva a la tierra. Como ya he comentado antes, todo lo que he escrito es lo que yo percibo al oír las canciones, que puede o no que ver con lo que Pedro Guerra nos quiere trasmitir.
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