El próximo 6 de junio tendrá lugar la entrega de los Premios Max de las Artes Escénicas llegando a sus bodas de plata. Este veinticinco aniversario se celebrará en Menorca, en el Teatro Principal de Maó.

Para hablar de esta edición, hemos contado con Ana Graciani, Directora de artes escénicas, de la fundación SGAE para que nos hable de esta primera vez que Los Premios Max viajan al Archipiélago Balear.

A sabiendas de que los premios nunca son justos, ya que siempre tienen esa parte de subjetividad y siempre dejan fuera a muchos profesionales de calidad, nuestro método de selección de las obras es el siguiente: Tenemos un sistema de jurado que se compone de tres fases. La primera fase tiene tres jurados, uno para Madrid, otro para Cataluña y otro para el resto de comunidades para buscar a los candidatos. La segunda fase se hace con un jurado diferente y se elige a los finalistas, que en cada categoría hay tres excepto en Mejor Espectáculo Teatral que son cinco. La tercera fase, es otro tercer jurado distinto, que es cuando se dan ya los premios. Por eso cuando los compañeros hablan de Los Premios Max siempre digo: «Ojo, que es muy difícil ganar un Max».

Nos comenta que aparte tienen un comité organizador de los premios. profesionales internos y externos: Se pone mucho mimo en elegir cada jurado, que sea paritario, en cuanto al género, que tenga mucha diversidad, especialización variada con el requisito de que nadie presente una obra, y también que esté representado el mayor territorio posible.

Como el propio teatro, los premios han ido variando en lo que categorías se refiere. La última en incorporar ha sido «Teatro de Calle»; porque son espectáculos de altísimo nivel con una gran organización y se merecen nuestro máximo respeto en los premios. Tenemos veinte categorías donde votan los jurados y este año hay dos premios especiales que los votamos el comité organizador.: Premio Max de Honor, que este año recae a José Luis Alonso de Santos y el otro Premio Aficionado o de Carácter Social, que está para atender al teatro no profesional que hay en muchos lugares de España.

Ana Graciani en el apartado de Carácter Social admite que elegiría a todos: ahí es cuando te das cuenta que el teatro sana y sirve, y aparte hace mucha labor social en distintos colectivos.

En su día estaba el premio del público, incluso crearon una app para el mismo, pero vieron que no funcionaba, que no llegaban a captar la atención del público. Quieren que este apartado sea representativo de la calle y están buscando la manera de llegar a lograr que la gente que acude a todo tipo de teatro participe. Aquí entramos en el debate de la publicidad, de cómo el teatro es un arte donde se mueve menos dinero: El teatro es algo que sucede una vez para el público que cabe en la sala, no es como es en el cine que tiene otra repercusión. Siempre se necesita ayuda y apoyo, pero no monetario, hablamos de un impulso a la creación o colaborar en la labor de nuevos públicos. Pero sobre todo con una estrategia, a medio y largo plazo, que cree pilares sólidos, invirtiendo en educación, algo que aquí no existe. Si se hace en los colegios es una mera extraescolar.

Si nos quitan las humanidades y otras materias escolares que darían un pensamiento crítico y creativo no estamos para pedir artes escénicas.

La pandemia golpeó fuertemente al teatro, pero la vuelta ha sido con gran empuje y con gran creatividad. Admite que muchos se han quedado en el camino y que se verá en el futuro. Al mismo tiempo han demostrado que son la resistencia, porque realmente muchos profesionales y compañías se quedaron, literalmente, en el dique seco, y ahora lo que tienen es un pequeño atasco para dar salida a todo lo que tenían.

Es verdad que las crisis agudizan el ingenio, el nivel ahora mismo es muy alto y los jurados nos lo están diciendo, que están teniendo problemas para elegir por el nivel que hay.

En este veinticinco aniversario quieren que la gala de presentación de los premios tenga un equilibrio entre la danza y el teatro. La danza en este país es muy complicada de ejercer, con unas programaciones muy cortas, con compañías muy grandes, difícil de promover. Por este motivo hemos unido a dos generaciones diferentes, de distintas disciplinas, hombre y mujer, Mar Aguiló y Josep Pere Peyró.

Uno de los grandes handicaps que tienen estos premios es ver como están representados muchísimos títulos y que no todos los galardones recaen en la misma obra. Ana nos comenta que esto es debido a que el jurado varía, que no son los académicos si no profesionales de diferentes ámbitos. Ella alaba la función del jurado, su labor tan intensa y muy colaborativa entre todos.

Nosotros queremos dar relevancia a todas las obras, a todos los profesionales, pero también nos gusta decir que nuestra gala es una fiesta de autor. La gala tiene un espectáculo creado expresamente para el evento, teniéndose que pensar entre teatro y televisión ya que es en directo pero también retransmitido por TVE2, y no es nada sencillo, desde la iluminación hasta las representaciones. Además no queremos que sea una mera entrega de premios y tres actuaciones musicales. Las galas enteras tienen un sentido, es un espectáculo en sí, y este año estará muy volcado en los veinticinco años. También nos gusta ser un altavoz de las artes escénicas del territorio donde se desarrolla el evento, este año será Baleares y contaremos con mucha gente de la tierra.

Un sueño por cumplir: Que los próximos 25 años de estos premios sean tan fructíferos y podamos seguir celebrando, más y mejor, las artes escénicas.

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