Los sábados del mes de junio Laura Marvo, Laura Mayo y Lidia Galiana se suben al escenario de Nueve Norte Teatro bajo la dirección de Esteban Ciudad para representar Ilusiones

¿Cómo ha sido la preparación de cada uno de vuestros papeles?

-Laura Marvo: Creo que todo el mundo puede empatizar con los personajes, y que todos tenemos un poco de ellos. Para mi es muy importante que los personajes sean humanos y reales, que estén vivos, así que para prepárame el personaje de Susi, busqué las cosas que tenemos en común, y traté de ponerme en su situación, como reaccionaria yo ante las cosas que le pasan, en qué momento se encuentra ella y como se enfrenta a todo. Para mi es un trabajo de empatía con el personaje y de no juzgar, de vivir a través de sus ojos.

-Laura Mayo: Yo he nacido en Leganés, concretamente en el barrio de Zarzaquemada. En mi adolescencia sufrí varios abusos, sin llegar jamás a nada grave, por parte de los “malos y malas” del barrio. Te pedían dinero, te intentaban meter en peleas, robarte las gafas nuevas… Incluso digo que a veces he pasado miedo, sino por mí, por situaciones que he vivido.  Mi barrio era y es maravilloso, ahora ha cambiado mucho, pero como todos los barrios, hay de todo. No me han faltado referentes para construir a Rebeca. Al final todo tiene un sentido. 

-Lidia: Es la primera vez en mi vida que me preparo a la vez tantos personajes, seis en total. Ha sido todo un reto, pero he disfrutado mucho. Con toda la pandemia, llevaba mucho tiempo sin actuar, y tuve una pequeña crisis a la hora de afrontar los papeles, por eso fue crucial el apoyo y la guía del director. Ahora recuerdo ese momento con gracia, y me alegra ver que al final lo conseguí con su ayuda y la de mis compañeras. El camino de búsqueda me resultó complicado, no porque fueran seis personajes distintos, a fin de cuentas, trabajar cada uno de ellos por separado es lo que llevo haciendo siempre con cualquier otro personaje. Era más bien mi situación personal en ese momento. Me puse barreras a mí misma y me costó liberarme y dejar fluir para volver a trabajar como siempre. Agradezco mucho la experiencia, porque la verdad es que nunca había tenido una crisis a nivel interpretativo, y me encantó poder superarla con su ayuda y después comprender que tampoco es para tanto. Que estas cosas pasan y que simplemente hay que esforzase y superarlas. Ahora, cada día que pasa disfruto más de la obra, cada función siempre es un subidón que me recuerda lo mucho que me gusta esto.

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¿Qué aportación personal dais a cada uno de vuestros personajes?

-Laura Marvo: Me he inspirado mucho en mi madre. Al igual que mi personaje, Susi, fue madre muy joven y era una chica de barrio que nos sacó adelante a mi hermano y a mi sin apenas recursos, y renunciando a sus sueños y a sus estudios, siempre trabajando duro para que no nos faltase nada. Cuando leí a Susi por primera vez, mi madre estaba súper presente en mi cabeza, pero también lo estaba mi yo adolescente. Así que supongo que Susi tiene un poco de las dos. 

-Laura Mayo: Lo que más me preocupaba era que mi personaje fuera creíble y no cayera en el prototipo o caricatura de “chica mala” o “choni” de barrio sin ningún atractivo y/o verdad. En el típico “soy mala porque sí”. He recordado y he trabajado para tratarla con dignidad y respeto. Para entender por que es así. Lo que me gusta de Ilusiones es que respeta a sus personajes femeninos y muestra que a la gente común también le pasan cosas interesantes y que merecen todo el respecto y aceptación. No burlas en televisión. Aunque a veces pensara que me estaba pasando de rosca me decía “Yo he conocido gente así”.

