El 29 de octubre será el cierre de la cuarta edición del festival JAZZahara y será de la mano de The DixieLab en el Patio de la Palmera del Palacio de las Pilas, Zahara de los Atunes. La formación está compuesta por cinco artistas que despliegan su musicalidad y talento en diversos proyectos musicales como O Sister!, Très Bien! O Tamal Hot Band. Todos buscan unir la música y el baile en un repertorio cargado de improvisación, dinamismo y pasión musical.
¿Cómo nace The DixieLab?
The DixieLab nace como un laboratorio para explorar el estilo tanto en su repertorio como en su lenguaje a la hora de interpretarlo.
Todos los miembros tocamos el estilo desde hace años en diferentes formaciones de jazz tradicional y swing y decidimos poner en marcha este proyecto con el único objetivo de profundizar en las canciones y nuestra manera de desarrollar el estilo.
¿Qué significa para vosotros estar en JAZZahara?
En primer lugar, un reconocimiento como banda, de lo cual estamos agradecidos. Luego estamos muy satisfechos por el hecho de que el swing y el jazz tradicional se vayan considerando cada vez más y mejor como un estilo con entidad suficiente para estar presente en carteles como éste. Algo que ya sucede hace mucho tiempo en otras partes de Europa y Estados Unidos.
¿Qué nos vamos a encontrar en vuestro concierto de JAZZahara?
Pues mucho swing jajaja, muchas ganas de disfrutar de la música, el repertorio, el baile que provoca, y un grupo que disfruta mucho tocando juntxs en un escenario.
¿Qué importancia creéis que tiene este tipo de festivales para el jazz y para la música en general?
Un festival con el sello de jazz andaluz es una maravilla, es supernecesario poner en valor el arte en nuestra tierra, que hay a raudales, y en el ámbito del jazz no es de otra manera.
En Andalucía hay muchísimas propuestas vinculadas al jazz con un valor y una fuerza enormes, grandísimos y grandísimas artistas. Iniciativas así siempre son pocas.
¿Nos presentáis a la formación?
Paula Padilla a la voz y ukelele, Nacho Botonero a la trompeta, saxofón tenor y clarinete, Daniel González al contrabajo, Matías Comino a la guitarra y banjo, y Pablo Cabra a la batería y washboard.
Cada de uno de vosotros estáis en otros grupos, ¿cómo vivís y lográis combinaros todos a la hora de los conciertos?
Pues hacemos lo que podemos, con paciencia a la hora de ajustar los calendarios y, por qué no decirlo, con esfuerzo y compromiso.
No siempre cuadran las cosas y a veces hay que renunciar a algunas ofertas, pero en líneas generales nos vamos apañando con cierta planificación.
¿El repertorio es distinto para un festival que para una sala de conciertos?
Si claro, por suerte tenemos un repertorio muy amplio y vamos adaptando según nos parece el espacio o la ocasión. Para nosotrxs no es lo mismo tocar en un teatro, que en una sala de baile o en un club pequeño.
Aun así, hay un cuerpo del repertorio que siempre intentamos respetar, ya que define mucho el sonido de nuestro grupo.
Sesión matinal, en cierta forma familiar, ¿qué importancia le dais o ventajas veis con estos conciertos?
Si bien el jazz se suele considerar una música asociada a la noche, el jazz tradicional era una música popular, festiva y familiar, que tenía cabida en eventos de la comunidad en diferentes horarios y para todos los públicos, así que el hecho de interpretar esta música en horario diurno no es algo ajeno para bandas como la nuestra, nos permite tomar contacto con otro tipo de público igualmente dispuesto a disfrutar con estos sonidos añejos.
¿Qué relevancia puede tener la estética y puesta en escena vuestra en el escenario para plasmar vuestro estilo musical?
Mmmm es difícil de explicar. Cada grupo tiene su manera en este aspecto, a nosotrxs en esta formación nos gusta sentirnos cómodxs en cuanto a la estética. Llevamos mucho tiempo en contacto con esta música y esta cultura, nos impregnamos de ella y salimos al escenario.
¿Cómo elegís las canciones que tenéis en vuestro repertorio?
Pues un poco, como te hemos ido comentando, fruto de nuestro amor al estilo, vamos recopilando canciones que nos gustan. Intentamos huir de los standards más conocidos y presentar al oyente canciones maravillosas que han estado tantos años fuera del foco. Hay un montón de repertorio maravilloso por descubrir, es apasionante.
¿Forma de componer y adaptar?
De una manera muy natural y orgánica. Nos juntamos en el local de ensayo con las propuestas y comenzamos a trabajar sobre ellas, compartiendo ideas y experimentando con ellas.
¿Influencias?
Ufff!!! Muchísimas. Eso sí, en este grupo el papel de la mujer en el jazz y su puesta en valor es un pilar fundamental. Intentamos tratar de transmitir lo que es una realidad, las mujeres fueron pioneras en esta música. Y de tal idea y sus hechos nos inspiramos fundamentalmente.
¿Un sueño por cumplir?
¡Unos cuántos!, es bueno tener sueños y motivación por vivir nuevas experiencias, como banda, y voy a colar dos sueños en uno, quizás pudiera ser poder presentar un segundo trabajo discográfico en algún lugar emblemático del jazz internacional.
