Cristina Mora tiene nuevo disco, Canciones para no perderme, que está disponible desde el pasado día 19 de septiembre y el 9 de octubre lo estará presentando en directo en la Sala Clamores. Si queréis conocer más a la artista y sobre su nuevo trabajo nos ha hablado abiertamente en una pequeña entrevista que aquí dejamos.

¿Cómo nace tu pasión por la música?

No lo recuerdo como algo que naciese en un momento puntual, mi pasión por la música y, sobre todo por cantar, ha existido desde siempre, al menos desde la edad en la que comienzan los recuerdos (¿2-3 años?)
¿Podrías vivir sin la música? He leído en un texto tuyo en redes que la música es todo para ti.

No, no podría vivir sin la música. Si no me dedicase a ello, la música, de una manera u otra, seguiría estando en mi vida. Es mi salvavidas.

Canciones para no perderme tiene canciones en castellano y en inglés, ¿qué te aporta cada idioma a la hora de componer y cantar y cómo eliges cada uno?

He crecido, como muchos de nosotros, escuchando música anglosajona, viendo películas en inglés, estudiando el idioma… La sonoridad de dichas canciones, sus melodías, armonías… se te quedan en la piel sin poder evitarlo. Así que el inglés surge de manera natural en determinadas canciones, cercanas a dicha tradición sonora que no es la nuestra pero de algún modo también lo es, porque la globalización y el dominio del mercado anglosajón sobre los demás ha hecho que lo sea: en realidad no es algo que me moleste, hay verdaderos maestros en el arte de la composición de canciones y la producción musical en Reino Unido o EEUU así que creo que es un buen referente. Cuando quiero componer canciones en castellano, me conectan más con otro yo -más primitivo quizá- y me vienen a la mente otras sonoridades, más nuestras, con armonías más sencillas, como sucede en Sola no estás o Soneto de tu nombre. El idioma determina el tipo de canción que surge (desde mi experiencia), cómo lo abordas técnicamente hablando… y creo que esta fusión le da variedad y riqueza al proyecto.

Ayo comienza a crearse con la guitarra, pero cuéntanos como es el cambio en su composición.

El disco en general, comenzó a gestarse alrededor de una guitarra, porque si quieres buscar nuevos caminos para tus canciones, una de las posibilidades que puede ayudar es el cambio de instrumento a la hora de componer, antes siempre era con un piano. A pesar de esto, en Canciones para no perderme, algunas canciones tuvieron otro proceso, como es el caso de Ayo. En ese momento estaba viviendo en París y el estribillo de Ayo surgió en un paseo por los jardines de Versalles, creo que tengo la nota de audio aún en el móvil. Después ya en casa empezó el proceso de armonizar y completar este germen para que llegara a ser canción, si no se queda en nada. París tiene una conexión muy grande con África, que viene de la época colonial y toda la gente que llegó de las colonias para asentarse en la ciudad y se nota mucho en la música que se escucha en la ciudad, pero no es sólo por eso, aquí en España he escuchado y bailado desde mi juventud mucha música africana: Ayo es, a propósito, un homenaje a esta música, quería hacer una canción alegre y la música surgió con esa sonoridad sin pensarlo mucho ¡somos lo que escuchamos!

¿Cómo surge la adaptación de La tarara y cómo ha sido su proceso?

Quería hacer una versión de una canción popular española y, por esa conexión de mi música con la poesía, y también con Granada, la ciudad donde crecí, esta canción de Federico García Lorca me parecía muy acertada para el proyecto, además, estéticamente ¡me gusta! -claro 😉 si no, apaga y vámonos-. El arreglo de la canción no ha sido fácil, porque no es fácil salirse de esa sonoridad tan española. Le dimos muchas vueltas, y aunque la búsqueda la hicimos juntos, y yo estuve más pendiente de la parte de la voz, Moisés P. Sánchez es el responsable de los arreglos musicales que suenan como base. Creemos que es una manera de abordar este clásico, diferente a lo usual, un poco más conectada con las sonoridades tradicionales al principio de la canción, durante la exposición de la melodía para, poco a poco, alejarse de ellas entrando en un mundo de armonías más oscuras y ritmo trepidante que Moisés P. Sánchez y Borja Barrueta llevan a cabo con gran talento y musicalidad, estamos muy contentos con ella. Cuando la canción estuvo terminada, al escucharla me vino un pensamiento muy fuerte: teníamos que dejar constancia de todo en un vídeo, un vídeo en el que este arreglo moderno conectase también con danza, y ésta tenía que ser sin duda, moderna, contemporánea. Julián Lazzaro y Candela López-Villaseñor, dos bailarines jóvenes con mucha proyección de futuro, hicieron un trabajo maravilloso. El vídeo se puede ver en redes sociales.

Poesía en tu música ¿cómo lo insertas y cómo escoges los poemas?

Musicar un poema no es algo que me pareciese muy sencillo al principio, me salían canciones muy raras que nunca fueron a ninguna parte, ahora tengo claro que no se puede musicar un poema así como así. Cuando el ritmo del poema es muy irregular todo se complica, así que normalmente busco poemas con versos regulares, que hagan más fácil la composición musical, y a veces, incluso cambio un poquito el poema -aunque esto ya se hace en el flamenco desde hace tiempo-. Intento conectar con lo que cuentan los poemas, que me despierte algún tipo de sentimiento, si esto es así, comienzo a jugar con melodías a ver si surgen ideas bonitas: a veces la conexión es inmediata, como con el poema de Emily Dickinson, la melodía salió en seguida, tal cual es ahora, casi sin modificaciones. Soneto de tu nombre, de Ángeles Mora, es un poema que conozco desde pequeñita y siempre me gustó mucho, así que también fue fácil musicarlo, aunque la versión actual no fue la primera. Lo único claro en este proceso, es que hay que leer poesía para que todo esto suceda y hacer muuuuchos intentos, nada viene porque sí.

