A primeros de enero, Petit Mal sacó su nuevo disco, Como que nada ocurrió, y lo ha presentado el pasado día 19 de enero en Valencia. Este trabajo aúna diversos estilos como el folk, rock, pero sin olvidar el pop. Una mezcla que en esta ocasión tiene mucho más sonido folk que en anteriores trabajos. Una voz y sonido muy característicos en la voz de Suso Giménez, con quien hemos tenido una entrevista para conocer más al grupo, su evolución y Como que nada ocurrió. Pasen, lean, pero sobre todo escuchen el disco.
¿Cómo nace Petit Mal?
En 2003 grabamos la primera maqueta con el nombre de Petit Mal. Previamente, con la misma formación (Anna Benavent, Juan Luis Salmerón y yo) habíamos sacado un disco en 1999 bajo el nombre de Lo Horrible y lo Miserable. Después de estar unos años sin tocar, volvimos a juntarnos los tres, pero decidimos cambiar el nombre. El otro nos parecía demasiado comercial (es broma). Poco después grabamos el primer disco de Petit Mal: Finlandia (Discos Sféricos 2005).
¿Quién compone la banda, y cómo entra a formar parte cada uno de vosotros?
Con Juan Luis Salmerón (guitarra eléctrica, programaciones) llevo tocando desde que teníamos 15 años, en varias formaciones. Anna Sanz de Galdeano (coros, teclado, violín) se incorporó a la banda para la grabación de nuestro segundo disco, Andar Sobre Hielo Frágil (Discos Sféricos 2018), donde ya colaboró Xavo Giménez (banjo, guitarras, armónica). Xavo y Juanma García (bajo) pasaron a formar parte de la banda en 2019 para la preparación de Páramo (Discos Sféricos 2021). El último en incorporarse ha sido el baterista y percusionista Marc Miralles, con el que ya estuvimos preparando y grabando nuestro disco Como que Nada Ocurrió (Discos Sféricos, 2024).
Otros grandes músicos han pasado por Petit Mal: Anna Benavent, Nacho Nácher, Fernando Vela, Jordi Molina, Roberto Timón, Dani Cardona…
Otra persona fundamental es nuestro productor Paco Morillas. Hemos grabado los 3 últimos discos en su estudio El Árbol, tocó bajos del segundo y también ha metido varios instrumentos en algunas canciones de los dos últimos.
¿Qué significa en vuestras vidas la música?
Cada vez más. Ha sido fundamental en mi vida desde siempre, pero durante y después de la pandemia, he tomado conciencia de que hay urgencia por hacer cosas (canciones, discos, colaboraciones, conciertos…), porque todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y nuestro tiempo es finito.
Desde el 2005, ¿qué balance hacéis de todos estos años en los escenarios?
Bueno. Desde 2008, año en que sacamos un EP llamado Me Conoces Bien hasta 2015, prácticamente abandoné la música. Cierto desencanto por la escasa repercusión de nuestro trabajo y otras cosas de la vida me llevaron a tener las guitarras guardadas en un armario durante años. Solo hice algunas colaboraciones puntuales cuando Dani Cardona (productor y baterista en Finlandia) me invitaba a grabar o a cantar en directo algún que otro tema en la banda que tenía entonces, Desguace Café. Fue precisamente Dani el que consiguió que varias bandas y artistas de Valencia prepararan y grabaran versiones de Finlandia cuando se cumplían 10 años de su publicación. De todo esto salió un disco llamado Visiones Finlandesas. Esto, junto a los ánimos que me infundieron algunos amigos, músicos y periodistas musicales, como Jorge Obón, Ignacio Julià, Juan Vitoria y Javier Pérez, me hizo retomar mi carrera musical y convocar a la banda.
Nuevo trabajo, Como que nada ocurrió, ¿cómo ha sido la creación?
Quizá haya sido nuestro disco más trabajado. Como hace unos años que no vivo en Valencia y parte de la banda vive allí, reunirnos era más complicado. Afortunadamente, Juanma y yo vivimos muy cerca y, junto con Marc, nuestro nuevo baterista, hemos podido ensayar con cierta periodicidad y darle forma a los temas. Este verano fuimos al estudio de Paco y grabamos una maqueta. Esto ha hecho más fácil a Xavo, Anna y Juan Luis trabajar sobre ella y, cuando volvimos al estudio en octubre, tenían aportaciones maravillosas preparadas que han hecho las canciones mucho más grandes.
¿Qué queréis transmitir con este trabajo con respecto a los anteriores?
