María Casares, la mujer que vivió mil vidas de Xavier Villaverde se estrena el viernes 10 de marzo. Un documental que nos lleva por la vida de la artista gallega María Casares que desarrolló su carrera artística en Francia debido al exilio. El director de la película, Xavier Villaverde, nos habla abiertamente de su trabajo

¿Cómo nace este documental?

María es una actriz deslumbrante, un mito en Francia donde es considerada la gran actriz del teatro francés. A pesar de haber nacido en A Coruña en España es bastante desconocida. Por eso, aprovechando su centenario (21 de noviembre de 1922), queríamos rendirle homenaje, reivindicarla y darla a conocer un poco más a los espectadores. 

Yo supe de la existencia de María Casares (lo cuento en el principio de la película), cuando en 1985, siendo casi un crío, grabé uno de mis primeros cortometrajes en una gran casa abandonada de A Coruña. Aquella era la casa donde María Casares pasó su infancia, la casa de sus padres, Santiago Casares Quiroga y Gloria Pérez. La casa fue desmantelada en 1936 cuando Franco ocupó Galicia. Al terminar el rodaje de aquel video me leí las memorias que la actriz escribió: “Residente Privilegiada” -reeditadas este año- y me quedé tan fascinado por su historia que desde entonces quise hacer una película sobre ella. La oportunidad ha llegado ahora. 

¿Cómo ha sido la documentación y qué tiempo ha llevado el documental? 

La elaboración de la película ha llevado cuatro años desde la escritura del guion, con una primera fase muy intensa de investigación y documentación en todos los archivos nacionales e internacionales que existían sobre María Casares.  

Contrariamente a lo que suele suceder en muchos documentales, escribí un guion muy concreto de casi cien páginas en el que se construyó toda la historia que quería contar de manera muy detallada. Por eso, al empezar a grabar y en el montaje, después de un intenso trabajo de localización de materiales por nuestra parte, contar con ese guion previo tan detallado nos permitió trabajar en la edición con mucha libertad para realizar todos los cambios necesarios. 

Hay una forma narrativa que, aunque está en todo momento, llama la atención durante la mitad del metraje, ese zigzag que hacéis en el montaje, de la política y la vida, llevándonos de lo negativo a lo positivo, ¿es una manera de relajar las bases que están formando al personaje? Después sigue la narración alternativa pero ya más equitativa en cuanto a emociones.  

Como bien dices, en la narración de la película, durante la primera mitad, por una parte presenciamos los sucesos políticos: (Caída de Alfonso XIII, proclamación de la II República, golpe de estado de Franco, Guerra civil española, segunda guerra mundial, huida de los Casares de Paris para intentar escapar de Francia ante la llegada de los alemanes, exilio del padre en Inglaterra, invasión de Francia por los nazis, desembarco de los aliados en Normandía, liberación de Paris). 

María es testigo de primera línea de todos estos hechos históricos extraordinarios, pues su padre Santiago Casares Quiroga es el jefe de gobierno de la República cuando Franco da el golpe de estado y se subleva con una parte del ejército contra el gobierno de la II República. Todos estos hechos afectan a María y a su familia y la obligarán a exiliarse en Paris con su madre a los 13 años.  

La figura de su padre y la de su madre, Gloria Pérez, tienen importancia en la película porque es muy difícil comprender a María Casares sin conocer y comprender a sus padres, pues fueron figuras que la marcaron profundamente. 

Alternándose con los hechos históricos anteriores, como comentas, están los sucesos relativos a la vida de María niña y adolescente que permanece de alguna forma ajena a todos estos hechos, pues está entrando en la pubertad, con lo cual sus intereses van por otro lado (la vida en Madrid, el Instituto-Escuela donde estudia, los chicos, divertirse, aprender el francés al llegar a Francia, estudiar para convertirse en actriz). Los dramas familiares y políticos los vive con cierta distancia y el exilio en Francia es en parte para ella una experiencia nueva, un mundo nuevo lleno de posibilidades, una especie de aventura en la que intenta seducir y conquistarlo todo.  

Tras debutar en el teatro Mathurins en París como actriz a los veinte años con un éxito arrollador, después de conocer y amar a Albert Camús y, tras la primera ruptura de ambos al final de la II Guerra Mundial, la carrera profesional de María Casares como actriz, su reencuentro con Camus y su peripecia personal protagonizan ya completamente la historia hasta el final. 

