Hay dos frases, qué incluso siendo cortas, son el espíritu de la película: «El arte es nuestra droga» y «La culpa es una emoción inútil». Ahí, en 11 palabras reside el fondo de la nueva cinta de Steven Spielberg, The Fabelmans.

Ante todo, he de decir que poco me importa si la cinta va o no va del propio director, meramente me interesa la historia, los fondos, las formas y las actuaciones. ¿Que tiene sus defectos?. Por supuesto, es irregular en la narrativa, en el ritmo; pero hay que tener en cuenta que estamos ante el relato de una familia, que tiene sus altibajos, y que de repente tiene secuencias muy amenas y divertidas, como otras mucho más lineales y que se usan como simple nexo de unión con las que son dramáticas.

El director y guionista, junto a Tony Kushner en la parte guion, ha buscado el equilibrio y sortear elementos que no nos dieran del todo linealidad en el relato, y eso lo consigue, porque sin ser homogénea logra que estés centrado en la historia, sus bajones y en lo que queda de poso de esos tramos. Buscar el auge emocional y visual y bajar a respirar tras tormentas en diálogos, en imágenes que bien es verdad, nos sumergen a veces mucho más que la palabra, es lo que más destaca. Y no hay duda que de eso se trata, de buscar el significado de las imágenes, de lo que el cine quiere contar sin necesidad de narrar vocalmente. Para ello, en esos montajes que el protagonista realiza, ha introducido la música, que bien podría ser la de una vida, la suya.

La culpa es otro protagonista más, impostado e incrustado entre los principales. Un eje que va virando a medida que avanza la historia, pero de hecho va aumentando en el tono, en ese aspecto va de menos a más, como cualquier desarrollo, hasta encontrar el equilibrio, que no es otro que el significado de cada una de las vidas que cuenta, reales o ficcionadas, y que encuentran su liberación para bien o para mal.

No se quedan atrás otros temas a tratar fuera de la familia y el amor por el cine, aborda la tolerancia por la religión, parte en tono de comedia, el trabajo y la amistad. Cada parte la va desarrollando poco a poco, pero al mismo tiempo entrelazando cada uno de los temas que trata, para destacar la influencia de la unión.

Visualmente nada que objetar, color, posición de la cámara, montaje, sonido… puro Spielberg y buscando con pequeños toques homenajes a escenas míticas de muchas de sus películas, pero sin querer destacarlo en demasía, muchos pueden incluso pasar desapercibidos.

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