No es fácil asomarse a Pleasure sin sentirse incómoda, no por la temática en sí, si no por enfrentarse a una historia delicada, a un mundo lleno de recovecos, de tabúes y de tópicos, y una vez vista la película hay una división entre pensar si realmente está hablando sobre la ambición de la protagonista o del poder del sector, pero reposada la cinta se puede decir que ni todos son tan buenos ni todos son tan malos, tópico pero veraz, para que todo quede en tablas. Una cinta que destaca por su veracidad en pantalla, con una exquisitez en montaje y por su forma en imagen, no hay miedos, solo verdad.

Jessica tiene 19 años, es joven, guapa, y decidida, o al menos eso cree, ella. Cambia Suecia por Los Ángeles como lugar de residencia, para convertirse en Bella Cherry. Ella desea a toda costa ser una gran estrella del porno, la mejor. Poco a poco tendrá que dejar su inocencia para enfrentarse a las realidades que el mundo ha elegido tiene escondidas para ella. Ascender en ese escenario no es fácil y con el tiempo se dará cuenta.

Pleasure es la ópera prima de la directora Ninja Thyberg y desde luego sale solvente de esta su primera presentación de su largometraje, en el año 2013 la directora presentaría su cortometraje del mismo nombre en Cannes, siendo la temática lo que oía entre bambalinas, que una joven iba a rodar unas escenas duras.

Seis años de investigación han dado fruto a una película sincera, dura, veraz y valiente. Pero la dirección no ha sido lo único novel en la película, la protagonista Sofia Kappel se ha enfrentado al duro papel de Jessica sin ningún pudor, con la timidez que precisaba al principio, con la arrogancia después que le impregna la experiencia y las trabas para superarse su personaje

Ninja Thyberg es la única actriz en la cinta, el resto de personajes vienen del mundo del porno, representándose a sí mismos o a alguien del sector. Esta parte está muy bien elegida por la directora, que posiblemente sea fruto todo ello de su investigación ya que incluso por momentos parece que nos encontramos ante un documental ficcionado y esto lo da esa cercanía que cada actor/personaje tiene con el ambiente que está tratando la directora.

La primera escena ya describe en parte a la protagonista, cuando declara en la aduana del aeropuerto que su viaje es de placer. Es un personaje que la directora ha dibujado por capas, seguramente cada una de ellas correspondería a alguna de las propias actrices porno. Quitando fuera los estereotipos marcados por la industria, detrás de cada personaje está esa persona con sus dudas, con sus miedos, pero también con sus ambiciones y su fuerza y ante todo una meta, que aquí es lo que se muestra, pero ¿a costa de todo, de cualquier cosa?

Pleasure no se queda meramente en ese mundo interior del porno, busca lo que rodea a la protagonista con su entorno, con sus compañeros fuera de un rodaje, con su familia, queriendo ver lo que hay de normal en ese día a día de una industria y un trabajo para muchos extravagante, y lo que se ve es esa ambición por sobresalir, pero no por dinero, si no por un nombre, las amistades y los odios que se crean, las envidias, los recelos, como puede ocurrir en cualquier sector laboral. Todo con secuencias a veces tan surrealistas como reales desde la mirada y actuación de una mujer.

Entre drama, thriller y documental la directora nos lleva por el mundo del porno desgranando situaciones, para algunos normales para otros tensas, destacando la naturalidad en todas ellas en busca de exponer en bandeja un mundo tabú que tiene todos los defectos que cualquier otro trabajo cuando no es consentido lo que se realiza.

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