Desde hace unos días el disco Un año después de Mäbu, María Blanco y Txarlie Solano, está en plataformas digitales y desde hoy viernes 17 está a la venta en formato físico. 12 canciones que tienen como protagonistas las cuatro estaciones del año con una canción instrumental que dará paso a 8 temas llenos de musicalidad y diversidad musical.

El disco contiene los dos adelantos de Eps, Primavera y Otoño, que publicaron anteriormente, lo que no contiene son las colaboraciones y versiones que hicieron, pero que no es algo que descarten tener más adelante publicado. El disco estaba pensado para salir antes, pero teniendo claro que su premisa es poder actuar tras el lanzamiento de sus trabajos y meses atrás esto no era posible, porque no poder tocar en directo para ellos es un trabajo incompleto.

Es un concepto de cómo pasa el tiempo a través de nuestras canciones, de cómo nosotros cambiamos, evolucionando por medio de las letras. Es un ejercicio de sinestesia, a que nos suena cada estación, pero de lo que habla es de los estados de ánimo, me apetecía introducirme en emociones no tan agradables, porque hablo mucho de la ansiedad y de la tristeza incluso en verano, que es una estación que uno puede pensar que da canciones más alegres y lúdicas, pero para mí no es así. Por eso me apetecía escribir de cosas que hacen daño y te hace sentir incómoda, pero que el tiempo hace que todo se coloque. Este disco habla mucho del paso del tiempo en las distintas emociones, nada es perpetuo.

Es verdad que como María nos cuenta las canciones que pertenecen a cada estación no son las tópicas que podríamos pensar, pero bien es verdad que poseen la evolución de la influencia de la anterior estación en ella, porque los momentos no influyen al principio, es un puro aprendizaje y acumulación de experiencias que hace que todo vire y nos influya a posteriori.

Las letras parecen que tienen un componente de melancolía, pero realmente al final ves que en su conjunto es dejar fluir la vida con una mirada positiva, y buscar un sendero para viajar en el día a día.

Somos una banda incómoda de clasificar, bueno sí, somos pop, pero extrañamente a la gente les cuesta etiquetarnos, y por eso como no somos lo que la gente espera me gustaba jugar con la idea de que las estaciones no tenían que estar totalmente definidas. Tenemos una libertad por no estar encasillados en nada, tenemos también la libertad de plasmar las cosas como las sentimos sin esperar que la gente sienta lo mismo.

Hay dos balances en este proceso de dos años casi de pandemia, por una parte para ellos la incertidumbre de los conciertos, de la variabilidad continua y la indefensión que han sentido ante la situación en su sector, la música, y luego está la parte creativa, la mitad del disco estaba compuesto, pero pararon al comienzo de la pandemia, porque no querían que las canciones que crearan les identificaran con lo que estaban sintiendo y no querían que se quedaran fuera del contexto del tiempo vivido. El último disco de un artista es el más representativo de su carrera y aquí en «Un año después» las circunstancias han influido, sin pandemia las letras hubieran sido muy diferentes.

La madurez y la experiencia de vida es lo que ve María en su evolución compositiva, lo que tiene claro es que ha evolucionado a una necesidad de expresar incomodidades: Siempre digo que las canciones de Mäbu, en general, son canciones tristes cantadas con alegría. En los conciertos cuando explicamos las canciones el público no se planteaba realmente lo que estaban trasmitiendo, y aquí me apetecía ser mucho más directa, me interesa introducirme en la oscuridad, aunque luego el vestido sea distinto. Las luces y las sombras. Escribo así, sobre temas tristes, depresión, por ejemplo, porque creo que es una pandemia que nos afecta a todos. El mensaje de mister wonderfull me parece muy violento, buscando siempre la perfección y eso no es la realidad, son mensajes que se dicen demasiado. Por eso la evolución de Mäbu es hablar de lo que sentimos, y mucha gente nos entenderá y otras personas no, porque estén en otro punto distinto.

En la anterior entrevista me dijeron que les gustaría componer la banda sonora de una película, y durante la entrevista María se llama, con la claridad y naturalidad que caracteriza a la cantante, como peliculeros. Así que la pregunta es obvia en qué género cinematográfico les gustaría oír su música, y lo tiene claro: Tragicomedia.

Ahora el disco está en la calle y por ello la gira ya planteada, y su primera actuación será en Inverfest el 14 de enero de 2022 en el Teatro Infanta Isabel. Y están deseando que lleguen los directos, para ellos es lo más puro para ellos, lo compara con el teatro que es todo verdad. Para ellos cada concierto es único, porque cada día es distinto y cada concierto lo mismo. Es un momento único, aunque sean cincuenta conciertos en una gira, y es una oportunidad para la gente y para el artista, porque además si no cambia habría una especie de automatización que no sería nada creativo y natural, y no tendría sentido como artista.

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