Javier Ojeda presenta hoy su último trabajo. DeCantando, del cual ha ido sacando poco a poco singles. El disco es la combinación de dos, unas canciones son propias de Javier y otras no, pero él ha sabido imprimir su sello en cada una de ellas y que no se note mucho o nada la diferencia. Hemos podido hablar con él al respecto de este disco y de su carrera musical.

Su anterior trabajo fue, Días de vino y cosas, y cómo gustó mucho quiso seguir esa línea, pero llegó la pandemia, muchas canciones escogidas y ganas de componer, así que fusionó. Casi la primera íntegra es propia y la segunda parte adaptaciones. Intento imprimir siempre mi sello a las canciones, pienso que no tiene mucho sentido hacer una versión y que sea muy parecida al original. Intento imprimirle mi alma, que parezca que está creada para mí.

Mirando su discografía es curioso ver que sus discos son extensos: esto es debido a que vengo de lo analógico, el vinilo, luego vino el CD y dice que la duración se excedió un poco, y este trabajo creo que ronda los 50 minutos.

Admite que se han quedado canciones fuera que estarían preparadas para salir, pero que para este disco no las incluyó porque quería mejorar la base rítmica. No siempre, pero en algún momento estas canciones pueden ser incluso parte de un concierto, pero tiene que darse la ocasión, el entorno propio para ello, porque no todos los conciertos son iguales.

El videoclip de No sé decirte adiós está grabado en La cueva del tesoro, de origen marina con superficies redondeadas. No era la idea inicial, grabarlo allí, si no en un hotel con aire retro, ya que la instrumentación es de los años setenta, Barry White, pero no nos dieron el permiso, y habíamos estado en la cueva de visita con Martha High corista de James Brown y se le ocurrió a mi mujer. Yo no veía la relación, la verdad, pero al final le vi significado: estábamos los músicos como si estuviéramos encerrados en una cueva durante el confinamiento y la pandemia, todo el mundo haciendo música esperando salir para mostrar nuestro trabajo.

No se puede quejar de tener conciertos, unos 50 de aquí al septiembre y más que le irán saliendo. Ahí en esta parte se le nota una agradable sensación de vivir un buen momento tras un tiempo de parón, como todos los artistas y el ahora está con la agenda repleta. Además de los conciertos este disco DeCantando se presentará el próximo día 9 en Málaga en el Castillo de Gibralfaro realizando grabación en audio y video del concierto.

Tras casi 40 años de carrera dice que comenzó en Danza invisible como el aprendiz, formándose como cantante, y poco a poco como compositor para luego después crear su carrera en solitario. La decisión de haber seguido al mismo tiempo con Danza ha sido muy placentera y muy acertada, porque lo que ha primado es pasárselo bien, estar feliz tocando y compartiendo música con amigos. La dualidad de tocar en solitario y con danza dice que le encanta porque no toca el mismo repertorio, músicos distintos, y eso le hace sentirme más completo en la música.

Foto de José Cortés

Con sus compañeros de banda sigue trabajando fuera y dentro de Danza. En este disco hay dos canciones No sé decirte adiós y Pájaros libres que las ha compuesto con Antonio Luis Gil, por lo que tiene una instrumentación muy propia de danza. Javier nos cuenta que llevan todo con mucha naturalidad.

Si nos paramos a escuchar su música nos encontramos con rock, pop, soul, jazz, y muchos géneros más, y el admite que es el reflejo propio de lo que oye, que como oyente es muy variado, eso sí, reconoce que le encanta el flamenco pero que es un género que no llega a cantar, porque no le sale, aunque sea andaluz. Tiro mucho más por la música más orgánica, no tengo una base electrónica como para insertarla.

Gran parte de la gracia y el misterio del mundo de la canción radica en que no hay una fórmula infalible para componer, no creo que haya ningún compositor que componga igual siempre. Hay veces que sobre la base musical hago la letra, otras que sobre la letra busco una melodía, y a veces una canción está formada por trozos de canciones distintas, todo muy dispar. Esto es lo que nos cuenta sobre su forma de componer.

Foto de José Cortés

Antes ponerte a vender discos después de un concierto parecía hasta cutre, algo que ahora es habitual y casi necesario. Hoy en día recuperar la inversión de la grabación de un disco es a base de promoción que haga que te salgan más conciertos. Creo que la música necesita una buena regularización, porque está muy mal pagada, ya no por nosotros que llevamos tiempo, más por los grupos noveles que aparecen. Ahora mismo en la música el más desprotegido es el artista. Porque incluso en plataformas todo está controlado por las grandes cadenas, los anuncios, a los grupos que te remiten, son un mundo que están sometidos a las grandes compañías.

Hace poco que hablamos de A este lado de la carretera. La magia de Danza Invisible y Torremolinos y Javier Ojeda espera al igual, que el director Juan Antonio Hergueta que la película se pueda presentar este verano en Málaga, y que finalmente se pueda ver la copia final, ya que la que se presentó en el Festival de Málaga no fue la definitiva. Ahí ya se dejaba entrever lo que en parte destaca Javier de su necesidad de disfrutar de la música y compartirla con amigos. Admite que ni el, ni sus compañeros que no se creían que fueran protagonistas de una película y se sienten muy afortunados, de poder ver su recorrido y seguir compartiendo su música.

Un sueño por cumplir: Me hubiera gustado dominar bien la guitarra y tocarla en directo, haber tenido paciencia para dominar el instrumento.

Javier Ojeda con el tiempo ha mantenido su armonía vocal, manteniéndose en una sonoridad que lleva su música al oyente, invitando siempre a la diversión, aquí vuelve a incidir en disfrutar de la vida, tanto con sus composiciones propias como con las adaptaciones. Y sí las canciones hablan del vino, pero sus fotos son más de whisky, de ese que dice que se bebe una copita antes de subirse a un escenario, y no, no hay decantación de vino, hay canciones de vino. Lo mejor de este artista es que habla a corazón abierto, sin filtros, diciendo lo que siente en el momento y creo que eso es lo que trasmite su música, la energía personal que quiere llevar a su música, pero sobre todo a un directo. Y aquí os dejamos con este videoclip que plasma ese humor que tanto le caracteriza, y incluyendo además un puntito de música disco a la canción:

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