No se prodiga demasiado Ari Folman, pero cuando lo hace es todo sutileza y elegancia, con pulcritud y ante todo con honestidad, que nos lleva a deleitarnos con su trabajo. Ya nos cautivó con sus anteriores trabajos: Vals con Bashir y El Congreso.

Kitty no encuentra a su gran amiga Anne Frank, aunque han pasado 75 años ella no es consciente de ello, y piensa que si ella está viva Anne también lo estará. Para ello sale a la calle, diario en mano, que hace que todo cobre vida y con su amigo Peter. La calle muestra una vida distinta a la que ella pensaba en su hogar, el museo de Anne Frank, por eso sigue las huellas de su amiga para descubrir lo que ocurrió en el Holocausto y lo que hay en el presente. Kitty es un alma noble y quiere que el mundo entero sea como ella.

El director israelí nos traslada a temáticas políticas sociales que, aunque pasen mucho tiempo siguen estando vigentes, indicándonos que la vida es cíclica, no por modas, simplemente por conductas. Siempre lo realiza de la mano de la animación, de la conjugación de lo visual con lo educativo, y de llevando a la actualidad lo vivido con anterioridad.

Sin entrar demasiado en lo biográfico el director israelí hace tanto una radiografía de Anne Frank como de la épocas que plasma: la del recuerdo y la de 75 años después -la actual. Todo desde la parte humana enlazada con la social, familiar y política. En cierta forma despliega la imaginación de Anne en su propio guion, adaptándose a la personalidad de ella, con el alter ego Kitty.

La cinta está llena de matices que hacen del guion un recuerdo de etapas duras de las historias pasadas por el filtro del recuerdo, impregnadas de imaginación, de cierta ilusión por y para no repetir errores. Todo ello llevado con finura y tranquilidad, dejándonos que nos recreemos en los pequeños detalles aderezados por la música y por la animación.

Otro de los grandes logros de Folman en la película es dotar de un cierto grado de humor y positividad a la historia. No se queda meramente en todo lo dramático que narra, más bien logra realizar un juego de ir saltando de emociones positivas a negativas, y viceversa, para que el espectador pueda crear un balance sin caer el derrotismo, aunque el fondo sea el que es: la crueldad del ser humano ante la superioridad impuesta.

Ahora que tanto tenemos en boca el tema de los refugiados y la migración social Dónde está Anne Frank es un buen punto de partida para que el público infantil y adolescente vean situaciones previas a lo actual, y que ubiquen desde la gran pantalla lo que ocurre en estos momentos a nivel mundial.

Título: Dónde está Anne Frank Director: Ari Folman Guion: Ari Folman, Jani Thiltges (basado en la novela de la propia Anne Frank) Productores: Ari Folman, Alexander Rodnyansky, Jani Thiltges Reparto: Emily Carey, Ruby Stokes, Skye Bennett, Sebastian Croft, Stewart Scudamore, Nell Barlow Música: Ben Goldwasser, Karen O Fotografía: Tristan Oliver Duración: 99 minutos Género: Animación/ Drama/Nazismo/Holocausto Distribuidora en España: Vértigo Films

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