El próximo 7 de abril “Eduardo Pinilla Blues band“ presentarán en directo su disco “STRESS… Historias de más de una vida” en la Sala Hysteria de Madrid. 30 años en las carreteras con Burning, a la guitarra, han dado pie a que Eduardo Pinilla lance su propia banda. Aquí nos habla de su nueva etapa y mucho más, de la música en general y de la industria.
La música y el público le debe a los Reyes Magos, Majos digo yo siempre, que seas un músico con ese regalo de una guitarra ¿Qué sería Eduardo Pinilla si no hubiera tenido ese regalo?
Seguramente habría estudiado Turismo, de hecho estuve trabajando una temporada en una agencia de viajes para pagarme las guitarras y amplificadores (más profesionales) para tocar con un grupo que había formado en el barrio aunque, me gustaba la idea de viajar y conocer países haciendo de guía. Pero, a veces el destino es implacable (aún sin creer que sea lo que dirija la vida de las personas). Cuando yo pensaba que lo de la guitarra era sólo un hobby y mi futuro el de un agente o técnico de turismo, resulta que vino a trabajar a la agencia José Luis Jiménez de Topo, que ya era un músico reputado y a punto de fundar Asfalto, yo no pasaba un momento sin ir a preguntarle sobre acordes, escalas, canciones etc. Le tenía aburrido, pero por otro lado sé que a él le gustaba adiestrar a un chavalín con espíritu rockero, de hecho, me llevó a su local varias veces y recuerdo que le compré algún amplificador al guitarrista de su grupo. A los 18 años pedí la excedencia y me marché con mi banda a Bilbao que en esos tiempos te contrataban en salas donde se podía tocar Rock toda la semana, estuve varios meses y nunca volví a los viajes.
47 años en los escenarios, que se dice pronto ¿Por qué ahora un disco con Eduardo Pinilla con su banda, aunque el proyecto estuviera de hace tiempo?
La verdad es que hacía varios años que tenía el material para haberlo hecho, pero las continuas giras con Burning y la práctica desaparición de las casas de discos, no me dejaban tiempo para centrarme en esta idea, el tener que hacer todo uno mismo sin la ayuda de una discográfica es meterse en un berenjenal terrible, en el que tú tienes que hacer de ingeniero de sonido, diseñador gráfico, community manager, experto en promoción etc. Entonces, la despedida y final de Burning en el 2019 fue el revulsivo que me hizo ver claro que era el momento de sacar adelante mi proyecto, mi ilusión… costara lo que costara, así que nos pusimos a ensayar y grabamos todo el material en directo, gracias a la ayuda del CES que nos prestó su infraestructura, pero como entró la pandemia y se cerraron los estudios, tuvimos que trabajar sobre la batería de directo que pudimos conseguir a duras penas y hacer todos los recordings y arreglos en casa. O sea que se puede decir que es un disco “Live at home”
¿Cómo entran a formar parte Cristina Lubián, Dany García, Fernando García, Jorge Henríquez?
Pues, Fernando García lleva casi diez años tocando con “La Pinilla Blues band” por la que han pasado un montón de componentes, de miembros de bandas importantes que a lo largo de esos años han compaginado sus fechas con otros artistas conmigo, pero al no ser una cosa en la que nos pudiéramos centrar (ni siquiera yo) ya que tenía que priorizar los conciertos de Burning y los demás en sus respectivos grupos, pues íbamos dando conciertos esporádicos en locales de Blues y rock y algún que otro Festival cuando podíamos coincidir todos. A lo largo del tiempo Fernando me presento a su hijo, Dany García, que está estudiando la carrera de música y me ofreció aprenderse el material y servir de sustituto para cuando el bajista actual no pudiese acudir. Desde el primer momento que tocó con nosotros supe que tenía lo que yo buscaba y que me gustaría que el disco lo grabase él. En ese momento el batería que había estado en los últimos años enfermó y precisamente Dany me habló de Jorge Henríquez un joven compañero aventajado de estudios y que tenía una calidad tremenda y podría grabar.
Yo no tenía mucha seguridad con mi voz, no he sido cantante nunca (más bien contante) he estado centrado en la guitarra siempre y en ese momento necesitaba ayuda con las voces, tenía amistad con Cristina, a la que he admirado siempre por su voz su alegría y su forma de animar, la propuse que me ayudase con el disco en directo, accedió y desde ese momento es insustituible para mí. Precisamente el próximo 7 de abril estaremos todos en un concierto celebración de la salida de este disco en la Sala Hysteria de Arguelles.