-Lidia: Salvo Rocío, todos los demás personajes que tengo son muy divertidos, algunos más histriónicos que otros, y yo soy un poco payasa en la vida real. Dentro de que cada personaje tiene su propia personalidad, intento implementar ese toque de humor con mis propias payasadas.

Es una obra que parece muy medida, todo muy hilado, ¿hay margen a la improvisación?

-Laura Marvo: Puede parecer que al ser un texto coloquial y actual se puede improvisar, pero nada más lejos de la realidad. La comedia es un reloj y tiene que estar cada palabra y cada ritmo muy medido para que todo funcione como debe. No improvisamos en ningún momento, todo lo que se ve, está escrito en el guion.

-Laura Mayo: Ninguno. Muchas personas nos lo han preguntado antes. Parece, pero no. Otra de las cosas que me maravilla de esta obra es su texto. Está escrito con el mayor sentido y precisión. Esteban hizo un trabajo excelente. 

-Lidia: No. La verdad es que está todo controlado al milímetro. Es como una coreografía. Si hay algún error, el público no lo nota, pero nosotras sabemos perfectamente que no funciona todo de la misma manera si alguna cosa se sale de la estructura.

http://sarac.es/representado/laura-mayo/

¿Qué es lo que os ha resultado más fácil y cuál lo más complicado?

-Laura Marvo: Para mi lo más fácil ha sido tener la suerte de trabajar con dos actrices maravillosas, como lo son Lidia Galiana y Laura Mayo, de verdad que es un regalo verlas trabajar y compartir tablas con ellas. Aprendo mucho cada día de su talento y le ayuda a mi misma a crecer como actriz. Lo más complicado ha sido, y es, sacar adelante un proyecto con el Covid presente. Nos tenemos que hacer test cada semana, y para los ensayos ha sido complicado por el tema de las mascarillas. Además del aforo limitado en la sala.

-Laura Mayo: Lo más fácil ha sido amar a mis compañeras y a mi director. Aún con nuestras diferencias, siempre hemos dialogado sobre todo y hemos podido llegar a buen puerto. Encontrar eso es difícil. ¡Y espero que así siga! Trabajar con elles ha sido un regalo del universo. Así todo es fácil. ¿Difícil? Como decía antes, controlar la rosca para no pasarme y desparramar toda la energía por ahí, que Rebeca fuera una mujer creíble, no odiada y respetada. ¡Ah! Y ensayar online, después confinados y más tarde con mascarillas también ha resultado un poco dificilillo jejeje

-Lidia: Lo más complicado para mí ha sido ensayar a distancia. Soy un culo inquieto, no puedo estar mucho tiempo sentada, y memorizo mucho mejor los textos haciendo mil veces las escenas. Lo integro todo mucho mejor. Pero, con la pandemia, el 70% de los ensayos fueron por video llamada, y después nos juntamos lo estrictamente necesario para ensayar en persona unas cuantas veces antes del estreno. Sin duda esa así la peor parte de la experiencia. Las circunstancias lo requerían, pero a mí me pasó factura. Lo más fácil es trabajar con las Lauras. Ambas son unas actrices excelentes, y es un honor currar con ellas encima del escenario. Están al pie del cañón con todo y puedes confiar plenamente en ellas tanto en las tablas como fuera de ellas. Es extremadamente sencillo trabajar con compañeras así. Hace que todo tenga aún mejor sabor.

En las actuaciones hay mucha vitalidad, pero a la vez mucha contención, y a mi parecer es algo que compensa el drama y la comedia, ¿cómo trabajáis ese ritmo, esa forma de expresión? 

-Laura Marvo: eso es todo trabajo de dirección. Esteban es muy perfeccionista y meticuloso y nos ha sabido guiar perfectamente para que el ritmo sea el adecuado en cada momento. Para que funcione la comedia pero que el drama esté presente y toque al espectador. A veces creemos que si marcamos mucho un chiste hace más gracia o si lloramos mucho el drama es más grande, y para nada. La contención funciona mucho más, es más orgánica y real. Y creo que Esteban ha sabido dirigirlo todo muy bien para lograr ese equilibrio.