Llaman mucho la atención todas las esculturas, estatuas, y dibujos que están insertados en el documental, cuentan a la par de la voz narrativa, ¿Cómo ha sido esa elección? 

Todos esos elementos artísticos de una manera u otra están utilizados con una intención narrativa en la historia y nos permiten en ocasiones contar las cosas de manera más sugerente y abierta, sin ser ilustrativos ni literales. Las esculturas y las estatuas resultan además enigmáticas, misteriosas y de alguna manera con sus poses, a mí personalmente me remiten al teatro.  

En cuanto a las obras plásticas de Xosé Conde Corbal (O fardel da guerra), esos tremendos grabados sobre la guerra civil en blanco y negro, o los collages y pinturas en color de Pablo Orza (35 obras), creo que aportan una línea gráfica a lo largo de la película que enriquece y da complejidad visual a la historia, siempre con una intención narrativa y por supuesto funcional. 

Esta línea gráfica se complementa con todos los grabados y pinturas que algunas artistas habían realizado sobre la imagen de María Casares (Sara Lamas, Luz Beloso, Anne Bertoin, etc). 

Hay otras fotógrafas, fotógrafos y cineastas, algunos exiliados y otros no, a los que también se homenajea en la película con la incorporación de sus fotografías o filmes: Carlos Velo, Jose Ernesto Diaz-Noriega, Laurencine Lot, Colita, Los hermanos Mayo, Goran Paskaljevick, Pau Barceló, y otros muchos. La lista es bastante larga…  

¿Por qué elegir a la propia María como narradora? 

Porque María es una magnífica escritora y tiene una voz muy poderosa como narradora. El maestro Alejo Carpentier consideraba “Residente privilegiada”, su libro de memorias, una obra maestra. Era también una manera de reivindicar sus cualidades literarias y que ella fuera la narradora de su propia historia. Muchas veces son otros los que narran la vida de las grandes figuras femeninas. No es éste el caso. 

La voz en off que parte de textos de la autobiografía de María Casares supongo que no habrá sido fácil de elección ¿cómo fue esa labor? 

Pues fue una labor bastante compleja porque “Residente Privilegiada” tiene como unas cuatrocientas y pico páginas y había que extraer de él una narración cronológica de unas pocas hojas. Éstas deberían tener una coherencia narrativa e informativa que nos sirviera perfectamente para sostener la estructura de la película.  

Digamos que fue una adaptación literaria muy libre en la que se extrajeron pequeñas partes del total de la biografía, fragmentos que nos resultaban muy atractivos y significativos para la construcción de la historia.   

¿Era María Casares alguien muy reticente a las entrevistas? Sólo, si no me equivoco, habéis rescatado una entrevista al uso con ella.  

María era una persona muy tímida y, aunque obviamente dio bastantes entrevistas por su trabajo, no le gustaba demasiado ser entrevistada, pero era una persona que comunicaba muy bien 1×1, cuando alguien estaba frente a ella, aunque podía desmayarse de pánico en medio de una reunión. Era alguien que te miraba con sus profundos ojos verdes y te seducía.   

Afortunadamente la televisión gallega conservaba una maravillosa entrevista muy desconocida que le hicieron seis años antes de morir, cuyos brutos se guardaban en los archivos milagrosamente. Personalmente creo que es la mejor entrevista que he visto de ella porque tiene la madurez de una anciana y la fuerza y el ímpetu de una adolescente. Plásticamente es además muy interesante porque son planos muy cortos, ella viste de negro, el fondo es negro. Visualmente es muy potente. 

He utilizado una sola entrevista porque me parece atractivo narrativamente que la entrevista sea también un hilo conductor único en la película, como si varios hilos conductores diferentes (memorias, entrevista, obras teatrales) se fueran trenzando a lo largo de la historia para formar un todo, incluido el hilo informativo que trazan los especialistas y amigos que trabajaron con María Casares. 

Aquí no se trata meramente la figura de un personaje de la cultura, hay un tratamiento político del momento, la figura de la mujer y la influencia de la sociedad en la cultura ¿ha sido complicado fusionar todo y que combine perfectamente como lo hace en pantalla? 

Sí, evidentemente todo esos que mencionas eran temas para nosotros muy importantes. Obviamente, María fue una mujer muy libre, adelantada a su tiempo como mujer y como actriz. 

