El pop y la electrónica se fusionan con ‘Nuevos horizontes sonoros’ en la Sala Berlanga, con dos sesiones. El 18 de octubre Pau Corea y Sofía Comas, y el 19 de octubre Alejandro Pelayo y Alex Aller. Cuatro artistas con distintos matices que sobrevuelan el pop y la electrónica mucho más allá de la mirada convencional a la que estamos acostumbradas.
Hablamos con Sofía Comas, sobre el ciclo, la música y su carrera profesional.
¿Cómo nace tu pasión por la música?
La culpa es de mis padres, que desde bien pequeñita me hicieron partícipe de su devoción por la cultura. Pero inevitablemente les estoy tremendamente agradecida.
He leído que para ti la música es sanadora, ¿cuál es la razón?
Porque te llega a las entrañas sin necesidad de buscarle una justificación intelectual. Porque cuando nos emociona lo hace sin atender a la edad, posición social… Nos recuerda que somos tribu.
¿Qué significa para ti estar en Nuevos Horizontes Sonoros?
Me hace mucha ilusión rodearme de otros artistas cuyas propuestas considero enriquecedoras para la mía y, por otro lado, guardo muy buenos recuerdos de la sala Berlanga, ya que toqué allí con otro proyecto al comienzo de mi carrera en la música.
¿Qué nos vamos a encontrar en tu concierto de Nuevos Horizontes Sonoros en la Sala Berlanga?
Mis ganas tremendas de compartir “A un pájaro rojo” en formato dúo con Paula Vegas y los visuales de Enrique Piñuel. El escenario es espacio de celebración.
¿Qué importancia creéis que tiene este tipo de ciclos?
Me parece esencial e imprescindible a la hora de generar un entramado musical para la ciudad. Creo que instituciones como Fundación SGAE son fundamentales a la hora de potenciar eventos musicales alternativos a los que nos proporciona el circuito más comercial.
“A un pájaro rojo” tiene la mezcla de la electrónica y lo ancestral, ¿cómo ha sido esa fusión?
Mi idea era trabajar el concepto de retomar esa espiritualidad en la que necesitamos creer, buscar melodías que beban de lo popular, con algo más de sofisticación en las armonías (teniendo en cuenta que lo que hago es pop) pero sin olvidar que estamos en el siglo XXI con respecto a las producciones de las canciones.
¿Qué significa para ti insertar la poesía en tus canciones?
Contestaré con la frase de Raúl Zurita que me envió el otro día mi buen amigo poeta Gonzalo Escarpa: “El lenguaje es el conjuro que levantan los hombres para enfrentarse a la muerte.”
¿El repertorio es distinto para un festival que para una sala de conciertos?
En mi caso, distingo más entre espectáculo (que incluye puesta en escena, dramaturgia y danza) y concierto. Pero al fin y al cabo se trata de compartir y emocionarse haciéndolo, da igual el formato que sea.
¿Qué relevancia puede tener la estética y puesta en escena para ti para expresar tu música?
La estética es para mí una parte fundamental de la propuesta, como presento el mensaje y como eso me hace poder aprender de artistas de otras disciplinas que aporten su visión al proyecto.
¿Forma de componer?
Cambiar el punto de partida todo el rato. Y colaborar con otros artistas, invitarles a formar parte del proceso compositivo.
¿Desde qué sentimiento/emoción se compone mejor o se transmite más?
Desde todos, excepto la apatía. Me aterra ese estado.
¿Influencias?
Desde lo que he visto, leído o escuchado esta mañana hasta lo que no tengo ni idea que se ha metido dentro de mí. Creo en la intuición e inconsciente por encima de todo a la hora de crear, son más interesantes que lo que me aporta la razón.
¿Un sueño por cumplir?
¡Hay tantos! Así que lo importante para mí es no olvidar que la impaciencia es mala consejera y que al fin y al cabo la vida es para disfrutarla bien acompañada.