Ya está disponible el último trabajo de Conchita, «La bola de nieve», diez canciones con su marca musical, con sus ganas de contar y cantar, y que hoy estará presentando en El Corte Inglés de Callao, Madrid. Su gira ya en marcha (podéis ver en redes).
Conchita es una mezcla de vitalidad, añoranza, dulzura, empatía y recuerdos. Aquí, en La bola de nieve, aboga por hablar alto y claro con respecto a los sentimientos en busca de la autoestima por medio de los recuerdos, ya sean buenos o malos. Hay unas estructuras de letras en historias de mujeres, o personas, que necesitan sobreponerse a las vicisitudes de la vida, de los amores perdidos o engañosos. Al mismo tiempo dibuja lo idílico del amor para enfrentarlo a la realidad.
Por las veces, canción que da comienzo al disco, es un canto a reponerse de las batallas, aunque puede que perdidas, de la vida, de los retos a superar. Pero si algo consigue la cantante es emocionarnos con sus letras, porque lleva las notas musicales a lo más bailable para dejar salir lo peor y dejar lo mejor en el ambiente, la positividad. Buen arranque, con sus toques característicos, pero impregnando algunos colores distintos.
Los primeros singles, de los que ya hablamos en su día, con sus respectivos videoclip fueron los siguientes, y ésto es lo que ya escribimos hace unos meses:
Lo que caracteriza a Conchita es realizar temas muy pegadizos, en letra y música, y cargados de mensajes. En sus dos nuevos singles Cualquiera menos yo y No soy yo, eres tú, realiza un ejercicio de valoración de lo que nos hace frenarnos en la vida para ser uno mismo y al mismo tiempo feliz, y en la mayoría de las ocasiones por quienes nos rodean.
En Cualquiera menos yo nos lleva por los recuerdos de una ruptura y al mismo tiempo por un reencuentro de autoestima, lo mismo que en No soy yo, eres tú que con seis personajes dibuja una sociedad que sobrecarga a las mujeres con la presión del día a día y no nos enseña a decir que no, por ello en la letra y videoclip nos muestra cómo romper el silencio a veces es sanador.
La playa de ayer es una de las canciones más diferente de todo el disco, y puede que con respecto a toda su trayectoria, con muchos colores musicales que viran hacia el soul y el blues, las guitarras llenan de sonido la canción y de la letra que es la que encierra el título del disco La bola de nieve.
Y así podemos seguir canción a canción, porque Conchita nos incita a participar con ella en su disco, ya que es imposible no ponerse a cantar sus letras, y a sumergirnos en sus historias tan sumamente reales, la artista canta a lo cotidiano, a la vida en sí. Cupido -último videoclip que está rodado como si desde una ventana o móvil viéramos a los protagonistas- bailable y positiva, seña de identidad de la cantante. Qué hubiera pasado, reflexiva y mucho más emocional y melódica, con grandes armonías vocales y múltiples riffs de guitarra de fondo.
Cocodrilo, todo un homenaje a su hijo, a la maternidad, extensiva a todas las mujeres trabajadoras. Con su hijo iniciando y terminando el tema. Sinceridad y complicidad desprende esta composición tan personal. Me pareció verte, pura nostalgia y un piano que impregna esa sensación en todo momento. Hablaste es una historia de complicidad y por momentos podemos pensar que de mera ilusión; si hubiera hecho un videoclip me lo imagino realizado en animación mezclado con la realidad.
Camino, que cierra el disco, merece una explicación mucho más extensa, aunque la cantante ya lo ha contado en redes. Conchita ha compuesto la banda sonora de la serie Emma, un trabajo cinematográfico que cuenta la historia de una bailarina que comienza a no controlar su cuerpo para su pasión, el baile, debido a la enfermedad que sufre, esclerosis múltiple. Camino comienza con el piano, instrumento que acompaña toda la canción, con una letra que emana sensibilidad y busca la aceptación de los obstáculos de la vida.
No nos dejemos engañar, la música que nos hace bailar, por momentos desenfadada y con ritmos pegadizos no está reñida con tener un gran fondo de veracidad mucho más allá de la música, si no en su mensaje. En ese aspecto nos encontramos con La bola de nieve, el último trabajo de Conchita, que aúna música y búsqueda de emociones por medio de sus letras con variedad de mensajes.