-Laura Mayo: Escuchar a tus compañeras, para mí, es la clave. Esteban hizo mucho hincapié en eso. Responder a lo que ellas te estén dando en ese momento. Vivirlo de la manera más real posible. Al trabajar de esa manera la obra se mantiene fresca y viva. No todas las funciones van a ser igual, no pueden ser iguales. Lo que sí lograremos es transitar juntas por cada emoción que nos vaya surgiendo. Además, ya estamos en el punto del disfrute máximo, sin pensar en el texto y sin tener los miedos propios del estreno y siguientes funciones. Ahora es cuando juegas de verdad. 

-Lidia: En esto queda claro que la visión del director es decisiva. Además, nosotras somos conscientes del ritmo, sí, pero no se ven las cosas igual desde fuera, y una visión externa es importantísima. Realmente, Esteban es quien nos ha guiado por el camino con tino y paciencia.

@LidiaGalianaActriz 

No sé si cuando cada una tuvisteis en vuestras manos vuestro papel, buscasteis un referente, otro personaje que hubierais visto antes. O si Esteban pensaba en alguien en concreto. Por ejemplo, yo al salir de la obra, el personaje de Rebeca me llevó completamente al personaje de Candela Peña en Princesas. 

-Laura Marvo: Bueno, esto ya lo he dicho antes, para mi Susi es una mezcla de mi madre y de mi. No me fijé en otros personajes ficticios ni en el trabajo de otras actrices. Creo que cada uno tiene su proceso de creación de personajes, y a mi me funciona más buscarle su lado más humano.

-Laura Mayo: De nuevo, mi barrio y las personas que han vivido allí. He estado 27 años creciendo con gentes increíbles que en su día y sin saberlo, me estaban ayudando con un futuro trabajo. 

-Lidia: Para la recepcionista sí que me llegó a dar un ejemplo claro de lo que él imaginaba, pero, en general, no me fijé en ningún otro o referente porque mis personajes están muy bien escritos y delineados y sentí que tenían vida propia desde el principio. La única excepción es Rocío. Yo soy de barrio y toda mi familia también. Hay un pasado muy arraigado de experiencias personales, y también cercanas a mis familiares, que me han servido mucho para interpretarla.

¿Creéis que si los protagonistas fueran hombres la obra hubiera tomado otro matiz?

-Laura Marvo: Puede ser. Quizá sus inquietudes y preocupaciones serían otras. No lo sé. Aunque me gustaría saber cómo sería esta historia contada desde los ojos de tres hombres.

-Laura Mayo: Son dramas que he visto tanto en hombres como en mujeres, pero diría que sí. Quizá las reacciones violentas serían distintas, el sentimiento, sufrimiento y trato hacia los hijos también. La vivencia de la amistad y cómo demostramos afecto también nos distingue. Entre muchas otras cosas. 

-Lidia: Por supuesto. Al final, socialmente, tanto a hombres como a mujeres, se les ha condicionado a través de la educación y de las convenciones sociales. Todo está cambiando y evolucionando, pero estoy convencida de que la vida de una mujer o un hombre de barrio de 30 años, que han nacido a finales de los 80 en España, ha estado marcada por estigmas sociales muy distintos, que afectan, inevitablemente, en su conducta y en sus pensamientos. Eso no significa que la obra no fuera a resultar igualmente divertida e interesante, pero no cambia el hecho de que la perspectiva sería distinta, aunque el mensaje fuera el mismo.

En Ilusiones se lleva a debate la amistad, el trabajo, la familia, el amor, la fama… ¿Qué parte es la que más ha costado desarrollar en el guion.

