Disparidad en temáticas y miradas de las tres películas que vamos a tratar hoy de lo visto en Sé_Cine. Le caftán bleu es una cinta intimista, realizada con un gran tacto. Plumas es irreverente y surrealista pero sin dejar de lado la cruda realidad ,y por último Crímenes del futuro nos dibuja una sociedad que vivirá por y para el cuerpo y el disfrute desde distintas formas.

Le caftán bleu – Tradición versus naturaleza humana.

Maryam Touzani vuelve a tratar en su cine la discriminación social por no ser como la sociedad requiere en los patrones preconcebidos. Nos lleva a una sociedad que que no respeta ni tolera los sentimientos de cada persona individual, utilizando la cámara como otro protagonista más, buscando la mirada hacia cada uno de los otros protagonistas con gran sutileza, hablando con las miradas más que con palabras. No hay crítica, más bien denuncia por tener que esconder los sentimientos y lo hace en una gran historia de amor en un eje triangular. El personaje femenino tiene un gran peso en la trama y en ella viran todo tipo de sentimientos, gran interpretación la suya.

Plumas – ¿Quieres que vuelva?

Esta pregunta revolotea durante un tercio del metraje cuando la trama cobra el sentido principal. En un cumpleaños un mago convierte al padre de la familia en una gallina, y parece que no es reversible. Ahora tienen que buscar la forma para que la gallina vuelva a ser esa persona. Una historia tan surrealista como cómica, si no fuera por el drama que subyace en esa casa y en la sociedad. ¿Quien va a mal mantener la casa? Una propuesta arriesgada por parte del director egipcio Omar El Zohairy, quien realiza un acto de exposición de un sector de la sociedad de su país, con sus carencias, con sus costumbres desde una mirada crítica a la parte masculina y dando el papel principal al femenino. Una sobrecarga en cámara por parte de la protagonista, que resulta casi impasible en todo el metraje, una actuación llena de contención como la propia vida que muestra.

Crímenes del futuro – La pequeña mal grandeza de querer siempre más.

En el año 2012 los hermanos Wachowski realizaron El atlas de las nubes una película futurista y surrealista, y aquí Cronenberg ha hecho algo parecido pero con otros tintes, con la mirada puesta en si los avances ayudan o crean dependencia, de cómo la sociedad quiere crecer y avanzar sin respetar la naturaleza humana. Siempre se suele decir que la realidad supera a la ficción, pero, ¿será el ser humano capaz de llegar a los límites que aquí se plantean? ¿de crear las propias enfermedades para producir dolor y convertirlo en placer? O la pregunta de ¿Todo vale a la hora de la creación? puede que el director nos plantee las preguntas pero el fondo sea mucho más sencillo y busque la crítica de la exposición de la persona, de los cambios físicos que se producen, de buscar siempre una perfección que no es tal. Al mismo tiempo hay una parte que indagar en la destrucción de la naturaleza y trata el tema de los residuos, una crítica a la sociedad y su consumismo, siempre, mal impartido por nuestra parte.

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