¿Qué nos vamos a encontrar en este nuevo disco el próximo día 19 y en el directo el día 9 de octubre?

Nos vamos a encontrar que además del dúo base (Moisés y yo) vendrán con nosotros Alberto Brenes a la batería y Ana Santa a las voces, de manera que podremos acercarnos más en directo a la música grabada para el disco. Nos vamos a encontrar mucha música, fusión de estilos, ritmos, conexión, y emociones. Lo que hemos comprobado en otros conciertos -ya presentamos con anterioridad en formato dúo- es que esta música emociona, cuando te viene gente del público a comentarte que el concierto le ha emocionado es muy gratificante, porque te das cuenta de que todo el esfuerzo y trabajo realizados cobran sentido en ese mismo instante. Y, aunque no seamos conscientes, estamos necesitados de emociones, porque las emociones sanan, y el mundo de hoy en día nos hiere con más frecuencia de la que quisiéramos.

Cuéntanos con qué formación has hecho el disco, y cómo entra cada persona a formar parte del proyecto y si en el directo va a ser igual.

El grupo base para el disco lo formamos Moisés P. Sánchez al piano, Rhodes, moog y teclados y voz en Sans Nation, Borja Barrueta a la batería y percusión y yo a las voces y guitarra en If I told you y Wounded Sparrow. Ana Santa ha grabado voces adicionales en Sola no estás y Stars y Luis Criado, de Estudio Uno, voz recitada en Soneto de tu nombre. Contamos además con un cuarteto de cuerda maravilloso en Can you hear me (Ane Matxain, Virginia González Leonhardt, Rocío Gómez y Gregory Lacour) que está también en Sola no estás, tema en el que además tenemos como invitado al contrabajista Pablo Martín Caminero. Los arreglos y dirección musical corren a cargo del compositor y productor Moisés P. Sánchez, nominado a los Latin Grammy hace un par de años por su disco Unbalanced, Concerto for ensemble. El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado en Estudio Uno por Pablo Pulido: el estudio ha estado implicado en el proyecto apoyándolo desde el principio, lo que ha hecho las cosas más fáciles, porque el proceso ¡es largo y laborioso!

En el directo, la presentación será con grupo y estarán conmigo Moisés P. Sánchez al piano, teclados y voces, Alberto Brenes a la batería y Ana Santa haciendo coros. La presentación del trabajo con el cuarteto de cuerda queda pendiente para otro momento. Ojalá que la podamos llevar a cabo, ¡porque no es fácil!

Una portada la del disco, muy evocadora, y con mucho mensaje de búsqueda interior, algo que parece que también lo haces con tu música, ¿cómo surge esa portada?

Estas canciones han servido para que no me perdiese en momentos difíciles: antes, durante y después de la pandemia, han sido mi salvavidas y creía que la fotografía de portada tenía que ser algo que reflejase esa búsqueda por conectar con una misma, por no olvidarte de quién eres. El fotógrafo Ernesto Cortijo dio vida a mi idea, y el diseñador David Barbado terminó de darle forma a esta portada con la que me siento muy identificada. Agradecida del trabajo de ambos, como del trabajo de tanta gente que ha aportado a este proyecto.

Aportas ritmos muy sonoros y vitales a tus canciones con el jazz de base, ¿cómo llegas a esa fusión?

Escuchando música de todo tipo, no teniendo miedo de lo diferente, dando oportunidad a músicas que de primeras no te apetece escuchar -muchos de mis artistas favoritos son músicos que no me gustaron la primera vez que los escuché, como Bjork o Joni Mitchell-. Lo que escuchas, unido a tus propias tendencias -que son aquellas en las que te sientes más cómoda de manera natural- es lo que termina definiendo la música que compones o la producción musical que acompañe a dicha música.

¿Cómo es tu forma de componer?

No tengo una sola forma de componer: A veces las melodías surgen en mi cabeza mientras paseo o voy en el coche, en ese caso grabo notas de audio en el teléfono, porque si no, se me olvidan. Otras veces me pongo a trastear con la guitarra o con el piano y toco y canto hasta que aparece algo con lo que me siento identificada, después hay que tirar del hilo y estructurar esa idea inicial, para que la canción cobre sentido. Otras veces partes de un poema o letra ya escrita, en ese caso, también tienes que pensar cómo organizar y estructurarla para que tenga forma de canción, ya que una canción necesita de una estructura organizada y una dirección musical. Lo que sí es importante en este proceso es, de nuevo, escuchar mucha música, analizar los movimientos armónicos y melódicos de las canciones que te emocionan, y lanzarte al agua sin miedo a equivocarte.

¿Desde que emoción o sentimiento se compone mejor, desde la tristeza o desde la alegría?

No puedo hablar por los demás porque no creo que el proceso sea igual para todos, pero a mí me sale más fácil componer música desde la melancolía, más que desde la tristeza, aunque desde hace ya algún tiempo trabajo para que haya variedad y para salirme de mi zona cómoda y he aprendido a hacer canciones también desde la alegría.

Un sueño por cumplir

Que todo sea más fácil, que haya más apoyo y valoración a los músicos y a la variedad musical en este país, que hay mucho talento por descubrir.

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