Liuben es la ópera prima de Venci Kostov. El que fuera codirector del documental La Zaranda, teatro inestable (2020), se adentra en la ficción con tintes de realidad, en una historia intimista, donde una sociedad es reflejada por medio de la historia de un joven, Víctor, que se sigue descubriendo cuando vuelve a su país, Bulgaria, para despedir a su abuelo. Ahí surgirá una historia de amor entre Víctor y Liuben, en un entorno dónde nada es lo que parece.
La película se estrena este jueves 6 de julio, un drama entremezclado con el relato de una sociedad que quiere avanzar pero, sigue estancada, con denuncias a la discriminación y con un canto a la libertad individual y colectiva.
Agradecemos a Venci Kostov por respondernos unas preguntas para conocer un poco más sobre Liuben. Pasen, lean y vayan al cine a ver la cinta, una gran propuesta.
¿Cuál es el germen de LIUBEN?
Un viaje de regreso a mi país, en el que mi identidad se puso en jaque. Un sentimiento de no pertenecer a ningún extremo del continente, una tarea de integración de ambas culturas en mi ser. LIUBEN es una carta de amor a mi país, y como toda buena carta de amor… contiene un tirón de orejas.
Víctor es un protagonista impasible a primera vista, pero expresivo al mismo tiempo, ¿cómo ha sido dibujar este personaje y trabajar su forma en escena?
El personaje empezó a desfilar desde el guion, cuanto más me atrevía a mirar hacia mi propia sombra. La luz vino con la aparición de Bozhidar Asenov, actor-natural, que hizo carne las palabras de Liuben. Bozhidar regaló mucho de sí mismo al personaje, en el proceso de ensayos y durante la filmación. Él mismo es peluquero en su barrio y desea, igual que en la ficción, abrir su propia peluquería en el extranjero.
Dentro del guion hay un triángulo que nutre toda la película, la persona en sí de Víctor, la sociedad y las relaciones personales ¿Cómo has conjugado todo para unirlo, como un todo, como si fuera un engranaje?
Desde el silencio y un equilibrio de escucha entre mi propia relación con este triángulo y lo que el personaje pide, lejos de la imposición del autor. Ante Víctor se descubre el pasado, en el que él decide quedarse y mirar, para descubrir qué pinta él en todo ésto. Una relación de amor hace de guía, llevándolo de la mano por los vericuetos de su pasado, enseñándole con los ojos de amor, lo que forma parte de su ser para toda la vida.
Hay muchos más temas, la corrupción, la venta de bebes, la inmigración, las generaciones, el racismo, los prejuicios LGTBI… y lo vas incorporando poco a poco ¿Cómo ha sido esa construcción del guion sin que nada se quede fuera y esté todo conectado?
Forman parte de las distintas capas que conforman la piel del búlgaro. Asuntos pendientes para una sociedad que mira hacia el futuro, queriendo ser parte de Europa, pero que aún no ha aceptado de dónde viene. Un país que aún rechaza su pasado, sin integrarlo, no puede vivir su futuro.
No sé si alguna temática salió a posteriori en el rodaje, que no estuviera previamente en el guion.
Lo que emergió durante el rodaje fueron las peculiaridades y profundidades de los personajes, lo que los actores -las personas- regalaron a sus personajes desde la generosidad de la creación.
Las relaciones familiares y los silencios aquí son muy importantes, ¿por qué has querido remarcar tanto los silencios alrededor de Víctor?
En el silencio está todo. Si no, que se lo digan a John Cage, aunque él decía que no existe el silencio absoluto, es el vacío. El silencio que rodea Víctor, grita lo que él necesita oír. Es lo que le hace ver a su tío, con el que empatiza, pero sobre todo, lo que le hace conectar con el amor de su padre.
Hay un cierto toque de documental en la cinta retratando una sociedad búlgara con muchas aristas, ¿no sé si ha sido intencionado o es una percepción mía?
Cada pueblo enseña sus aristas cuando te paras ante ellas. Yo decidí ser testigo, con el ojo de la estética, de un acto muy íntimo: la catarsis de descubrir quién eres, cuando alguien te toca y se lleva parte de tu alma para toda la vida.
¿Qué dificultades te has encontrado para sacar adelante esta ópera prima?
Encontrar compañero de viaje en Bulgaria, coproductor búlgaro.
¿Cómo fue la elección de los actores?
Mediante un casting, a modo de laboratorio, donde trabajamos dinámicas, más que personajes. Liuben y el grupo de etnia gitana, apareció de la búsqueda de los guetos en Sofía.
¿Se ha estrenado en Bulgaria, y sobre todo en la zona de rodaje, la película?
Aún queda pendiente que se estrene ahí.
¿Próximos trabajos?
Seguir indagando en los personajes que no tienen raíces, pero miran hacia el cielo, sabiendo que pueden tocarlo.
¿Un sueño por cumplir?
Encontrarme, un poquito más, en cada trabajo, donde enseño parcialmente mi alma en prendas menores.
