Nada indiferente deja el debut en el largometraje de Alice Diop con Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly. La cinta es totalmente demoledora, con una actitud por parte de la directora de dejar sobre la mesa y a cada espectador la posibilidad de reflexionar acerca del tema que aborda, real y potente. ¿Nos hace ser jueces sin realmente quererlo?, algo que el ser humano tiende en demasía en la sociedad; cada persona saldrá con una idea, o con muchas preguntas sin contestar.
Rama, una joven novelista, asiste al juicio de Laurence Coly, otra joven acusada de haber matado a su hija de 15 meses al abandonarla en la subida de la marea en una playa al norte de Francia. Como todos, Rama acude al juicio con unas ideas preconcebidas, pero el paso de las declaraciones y sus propias vivencias y miedos hacen que ella misma se replantee sus ideas, viendo el juicio desde otra perspectiva.
Las primeras secuencias son claves para introducirnos en el viaje emocional que se nos plantea, Coly en una playa y Rama con su familia y sus distanciamientos emocionales, que esconden sus miedos y sus inseguridades. Dos mujeres que parecen no tener nada en común y que con el paso de los minutos de evolución de la cinta cruzarán miradas y quién sabe si incluso complicidad.
Alice Diop utiliza los primeros planos del juicio para llevarnos por cada arista del personaje principal, por cada mirada y palabra sobria pero despiadada, con la sociedad y con ella misma. No hay lugar para no dejarse atrapar por la dureza de la historia que Laurence Coly relata y que el resto de protagonistas aseveran o juzgan.
Pero más allá de la historia real hay algo fundamental en la película, es la apertura de muchos debates, de historias universales que el guion ha tejido alrededor de la veracidad a tratar como son: la no verdad absoluta, la manipulación de la palabra, la maternidad, las influencias de las culturas y arraigos de la procedencia en la vida, aquí por ejemplo la mutilación genital femenina, que aunque pasando de soslayo puede contar, y mucho, del personaje principal.
Un trabajo casi representado por mujeres en escena, siendo los cables de dónde tirar para engranar la historia, la fusión emocional entre Laurence Coly y Rama, entre Coly y su madre, y la distancia necesaria y fría de la jueza. Realmente la frialdad y la palabra áspera están en todo momento, no hay espacio para una reflexión positiva ante los hechos y las influencias, meramente el que finalmente Rama se abra más a su entorno.
Se nota la mano de la directora en su faceta de documentalista. Ello ha dotado a todo el conjunto narrativo de algo mucho más veraz, los movimientos de la cámara, los planteamientos de cada espacio, el color en pantalla, todo nos introduce en un espacio y un tiempo que no es el ahora, es el de los hechos juzgados, aunque esos no se muestren.
Título original: Saint Omer · Duración: 118 min Año: 2022 Nacionalidad: Francia Género: Drama Directora: ALICE DIOP Guion: ALICE DIOP, AMRITA DAVID Y MARIE NDIAYE Fotografía: CLAIRE MATHON Montaje: AMRITA DAVID Actores: KAYIJE KAGAME – GUSLAGIE MALANDA -VALERIE DRÉVILLE – AURÉLIA PETIT – XAVIER MALY – ROBERT CANTARELLA