El último trabajo de Néstor López y Óscar Romero se ha estrenado en el Festival de Málaga y el Festival de Medina del Campo, en este último ha logrado el premio a Mejor Cortometraje Castilla y León y Mejor Fotografía para Pablo D. Solas.
¿Estamos cada vez más acostumbrados a la no palabra, a ser incapaces de hablar, para no herir, o para no querer reconocer la realidad? ¿Estamos ante una sociedad que cada vez se acomoda e impone la monotonía como norma de una relación?
Jaime (Manolo Solo) y Rocío (Belén López) son un matrimonio sin pasión, con una vida totalmente rutinaria. Se miran con recelo, con miedo a hablar, lo que sintieron ya no es parte de sus vidas. Una noche, al dormirse, en su cama fría, los sueños aparecen al unísono y en ese mundo imaginario logran hablarse, pero al despertarse la realidad está ahí, ¿sabrán enfrentarse a ella?
En la pantalla ambos directores nos dejan estas exposiciones tan cotidianas como dolorosas, el estancarse en una relación que no avanza y que sobrevive en el tiempo por la costumbre, pero sin ningún apego, ni confianza, ni relación en sí.
La primera escena nos lleva a la rutina, a un desapego total entre un matrimonio, y después, en esa ensoñación que nos dejan en pantalla, de los sueños de ambos protagonistas, nos muestran la añoranza versus la realidad, el miedo a perder una relación, pero la incapacidad de hablarse y decirse las verdades para que lo que les pasa no continúe.
Han sabido plasmar perfectamente lo que pasa en el momento presente con colores nítidos y sonidos y palabras secas que retumban en una habitación donde el eco es un habitante más. Por el contrario, en los sueños lo llenan de detalles de luminosidad mezclada con una atmósfera de nebulosa y misterio, dejando las palabras que jueguen al despiste, a saber si quieren o no continuar con el juego que tienen en vida. Incluso en los sueños el sonido del mar juega como símil del movimiento de la pareja, que va y viene, pero no acaba de quedarse quieto para conversar.
Anticlímax es un viaje en el tiempo para poner en verdad lo que debería ser, pero no es. Es una certeza dibujada por el paso del tiempo, la confianza y el desamor.
Una respuesta a «Anticlímax de Néstor López y Óscar Romero. El arte y desastre de sobrevivir»