Hoy se ha inaugurado la XIV edición del (S8), Mostra Internacional de Cinema Periférico, y lo ha hecho con el archivo fílmico inédito de Iván Zulueta. El programa inaugural elegido ha sido Viaje al final de la noche que es una recopilación de grabaciones de fiestas con amigas y conocidos, encuentros desenfrenados y fiestas sin fin, que fueron rodadas por el que fue el gran referente del cine underground y experimental de nuestro país.
Materiales, los de Zulueta, rodados en 16 mm, 8 mm y Super 8 entre los años 30 y 80 del siglo pasado, todos ligados a la vida personal de Zulueta, a cada movimiento cultural de nuestro país durante la Transición y a la vanguardia cinematográfica. Estos trabajos han sido adquiridos por Filmoteca Española y estructurados en el ciclo A/Z: Zulueta inédito.
Mostra Internacional de Cinema Periférico no es una muestra de cine al uso, comprende obras de muchas épocas y con una diversidad de temáticas. Nada convencionales y en muchos casos de difícil acceso. 180 obras de 12 países diferentes tendrán cabida del 26 de mayo al 4 de junio. 10 días de cine de vanguardia.
Entre lo más actual nos encontramos con los últimos trabajos de Xacio Baño -Contra o Invierno-, Helena Girón y Samuel M. Delgado -Bloom- o las visitas de directores como el británico Anthony McCall, que traerá al (S8) su cine de “luz sólida”, o la canadiense Barbara Sternberg, vanguardista a nivel internacional. La sección Desbordamientos es otra de las partes a destacar con las performances del coreano Hangjun Lee y el canadiense John Price, otro de los destacados de la muestra es John Price con cortometrajes que van de 1996 a este 2023.
Un programa especial dedicado al director argentino Benjamín Ellenberger, con obras que datan del 2013 al 2020. Un cine particular, evocador, en blanco y negro, tirando del montaje como eje principal para crear obras cortas pero compactas, donde sus dotes de fotógrafo y montador salen a relucir. Si ahora nos centramos en lo visual, en lo rápido con las redes y los reels, el director ya en 2013 con Fragmentos de domingo creaba una ambientación de rotación de fotos, de juegos de luces con la semejanza de un caleidoscopio que juega con el espectador haciendo que éste vaya buscando los pequeños cambios en ese bucle que entra la imagen repetida, con secuencias parecidas, pero no iguales. Y mucho más lo hace en la serie de Reflejo Nocturno, donde la interactividad visual es muchísimo más actual, mucho más dinámica en sombras, en oscuridad y jugando con la cámara como si fuera un auténtico proyector cinematográfico. Un director que casi nos introduce y nos lleva a lo más clásico y sencillo, pero con gran técnica, y al propio cine mudo. Todo un homenaje a la imagen y al arte del montaje visual.
