La edición del Festival Punto de Vista 2024, Festival Internacional de Cine Documental de Navarra, tendrá lugar del 11 al 16 de marzo. Hemos podido tener una charla con Manuel Asín, Director artístico del festival en su tercer año, de los cuatro que va a estar en el cargo.
Siempre se destacan en los festivales la película inaugural y la de cierre, pero también hay que decir que todo tiene un porqué, y Manuel Asín nos revela las razones de los dos títulos:
Era la oportunidad de estrenar en Navarra la última película de Oskar Alegría, Zinzindurrunkarratz, no sólo es un cineasta navarro muy destacado, sino que también tiene un vínculo muy especial con el festival, ya que fue director artístico hace unos años, y más allá de ésto la inauguración nos da la opción de dirigirnos a la comunidad local de una manera abierta y tiene una dimensión de celebración, el pistoletazo de salida. Las entradas están agotadas y habrá un segundo pase en euskera, que es la versión original. Ese pase sí que será una inauguración mundial con coloquio posterior. La sesión de clausura será otra fiesta por dos razones: por ser el cierre y entrega de premios y por ser una película musical y con un género que incita a ello, de caballos y guitarras, de Pedro G. Romero. Es otro director habitual en el festival y no sólo nos traerá un musical. Su película es un ensayo fílmico, especulativo como el antropoceno, la percepción animal, la relación de nuestra especie con otras especies vivas, como los animales: caballos, mulas o burros.
Admite que todas las cuestiones que tratan estas dos películas tienen algo muy central en el festival. De hecho este año han creado lo que llaman Itinerarios, que son más temáticos, siendo cortes transversales a lo largo de todas las secciones del festival a partir de una serie de temas que están en diferentes películas muy dispares y entienden que refleja la importancia de las temáticas que se tratan en este momento. El primero Primera persona, algo muy en auge en el cine más subjetivo, con una orientación familiar de autoexploración que mira hacia el yo del cineasta; es una tendencia muy fuerte en el documental contemporáneo, y a su vez está relacionado con temas de memoria y de historia, porque la primera persona puede ser del singular o del plural. Un segundo itinerario, Géneros, que tiene que ver con las divisiones en nuestra especie que crean situaciones de desigualdad y cómo se combate. Dentro de él hay muchas películas con perspectivas feministas, queer, pero también muchas otras formas de lucha. El tercero es Planeta Enfermo, y está totalmente relacionado con los dos títulos ya mencionados, y con la crisis medioambiental y climática y con todo lo que es la mirada a otras especies vivas, pero con perspectivas más amplias de nuestro planeta como conjunto, que ya va siendo importante en otras ediciones, pero en esta más, lo hemos hecho más explícito. Y cuarto, y último itinerario, Acércate a Punto de Vista, es una invitación muy abierta con seis hitos. Seis películas que definen muy bien el festival para personas que nunca se han acercado, para que nos vengan a ver. En realidad, los cuatro son una llamada a personas que no tienen por qué ser cinéfilos, pero que tienen interés en alguna de esas cuestiones y que son de alcance muy general, porque el documental está relacionado con la reflexión y el conocimiento, y son propuestas muy abiertas. Queremos ser un punto de encuentro para personas con inquietudes más allá del cine.
La sección Lan está creada, según Manuel Asín, para generar espacios de diálogo, de encuentros y de reflexión, y que no siempre están relacionadas con proyecciones, aunque suele ser lo más habitual, pero que también hay charlas, mesas redondas. Aquí nos recalca Termitas, al que llama foro, y que aúna una serie de trabajos de jóvenes cineastas bastante heterodoxos, donde afirma que se está cocinando el futuro del cine documental. Han elegido a directores locales y han dejado que tengan mucho espacio para proyectar y debatir tras su película, algo que creen de suma importancia.
Tres partes componen Focus, con retrospectiva y monográficos más convencionales. Su Friedrich, una directora americana veterana muy consagrada, y el contrapunto con un díptico del joven director Joël Akafou con un viaje del protagonista en ese viaje al querer salir de África, retratando las comunidades por las que pasa. La tercera parte es Cerca de los árboles, programada por Miriam Martín, siendo ya el tercer año que realiza un foco temático. Tiene que ver con el medioambiente y con una mirada más amplia que busca mirar más allá de nuestra especie, de nuestro planeta, incluso del mundo con otros planetas. Nos invita a mirar a los árboles y ver nuestra relación de siglos y milenios; el cine ha sido testigo de esa transformación y es testigo de la relación que tenemos con ellos. Según sus palabras, «Cada vez están más solos como seres vivos, cada vez formamos menos parte de una comunidad común que los incluya». Son cinco sesiones con los árboles como figura, no como fondo.
El festival en esta edición tiene cinco estrenos mundiales, aunque afirma que es algo primordial para ellos, y que suele ser algo que crea mucha rivalidad entre festivales e incluso cineastas. De lo que sí que son partidarios es de fijarse en trabajos que no tengan tanto renombre y no lleven carta de presentación, les gusta descubrir pequeñas joyas escondidas. Este año apuestan por la película de Julieta Seco, Corazón embalsamado, su primer trabajo en dirección. Es una película muy radical, visceral y muy frágil al mismo tiempo. También tienen Remembering Franco de Pedro Pinzolas, siendo un director veterano pero poco habitual en el género documental español. Tener la película de Mariano Llinás, Retrato de Mondongo, es un pequeño hito para nosotros, hemos estado pendientes de su proceso y hemos conseguido que esté en el festival y es todo un honor. Es uno de los cineastas del cine contemporáneo, él y El Pampero.
¿Qué te queda por hacer en el festival?
El proyecto que queríamos hacer ha ido tomando forma, en ese punto estamos contentos. Los focos que hemos ido desplegando han ido cubriendo una diversidad de enfoques a los que estamos muy apegados. Nuestra propuesta estos tres años ha tenido que ver con no encasillar el tipo de documental que Punto de Vista puede ofrecer, de lo ortodoxo a lo más experimental, y hemos querido mostrar tanto lo actual como lo clásico, pero sin rebajar nunca la calidad de las películas y sus valores cinematográficos. Con la edición que nos queda, pretendemos redondear el proyecto; ya tenemos ideas para otros focos.
