Reinventarse y avanzar es el mensaje principal de Tailor, aunque hay mucho más de fondo en esta comedia donde la realidad se agolpa a cada plano, en cada secuencia. Pero aquí en este trabajo dibujado bajo el cielo de Grecia, pero que bien podría ser cualquier ciudad hoy en día, el drama es un componente bastante aguado y resistente en todo el metraje.

Nikos ha seguido la tradición familiar, es sastre como su padre. Ahora que su padre se ha jubilado es quien lleva el negocio, que no va nada bien y los embargos van llegando poco a poco hasta que la premisa del desahucio está ahí. No pierde la fe e intenta reinventarse fuera de esas cuatro paredes, que han llenado de ilusiones a su padre, y en su momento a él, ahora la calle será quien le dé la oportunidad de tener un nuevo trabajo y muchas más ilusiones.

El drama está implícito tanto en el personaje principal, como en sus vecinos de edificio. Sonia Liza Kenterman, en dirección, y con Tracy Sunderland en el guion han compuesto un mestizaje de humor, casi, mejor dicho, ironía, y drama, llámese realidad, que se compenetran a la perfección. El humor está mucho más visible en los gestos, en las miradas en esos mercadillos, los clientes y esos ancianos que ven una evolución del personaje que no aprueban, y el drama está más enmarcado en el trasfondo de la persona, de sus ilusiones llenas de trabas y de rendimiento ante la realidad en lo personal y con una visión más positiva en lo profesional.

Es una película amable, con dulzura y con ternura, pero con ese pequeño toque de amargor que sale de los personajes y de sus situaciones. Personajes encasillados en un estatus que realmente no quieren, unas vidas que les han sido planeadas casi sin consultar, y que han vivido y viven cuál autómata, hasta que llega un revulsivo, algo que les toca el corazón, en todos los sentidos.

Tailor no solo habla de los cambios laborales y de las crisis económicas; también aborda, con gran sutilidad, el proceso de los virajes de los sentimientos, de cómo afrontar las emociones y las situaciones personales que surgen en los cambios. Todo ello lo hacen con un proceso que el espectador se ve inmerso en la situación casi sin quererlo, porque se centra en el proceso laboral y lo personal poco a poco se nos va mostrando, a pequeñas dosis hasta llegar al punto más álgido, pero sin enfatizar en ello, dándole la importancia necesaria dentro de la trama a tratar en el guion.

A todo ello le podemos unir la búsqueda de la felicidad en los pequeños detalles, porque aquí en Tailor las sonrisas, que no las risas, salen con los momentos más cotidianos, haciendo hincapié en la sencillez de la vida para poder ser feliz. Algo que muchas veces se busca, pero finalmente nos encuentra.

Dirección: Sonia Liza Kenterman Guion: Sonia Liza Kenterman & Tracy Sunderland Productores: Ioanna Bolomyti, Tanja Georgieva, Melanie Andernach, Isabelle Truc Productoras: Argonauts Productions SA (Grecia), Elemag Pictures (Alemania), Made in Germany (Alemania), IOTA (Bélgica) Dirección de Fotografía: George Michelis Dimitris Dirección de Arte: Pinelopi Valti & Dafni Koutra Diseño de vestuario: Julie Lebrun Sonido directo: Dinos Kittou Música: Nikos Kypourgos Coproducción: EPT, Magellan Films,  Atalante Productions Distribuidor España: Oliete Films Reparto: Dimitris Imellos, Tamila Koulieva, Thanasis Papageorgiou,Stathis Stamoulakatos, Dafni Michopoulou

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