-Esteban: Cada uno de esos temas va de la mano con los otros. Las protagonistas son mujeres adultas criadas en un barrio humilde. Han vivido mucho. Fue orgánico y natural tocar cada uno de esos temas. Creo que el público sale emocionado y con ganas de hablar, porque se siente identificado con esos temas universales.

www.estebanciudad.com

¿Cómo se pasa de la comedia a la reflexión casi sin dejar respirar al espectador?

-Esteban: Ilusiones es una comedia. El público ríe mucho durante la mayor parte de la obra. Sin embargo, para Susi, Rebe y Rocío, su historia no tiene nada de gracia, es su realidad. Ese contraste es lo que te hace pasar de una emoción a otra. Mi intención era lograr ese contraste. Creo que no hay nada más serio que una buena comedia.

Son tres perfiles, los protagonistas, muy diferentes los que tratas en la obra, ¿Cómo se perfila cada uno de ellos y cómo se busca el equilibrio? 

-Esteban: Lo importante para mí era centrarme en sus diferencias.

Rebe es la eterna Peter Pan, quiere ser joven y popular para siempre, hacerse respetar, ser famosa y vivir bien sin esforzarse mucho.

Susi, con la sensación de ir tarde, quiere tomar las riendas de su vida, asumir su situación vital y aprender a madurar.

Rocío se alejó del barrio hace años, por su bien, y su visita tiene un motivo de peso.

Son tres mujeres criadas en el mismo barrio, pero que han madurado de maneras muy distintas.

Habéis tenido muy buena acogida, no sé si ya tenéis más funciones programadas más allá de este mes de junio. 

-Laura Marvo: A todos nos encantaría seguir programados mucho tiempo. En Nueve Norte nos están tratando muy bien y estamos muy contentos. En verano en Madrid el teatro suele funcionar un poco peor, así que seguramente hagamos el mes de julio, pero en agosto hagamos pausa. Pero con intención de volver en septiembre. Aún queda Ilusiones para rato.

-Laura Mayo: Seguir en julio sería el siguiente paso. A ver cómo se nos da este mes. De momento pinta bien. De ahí, todo lo que venga será bienvenido. Nosotras nos seguimos esforzando por que se de a la luz y siga creciendo. 

-Lidia: Estamos extasiados con el recibimiento, teniendo en cuenta la situación actual mundial, es una verdadera suerte estar llenando tanto. Seguiremos una parte del verano, pero es probable que nos tomemos un descanso para volver a la carga en septiembre.

Un sueño por cumplir

-Laura Marvo: Para mi el sueño a cumplir con Ilusiones es conseguir estar mucho tiempo en cartel y seguir llenando el teatro como hasta ahora, y si hay una gira por España, ¡mejor!

-Laura Mayo: Tener mi propia compañía de teatro, con mis amigas y compañeras y mi director, y hacer teatro que siga ilusionando. El arte es el arma más maravillosa que existe para conectar a la gente, vengan del barrio que vengan o del país que sea. 

-Lidia: No negaré que mataría por estar programada en un teatro grande. Tuve la suerte de trabajar en uno como acomodadora durante un tiempo, y siempre que me subía al escenario a recoger algún decorado, me paraba durante unos segundos en el enorme escenario, miraba el gigante patio de butacas y me rezaba internamente por verlo lleno algún día por alguna obra en la que yo estuviera trabajando. No estaría nada mal conseguirlo con ILUSIONES, porque amo la obra y no podría cumplir ese sueño en mejor compañía que con las Lauras.

-Esteban: ¿Un sueño? ¡Tengo miles! Centrándome en Ilusiones, mi sueño más cercano sería seguir llenando Nueve Norte durante mucho tiempo, hacer gira nacional y temporada en Madrid en un teatro más grande. Y me haría feliz que, tras Ilusiones, a Laura Mayo, Laura Marvo y Lidia Galiana, les salieran muchas propuestas de trabajo. Lo que hacen en Ilusiones no es fácil. Son tres actrices maravillosas.

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