Stress es una de las canciones del disco, ¿Por qué elegirlo como parte del nombre del disco?
La verdad es que la canción “Stress” está dedicada a los ansiosos de poder y en especial a Trump, en sus momentos insufribles, cuando decidió construir un muro o separar a los niños de sus madres; que se enganchase a Tuits con el resto del mundo me parecía tan vacío y Stressante que le puse ese nombre a la canción, pero… Trump se fue, vino la pandemia y el ver qué pasaba un año, y seguía, y otro y seguía… Y todavía con mascarillas, creo que esa es la palabra que define lo que sentía, hay un refrán que dice: otros vendrán que bueno te harán… y creo que eso es lo que pasa en el mundo, no nos hemos librado de uno malo y ya viene otro peor. Así que decidí llamarlo “Stress… Historias de más de una vida”, porque además de la mía hay otras vidas implicadas en las canciones.
¿Cuál es la razón de que Respira sea el primer single?
Pues, en contra de lo que parece, “Respira” ya estaba hecha antes de la pandemia… Hubo varias razones que me decidieron a elegir “Respira” como el primer single, la primera es que musicalmente es de mis preferidas, la segunda que es una canción que intenta transmitir optimismo o esperanza, que está dedicada a las personas que padecen depresión, que han sido o son víctimas de maltrato y, sobre todo, porque sirvió de ayuda a la hija de una amiga que había intentado suicidarse, se la mandé dedicada y me escribió para decirme que la había ayudado mucho. La última razón es que yo quería hacer el videoclip en un sitio maravilloso, una especie de rancho country en Mejorada del Campo que parece que estás en Alabama, como es la ACWV Albatros, al visualizar estar tocando en ese espacio me parecía lo ideal, así que hice el guion y encajaba perfectamente la imagen con la música, el vídeo quedó tan bien que pensé que sería lo adecuado sacarlo como single.
Tus letras tocan la calle, lo natural y del día a día, con parte crítica, ¿es lo que quieres trasmitir?
¡Sin ninguna duda! Como dijo alguien… “Yo sólo soy un testigo de mi tiempo”. Creo que los momentos que estamos viviendo son sobradamente preocupantes, entonces… pienso que lo cotidiano, las cosas naturales que nos pasan o nos han pasado a todos es lo que nos ha formado como personas únicas y también es la forma de escapar un poco de tantas barbaridades, la televisión me recuerda a un periódico antiguo que se llamaba “El Caso” que todo eran crímenes, fatalidades, accidentes, etc. Tenemos que vernos un poco por dentro, encontrar nuestra fuente, lo que éramos en esencia a los 18 años, las historias que hemos vivido y lo que hemos aprendido… Quizá ayude a dejar de estar tan pendiente del exterior, de tantos problemas (por mucho que nos afecten) del dinero y de tanta incoherencia y bronca política. Creo que la mentira, el engaño, se han instalado en la sociedad, sea en forma de bulos o como medio de persuasión y, como no tiene reproche, cada vez va a más… El mundo necesita de líderes más despiertos con visión de futuro y no unos ególatras opresores y chulos. Me gustaría transmitir cosas más optimistas y lo intento, pero como digo… sólo soy un testigo de mi tiempo.
Dos años hasta que el disco ha estado ya disponible, ¿Qué cambios ha tenido desde que se grabó en 2020 hasta el lanzamiento?
En esencia nada, los músicos tenemos un problema y es que si tenemos tiempo cambiamos las canciones cincuenta veces, porque se nos ocurren arreglos y pasajes nuevos que, aunque le den al tema mayor diversidad y calidad, a veces se pierde la idea original y queda un “batiburrillo” difícil de asimilar. Como entró la pandemia y el material grabado en directo se quedó en un estudio cerrado por el confinamiento, conseguí que el técnico del estudio entrase a escondidas y me mandase las pistas de batería y, aunque se habían metido por los micros las voces y los demás instrumentos, decidimos grabar otra vez todo sobre esa batería y desde casa.
Entonces se mantiene la estructura y la idea original y sí, es cierto que cambiamos algún matiz, algún solo, porque al tener ocasión de oír lo grabado podíamos mejorarlo, alguna frase que no me terminaba de convencer, etc. El único problema fue cuando una vez terminado todo a comienzos del año siguiente (ya con la pandemia más relajada) le propuse a Jorge que grabase de nuevo la batería, ahora encima de nosotros, sin claqueta, sin marcas y sobre un Tempo de directo, jeje, ¡me quería matar! al final accedió y, esto sí, fuimos al estudio e hizo historia, grabando las baterías después del resto de instrumentos.
