Qué poco importa la duración de una película si el contenido es interesante. Ennio: El maestro de Giuseppe Tornatore es la muestra total de ello. 156 minutos de metraje y no hubiera importado que hubiera sido el doble. El protagonista da para eso y mucho más, su carrera profesional y personal están llenas de anécdotas que se salen de la gran pantalla.

 «Ennio, el maestro» es el retrato del músico más popular y prolífico del siglo XX. Todo un homenaje de la mano de Giuseppe Tornatore donde el director ha buscado entrevistas variadas Bernardo Bertolucci, Oliver Stone, Quentin Tarantino o Bruce Springsteen, y compañeros de profesión y estudios del compositor. Todo ellos mezclado con entrevistas del protagonista junto con momentos musicales de sus obras cinematográficas e imágenes de archivo. «Ennio, el maestro» nos narra también la parte más personal y menos conocida de su vida privada, de sus influencias y sus aficiones.

Si no hubiera sido por su padre hoy en día nadie hablaría de Ennio Morricone como tal compositor. Hubiera estudiado medicina, pero su progenitor le inculcó desde la infancia la pasión por la música. No fue un estudiante al uso, quiso variar e incorporar nuevas metodologías en su forma de componer y crear, aumentar la creatividad con elementos más cercanos como las latas o una máquina de escribir, y sus propios sonidos.

Ennio Morricone estudió con Petrassi y reconoce tener una gran influencia de él y de Stravinsky. Formado en Nueva Consonancia incorporando nuevos sonidos. Trabajó en la RCA, en múltiples facetas, pero siempre intentando ser novedoso, no quedándose en un trabajo que hubiera hecho anteriormente.

Karma Films

Su primera película, como compositor de la banda sonora, fue El Federal, de ahí hasta un número de unas 500. El año más prolífero fue 1969, donde su figuró en 21 cintas. Antes de que su nombre estuviera ya directamente en los títulos de crédito ya había trabajado como arreglista. Muchos westerns a sus espaldas, el primero de ellos Por un puñado de dólares. En el documental reconoce que la única película que se arrepiente de no haber hecho fue La Naranja Mecánica.

La cinta nos desvela a un hombre tímido pero seguro, respaldado por su mujer desde la juventud, y a quien decidió dejar ser la primera persona en escuchar su música, antes de entregar sus trabajos, y que ella fuera quien diera el visto bueno. Obsesivo con la perfección y la variedad, buscando nuevos sonidos fuera de lo establecido y dando importancia a lo cotidiano, a encontrar sonidos a su alrededor sin florituras, para llegar al espectador con la potencia de la verdad. Pero en verdad la floritura llegaba con la naturalidad de su creación.

Ennio Morricone:

  • Mi música es una mezcla de todo lo que he estudiado
  • La música es como los ladrillos, todos son iguales pero los edificios son distintos
  • Necesité llevar a cabo la dignidad del compositor

La cinta es todo un homenaje al compositor, pero también al cine y a la importancia de las bandas sonoras. En el mismo cuentan muchos directores que el compositor al final dibujaba el guion con la música, que construía un hilo conductor para el espectador que hacía mucho más fácil la comprensión y la emoción de la película.

Muchas anécdotas de su propia voz y de muchos compañeros de profesión y del séptimo arte, un trabajo que refleja la capacidad creativa de Ennio Morricone y el gran legado que ha dejado en el cine y en la música, porque al final esas bandas sonoras, ha traspasado la gran pantalla. Una trabajo de Giuseppe Tornatore que queda en la retina, la vista, el oído y el corazón. Un dibujo del compositor que tiene todas las aristas el destello del éxito, no querer seguir con la carrera y lo todo lo que hacía de él persona antes que compositor, y todo ello hilado con la maestría de un director que quiere que brille su protagonista y no el mismo.

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