Realmente la película ha sido un trabajo laborioso pero fascinante en el que he tenido un extraordinario cómplice que es José Nieto, uno de los grandes compositores del cine español y también uno de mis mejores amigos. En mi opinión ha compuesto una banda sonora que apoya de manera muy precisa la estructura narrativa de la historia y potencia todo el mundo de emociones que ésta propone. Creo que ha hecho un trabajo de composición muy potente. 

Otro maravilloso cómplice ha sido Renato San Juan, el montador de la película que tiene un sentido del ritmo exquisito a la hora de construir una historia y que aportó un montón de soluciones creativas y visuales nuevas en el desarrollo del guion del montaje, a partir del guion previo que teníamos. Renato es fantástico. 

¿Qué etapa de la vida de María ha sido más complicado desarrollar? 

Quizá la parte final, porque María terminó las memorias en 1980 y vivió hasta 1996 con lo cual la última parte, la parte de la ancianidad que es el tercer acto de la película y el final, no está en las memorias.  

Lo más difícil era intentar conseguir que el total tuviera una coherencia y una unidad, porque la película si te fijas bien, va cambiando continuamente desde el comienzo hasta el final, incluso de estilo.  

Yo provengo de la narración cinematográfica y he dirigido fundamentalmente largometrajes de ficción (Continental, Finisterre, Trece Campanadas, El sexo de los ángeles…) y ese estilo de narración cinematográfica, se traslada de alguna manera a este trabajo de carácter documental pero que de alguna forma tiene una construcción similar a la ficción.  Busco sobre todo el impulso narrativo y el interés de la historia de una escena a otra para que el espectador se mantenga interesado en lo que se cuenta sobre María Casares y no desconecte nunca de ella.  Hemos tenido la suerte de elegir a una protagonista deslumbrante que tiene una historia fascinante y compleja. 

En cierta manera el documental deja entrever que su país de origen no hizo mucha intención de valorar su faceta interpretativa que otros países sí que lo hacían. ¿Era importante plasmar esa parte para dibujar bien a María? 

Te refieres sin duda al momento en que ella regresa a España para representar el adefesio de Alberti en 1976 y el olvido posterior.  

Cuando llegó no fue bien acogida y su reencuentro con España se frustró para siempre. Además, le criticaban su acento gallego en castellano al interpretar, acento que ella habría podido corregir perfectamente porque era una maestra de la voz. María no estaba dispuesta a eliminar de ninguna forma ese acento gallego porque para ella era un elemento de íntima conexión emocional con sus orígenes. Además, en ese momento cuando ella regresó a España pienso que el gran teatro francés que ella representaba no era muy apreciado en el teatro español del momento, después de la muerte de Franco.  

Pero contar todo ésto en la película era también importante para reflexionar sobre como en este país tenemos cierta tendencia a olvidar la excelencia, ignorar a figuras culturales muy importantes que se van olvidando. Los franceses son el caso contrario, adoran a sus creadores. Aunque haya pasado el tiempo siempre encuentran un lugar para reivindicarles y para reivindicar su cultura. Supongo que es un país que tiene una muy alta autoestima. 

Termináis con una mirada pesimista con el recuerdo de la actriz con las generaciones venideras con respecto a la actriz ¿era algo que ella misma sentía, al menos con su país de nacimiento, y puede ser por vuestra parte un símil? 

María era una mujer que no era nada nostálgica y que se sintió muy respetada durante toda su vida y querida por el público. Pero bueno esa mirada pesimista nace de una realidad que es a la vez una llamada de atención. Vivimos un momento en el que lo que era nuevo ayer hoy ya es viejo.  

Las nuevas generaciones viven unas circunstancias tecnológicas distintas en las que los referentes del presente más inmediato lo ocupan todo, y esos referentes envejecen también a toda velocidad. Ya no hablemos de los referentes culturales del pasado que a pesar de que sean extraordinarios para la mayoría pertenecen ya a la arqueología.  

De todas maneras, creo que muchos jóvenes actores que no conocen a María Casares se quedarían fascinados si pudieran descubrirla. Esa es también nuestra intención con la película. 

Próximos proyectos 

Cuando termine la promoción de María Casares, la mujer que vivió mil vidas pienso descansar un poco y pensar en un par de proyectos que tengo todavía por decidir. No te puedo adelantar nada porque están en la fase de convertirse en historia. 

Un sueño por cumplir 

Vivo muy en el presente. 

Recibe nuestra Bienvenida a La Estrategia Del Caracol. Puedes dejarnos un comentario si quieres.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.