Últimamente estamos acostumbrados a canciones más bien cortas, sin pasarse de 4 minutos, pero tus composiciones llegan a los cinco, y más ¿mantienes una línea clásica de composición para dar cabida y protagonismo a la banda al completo?
Sí, la verdad es que en este disco no me he planteado para nada el que los temas tengan que estar dentro de un límite de tiempo para que sean comerciales o cumpla los requisitos para entrar en las radios etc. Espero que eso no me cueste caro… Pero, precisamente en los últimos años con unos amigos de otros grupos formamos una banda para homenajear a “Allman Brothers” que se habían disuelto y divertirnos tocando ese material maravilloso con pasajes eternos y solos que no acababan hasta que el solista lo decidía y hacia un aviso con el cual la banda le seguía para entrar todos juntos a una melodía. Eso me hizo pensar que la música no tiene que estar coaccionada por el tiempo y me atreví a desarrollar los temas con toda la tranquilidad que me pedía el cuerpo.
¿Cómo es tu forma de componer?
Pues, siempre he pensado que lo hago al revés… Recuerdo en los años en los que tocaba con Joaquín Sabina, en algún viaje en avión verle apuntar (en un periódico si no tenía papel) e incluso hacer una letra entera para una canción a la que luego sobre eso le haría la música. Yo, aunque voy apuntando ideas que me sugieren algo para hacer una letra, generalmente trabajo con la guitarra o el piano (que lo toco muy mal) sobre algún riff o secuencia de acordes y, a partir de ahí, voy desarrollando las partes, estribillo, puente etc. Mientras hago eso voy investigando una posible melodía que tarareo en espanglish y, cuando la encajo, entonces pienso de qué me gustaría hablar que de alguna forma exprese lo que sugiere la música y, a partir de ahí, aprovecho ideas de mis apuntes que tengan relación… Es decir ¡todo al revés!
Un bagaje musical, amplio, con una base de rock importante ¿Qué queda en esta nueva etapa de todo lo vivido anteriormente?
En realidad, esta nueva etapa es consecuencia de todo lo que ha pasado por mi vida anteriormente, es la oportunidad de reflejar mi manera de ver la música sin tapujos, sin tener que contener mi visión de hacer las cosas porque haya que mantener un estilo que ya ha tenido éxito y no poder salirse de él… Sin duda esta nueva etapa es producto de todo lo que me ha influido a lo largo de los años, tanto en mi forma de tocar como de componer. Luego, salvo cosas que se van olvidando y que con el tiempo vas aprendiendo, por ejemplo, que una nota bien dada, con corazón, vale más que cincuenta a la carrera, aunque eso sea más impresionante, por eso creo que, en este momento, mezclar mis raíces de Rock y Blues es lo mejor y más personal que puedo ofrecer. Eso no quita que en mi repertorio de directo incluya (con mi visión personal) algunas de las canciones más representativas de los grupos con los que he estado como Burning, Coz o Ñu.
Ahora estás en otra faceta totalmente distinta a la que tenías antes, ahora es la cabeza visible y todo el peso recae sobre ti ¿Cómo se lleva eso?
Pues, es bastante estresante la verdad, compaginar ensayos con cinco músicos que a su vez tienen otras ocupaciones, contratar locales, furgonetas, hoteles, ocuparse del merchandising, la edición del disco, promoción… ¡Uff! No deja tiempo para lo primordial en un músico que es ocuparse de tocar bien, estudiar y mejorar cada día. Menos mal que ahora tenemos un manager que se encargará de casi todo eso.
Llevas muchos años conociendo la industria musical ¿Cómo ha cambiado?
Bueno, ha cambiado muchísimo…es gracioso, pero creo que la industria discográfica se destruyó a sí misma, primero al dejar de apoyar lo que realmente tenía valía por apoyar lo superficial o muy comercial, ganar mucho dinero un año y al otro abandonarlo y “a otra cosa mariposa…” olvidando cosas que prometían, pero necesitaban madurar y luego podrían haber sido enormes.
