Gus Sánchez está con su segundo disco en solitario y ahora mismo presentando dos singles: En la estampida y Hoy solo importas tú
Tras el disco publicado el año pasado por Gus Sánchez, Cometas siderales, y viendo que los conciertos no eran viables tras el último single en verano del 2020, vio que la única forma de sacar todo lo que tenía dentro era componer y componer para expresar lo que sentía. Se reconoce impaciente, y le gusta canción compuesta, canción terminada, canción grabada, como él afirma.
Dicho y hecho. Así ha ido haciendo desde entonces hasta este momento, grabando lo que le iba naciendo. Decidí que este segundo disco en solitario fuera sin una continuidad programada, si no que iba a salir según fuera surgiendo. El proyecto hemos querido que sea un reflejo de lo que son los conciertos con mi banda y por eso hemos grabado en directo. Hemos tenido que buscar una sala un poquito grande, ya que somos unos cuantos, casi doce personas, pero así hemos conseguido el sonido que queríamos conseguir, como si fuera un directo, y estoy muy orgulloso de cómo está quedando.
No irá single a single, va a ir de dos en dos, ya salió Frío y Causa y efecto, y ahora nos deleita con En la estampida y Hoy solo importas tú. Frío es una canción compuesta para un dúo con Sole Giménez, escrita expresamente para ella y que él mismo fue muy exigente hasta lograr algo en lo que ambos empastaran. Es verdad que ya en su anterior trabajo tenía colaboraciones, aunque nos cuenta que no es algo que busque para el disco en concreto, más bien aparece y si cree que puede encajar para él suma. En estos momentos puede que aparezca otra más, pero hasta que no esté completamente confirmado no quiere comentar mucho más. El 30 de septiembre sale Qué nos ha pasado, y si os apetece escuchar un fragmento podéis encontrarlo en sus redes sociales.
Había un deseo en la persona y artista Gus Sánchez y era sonar a banda. Toda la razón, sus discos en solitario tienen esa esencia de la banda, de la música bien compartida y compaginada, de la fusión de sonidos y melodías, que nos llevan desde ese túnel negro de la melancolía a sus últimas canciones que ven la luz y el tono es otro, pero con banda, con ritmo, con mucho aire en instrumentos y mucha fuerza vocal y en mensaje. Pero ante todo con elegancia en todo el conjunto, hay armonía tanto en el disco anterior como en este, se nota el esfuerzo por trabajar en equipo.
Gus Sánchez. aunque este en solitario es su segundo, disco tiene un gran bagaje profesional, allá por el 2000 estaba en el grupo Condena2, como dice con un éxito relativo, con la compañía de Rosana, y poco después se vieron sacudidos por la crisis discográfica y ahí lo dejaron, Borja Montenegro, su compañero eligió el camino de ser instrumentista, y en estos momentos es su productor, y él eligió decantarse por la composición para otros artistas.
Me encanta componer y escribir, siempre pensé que subir a un escenario fue un accidente, pero en los últimos tres años he tenido muchos cambios en mi vida y situaciones que me removían mucho, y me parecía todo mucho más personal lo que componía para que fueran destinados a otros. Me apetecía defender esas canciones yo, pensé que iba a ser esporádico, pero vi que tenía muy buena acogida, ya que tenía la inseguridad de aquél que había estado fuera de esa faceta, pero la gente me animaba a hacer más y ahí sigo, en ese momento estoy.
Si no miras a pantalla y oyes su música no hay individualidad, suena a banda completamente, y era según dice sonar a banda lo que quería, tiene como gran referencia a Carlos Goñi de Revolver o Quique González que suenan totalmente a banda. Sobre todo, quiere huir de ese encasillamiento de la palabra cantautor, a ellos nadie les ve así, y el desea lo mismo, que les miren como un conjunto, aunque sea su nombre y él quien componga. Le gusta más autor de rock: quiero ser una banda y sonar a banda, aunque sea el máximo responsable y sea quien tome el riesgo, quiero que la banda esté a mi lado y que caminemos juntos. fuera de España esto es muy habitual, aquí no tanto.
Está muy contento cómo está llevando esta nueva etapa, ha notado el cambio por la responsabilidad, pero nada en el resultado, a nivel de sonido ha encontrado lo quería, sonar como una piña y ser un grupo compacto, siendo siempre los mismos y no con músicos de sesión, algo que es muy habitual pero que particularmente no cree que sea lo mejor para el resultado en el escenario, pero sabe que la industria se mueve así.

Admite que desde el desamor es más fácil escribir que desde la euforia, y su primer disco es pura melancolía y nostalgia, el poso de lo que llevaba dentro lo plasmó perfectamente, pero no nos confundamos con el nuevo disco, que ya tiene otro matiz, otro fondo de luz más brillante en la positividad. Además, esa potencia de sonido con instrumentos de viento le da una gran potencia y una vitalidad extraordinaria que enfatiza lo positivo para no caer en la repetitivo y buscar un cambio en este nuevo disco. Estoy intentando sonidos enérgicos y potentes y aunque las letras tengan su poso de romanticismo canalla, como me decía un periodista el otro día, si sean más alegres a nivel de sonido y más cañeras, estas dos últimas canciones que hemos sacado para mi es un chute de energía.
Admite que le gusta la sonoridad del viento metal en el rock ya que, aunque él no toca, estudió en el conservatorio en la sección de viento, exactamente clarinete, algo que nunca utiliza en sus canciones, pero sí entra el saxo, que aporta un color muy bonito y que encima da el subidón que requiere lo que expresan sus canciones, según Gus Sánchez, sin necesidad de meter otros sonidos, pero sí añadiendo a ello el piano y los coros, todo ello cuando la canción lo requiere, y así impregnar con un sello propio sus canciones.
Se reconoce autoexigente en las composiciones, no le vale cualquier cosa, necesita contar verdad en sus letras qué para él, sobre todo en este disco, es quitarle crudeza a la vida con la musicalidad que está imponiendo en sus letras y melodías. Admite que le gusta la sonoridad del viento metal en el rock. Puede componer una canción en un día como en dos meses, lo que tiene claro que si una frase le llega ya sabe que el resto está hecho.
Esperamos a ese día 30 de septiembre para descubrir un poco más el telón de la luz que este autor de rock está viendo en sus días y que después trasmite en sus canciones.