Lucía Martínez es una persona muy, muy positiva y mira siempre hacia delante. Desde siempre quiso dedicarse a la música, no tenía otro objetivo, esto hizo que comenzara desde muy joven, aunque para ello tuviera que irse fuera de España para formarse. Partió de la música clásica y world music para desencadenar en el jazz, pero siempre con la percusión en su pensamiento.
Aunque hubiera querido comenzar su carrera aquí, admite que también tiene sus ventajas hacerlo en Europa, con otros artistas, con muchos estudios en percusión clásica, jazz, composición de cine, y de investigación, admitiendo que cuesta posicionarse sobre todo en España, de hecho, nos cuenta que la mayor parte de sus conciertos no son aquí, así que es todo un lujo que Lucía Martínez esté en FeminaJazz.
La batería y el contrabajo son dos elementos más minoritarios en el mundo del jazz para la mujer, sobre todo en España, porque fuera poco a poco está cambiando y normalizando. Además, existen muy pocos gestores culturales, sobre todo en el ámbito público, que hagan cultura para aprender y para desarrollarse, programan más en función de la demanda popular, de llenar sala, cuando realmente el dinero público es también para eso, porque existe el ocio y es necesario, pero también para sustentar un desarrollo cultural, y eso es lo que quizá no se desarrolla en España como debiera.
Como dice Lucía estar en FeminaJazz es todo obra de mujeres, a ella la oferta le llega por parte de otra mujer, toda una cadena de mujeres haciendo piña para unirse y fomentar la cultura. Admite que el término en concreto para la mujer en el jazz no es que sea reconocida, si no programada como aquí en el festival, porque por experiencia y como lo ha sentido este verano en los conciertos en España que ha tenido se ha visto totalmente reconocida y recompensada por el público, el problema para ella es la programación, el gestor cultural y las altas esferas que mueven el dinero. Menos mal que hay propuestas como FeminaJazz que visibiliza a la mujer en el jazz.
En el festival va a presentar Calma con su cuarteto portugués, lleva muchos años con ellos. No ha sido fácil su creación, porque ella está viviendo entre Sevilla y Berlín y el resto de componentes en Oporto. Todo ha partido de composiciones que comenzó en el confinamiento pero que ha ido cambiando, ya que no le llenaban demasiado, y llegando a sonar a eso, a calma, y todavía está terminando ese repertorio que tocarán por primera vez en el Café Berlín el día 15 de octubre dentro de FeminaJazz.
No soy la típica que se sienta al piano y escribe una canción, soy mucho más de escritorio, de estructurar todo el programa pieza por pieza, intento organizar las energías de todo el programa, si hay una parte melódica encontrar una parte más abstracta o algo más enérgico. Las armonías a veces las reviso al piano, mi estudio es así, entre un piano, una mesa y una batería al lado.
Lucía Martínez mezcla desde el jazz, folk, flamenco a los sonidos gallegos y ella lo llama fundido, que donde va, va metiendo cosas en su maleta que acaban siendo ella con todo lo que ha vivido, sin poder negar que ha tocado mucho la gaita y en bandas de las mismas, tampoco la música clásica, ni la que escribió en Berlín, ni en Colombia, para ella su música es el collage de todos esos lugares que han llenado su maleta.
En estos momentos está de profesora en Sevilla, pero con una particularidad, la implicación que tiene con sus alumnos no haciendo de su enseñanza una monotonía, todo lo contrario, buscando el dinamismo que da el jazz y la posibilidad de improvisar y llegar a distintas músicas, sintiendo casi como otra alumna más. Por eso mismo uno de los lugares donde quisiera tocar es en Argentina, donde le gustaría experimentar con el tango moderno, pero también dedicar un tiempo en un país Senegal, donde la percusión y el baile, dice ella, la música va mucho más allá, resultando algo casi espiritual, que trasciende en otro sentido. Para Lucía sería un buen sueño conseguirlo.
Así qué seguro que el cuartero Lucía Martínez (batería, percusión y composición), João Pedro Brandão (saxo alto y flauta travesera), Pedro Neves (piano) y Carl Minnemann (contrabajo) -nos sorprenderán con su concierto presentando su nuevo disco, Calma, con sus maletas cargadas de experiencias, de sueños y de melodías que sobrevuelan ciudades.