Antes, si conseguías interesar a una discográfica, podías dedicarte a lo tuyo que es componer, tocar y cantar y ellos se encargaban de todo, fabricar discos, de la promo, de la Tvs, de tu imagen y hasta subvencionar tus viajes a otros países para apoyar ventas. Después, cosa curiosa, cuando se instaló el CD como formato musical, algunas discográficas (no doy nombres, aunque todos las conocemos) vendían CDs por un lado y, por otro, multi grabadoras para copiar dichos CDs. Las nuevas tecnologías e internet acabaron con esa visión de la industria y ahora, si quieres que te ayuden o saquen tus discos, les tienes que pagar tú a ellos, con un tanto por ciento de tus conciertos. Y de las plataformas digitales no digamos, hay tanta oferta y gratis para escuchar que para qué van a comprar tu disco a no ser coleccionistas o muy fans. Y lo que le deja eso al músico es tan bochornoso que conozco quien se plantea si merece la pena, gastarse en guitarras y amplificadores, estudiar, locales de ensayo, componer y grabar para obtener un beneficio irrisorio por cada canción. El auténtico beneficio del músico o artista es que a veces puedes tocar el cielo cuando una tarde en un ensayo la música te hace trascender a algo más espiritual.
¿Qué trabas te has encontrado para sacar adelante este proyecto?
La principal traba ha sido la pandemia. Mi idea era haber sacado el disco a mediados del 2020, haber tenido la grabación en marzo y, para mayo o junio, sacarlo a la luz, pero todos mis planes se quedaron en standby, porque no disponía de la grabación y había que esperar al final del confinamiento, cuando descubrí que podía sacar el mismo sonido a mi guitarra en casa metiendo los altavoces en el armario envueltos en ropa, opté por recobrar la base y trabajar todo encima de nuevo, conseguí un sistema de micro para grabar las voces y fui mezclando todo a mi gusto, pero consciente de que no tenía en casa el material top que tienen en los estudios, tenía que suplirlo con trucos, que otro día contaré, para que la grabación alcanzase niveles decentes, eso nos creó problemas luego a la hora de mezclar en el estudio porque no había sincronización en algunas pistas pero, conseguimos sacarlo adelante. Con las compañías con las que hablé no estaban por la labor de sacar nada hasta que la pandemia no acabase, era una tontería sacar el disco si no se podía hacer promoción ni conciertos. Así que con gran resignación me tomé tiempo y decidí sacarlo por mi cuenta, sin saber lo dificultoso que iba a ser mandar a fabricar, diseñar el libreto, elegir fotos para la caratula ¡En fin! Superado todo eso, nos ha traído a este momento, aunque ha sido como cruzar la selva Amazónica sin GPS ni guías.
Influencias y referencias serán muchas, sobre todo de con quién has compartido escenario. ¿Pero después de componer pones nombre a esas influencias cuando ya escuchas tu trabajo terminado?
Pues, es difícil no hacerlo… Más de una vez me he visto u oído diciendo ¡Anda! Si parece éste o aquél grupo… O cambiando alguna cosa que inconscientemente he apuntado porque me agradaba y luego me he dado cuenta que pertenece a otro tema que ya había hecho. Pero, tengo que reconocer que mis influencias como guitarrista, el haber dedicado mucho tiempo a estudiar a mis ídolos, me han hecho usar sus trucos o riffs para diseñar un patrón e incluso grabar algo con esa idea, para luego al escucharla darme cuenta que no tiene nada que ver con el original, que la he manoseado tanto a lo largo del tiempo que ya no se parece en nada y que ha cogido mi estilo porque la he hecho más mía, la he cambiado tanto que ya no tiene nada que ver con la de quien la absorbí en un principio.
Escuchando el disco se me han venido a la cabeza dos nombres Asfalto y Manolo Tena ¿No sé si han sido parte de tu influencia?
Pues, tengo que darte la razón… aunque soy un poco más joven, vengo de las mismas raíces que ellos y siempre me han gustado. Si ellos no han sido parte de mi influencia sí lo han sido los que les han influido a ellos. Así que sí, es probable que en mis canciones haya pasajes que te recuerden a ellos.
¿Hay gira programada?
Siiii, estamos firmando fechas, tengo mucha ilusión de presentar el disco en provincias, aunque es cierto que ya las salas tienen cerradas muchas de sus fechas y hay que hacer verdaderas virguerías para enlazar las nuestras unas con otras.
Estoy muy contento porque este verano estaremos en uno de los mejores Festivales de Blues de España como es el de Cazorla.
¿Un sueño por cumplir?
-Pilotar un avión (me temo que ya llego tarde?) empecé a estudiar virtualmente y me dije que algún día lo haría, pero…
-Tocar en el Royal Albert Hall de Londres