Podría decirse que, comparado con Páramo, es algo más vitalista. Muchas de las canciones giran en torno a la idea de que, aunque la vida nos haya dado algún golpe, el futuro sea incierto y las amenazas numerosas, será mejor no amargarse e intentar vivir con el mejor ánimo mientras podamos.
Muchos matices y colores en tus canciones, folk, rock, pop, incluso toques de música americana y en muchas ocasiones en una misma canción, ¿qué os aporta el tener tantos registros musicales?
Desde hace unos años, estoy escuchando mucha música folk americana. Esto ha influido en mis composiciones, cosa que le ha venido fenomenal a Xavo, que se ha encontrado cómodo para meter acertadísimos banjos y guitarras que han dado solidez a los temas con orientación más folk. Pero mi tendencia hacia el pop-rock sigue ahí, así como la de parte de la banda. Así que ha quedado un disco variado, pero yo diría que coherente.
Tenéis una canción, «Water or Snow», con Carolina Otero & The Someone Elses, canción en inglés que fue vuestro single de lanzamiento del disco, ¿cómo nace esta colaboración?
Roberto Timón grabó las baterías de varios temas de Páramo y estuvo tocando en la banda en los conciertos de presentación del disco. Yo estaba por aquel entonces dando vueltas a la idea de grabar una nueva versión de mi viejo tema “Water or Snow”. Como Roberto tocaba (y sigue tocando) en la banda de Carolina Otero y me encantaba su voz, le pedí que le propusiera grabar el tema. Ella aceptó y fuimos con Roberto y el resto de la banda a grabarlo al Estudio El Árbol. No puedo estar más contento con el resultado.
Puede que sea vuestro disco más sereno, buscando el equilibrio musical en letras, ¿ha sido vuestra intención buscar esta alineación de música y narrativa en vuestras canciones?
Sí. Yo diría que he prestado especial atención a las letras, y las he corregido y retocado más que en ningún disco de los anteriores, para que todo tuviera más sentido.
¿Qué trabas en el camino habéis encontrado para sacar este proyecto adelante?
Siempre supone un gran esfuerzo, en muchos sentidos, sacar un disco. Y también somos conscientes de que es muy difícil que nuestro trabajo llegue a mucha gente.
Afortunadamente, siempre hemos contado con el apoyo de Marisa Giménez, al frente de nuestro pequeño sello, Discos Sféricos.
Presentación del disco en Loco Club de Valencia el pasado día 19 de enero, ¿qué se encontró el público asistente?
La verdad es que disfrutamos mucho. La sala nos encanta y la gente que asistió nos dijo que sonó fenomenal, que les encantaban los nuevos temas y parecía realmente entusiasmada con el concierto que dimos. Sobre el escenario contamos con colaboraciones como la de Carolina y Roberto. Y también con el gran saxofonista José Muñoz, que había grabado en un par de los temas del disco y que en directo sonó aún mejor, si cabe. Una noche inolvidable.
Esperamos que algo así se repita en nuestros próximos conciertos:
9 de marzo en el Teatro Musical (Valencia)
15 de marzo en Sala Because (Castellón)
20 de abril en el CEX (Valencia)
¿Qué necesita Petit Mal para componer?
Yo compongo las canciones con guitarra y voz. Pero sin duda las aportaciones del resto de la banda son fundamentales y hacen crecer los temas.
Afortunadamente, en los últimos años he recuperado el entusiasmo por tocar, cantar y componer y las nuevas ideas han ido surgiendo a buen ritmo.
¿Qué es más complicado conseguir la forma o el fondo de una canción?
Cuando he conseguido que una canción tenga una buena “forma”, algo misterioso que no sé explicar, me lleva a escribir una letra que le da un “fondo” apropiado a mi entender. Luego solo falta pulirlo, y es eso precisamente lo que me suele costar más trabajo.
Vuestras canciones no son extensas en duración, textos muy directos, ¿sello de identidad?
Se podría decir que sí. Creo que en 3 minutos puede estar todo dicho.
¿Influencias?
Lou Reed, The Velvet Underground, Bob Dylan, Neil Young, David Bowie, Iggy Pop.
De mi generación: Sufjan Stevens, Iron & Wine, Dawn Landes.
¿Un sueño por cumplir?
Intentamos disfrutar de este momento bonito en el que estamos. El disco está teniendo muy buenas críticas y nos sentimos valorados por gente que admiramos. Seguir así sería genial. Cómo no, nos gustaría ir llegando a más y más gente a la que le pueda gustar nuestra música.