El próximo día 23 de abril, Día internacional del Libro, el guitarrista David Leiva saca su nuevo trabajo, que no es otro que 12 flores, siendo un conjunto de obras que traspasan los límites del arte convencional. Fusiona la literatura (libro), la música (disco) y la palabra (audiolibro). Ojos Verdes es una de las canciones que ha adaptado para el disco, y que tiene como compañeros de viaje al pianista de Jazz Flamenco, Chano Domínguez, además de su propia madre.
El guitarrista nos habla de 12 flores y de lo que es la música en su vida:
12 flores sale el 23 de abril, ¿qué nos vamos a encontrar en este trabajo?
En «12 Flores», mi objetivo era crear más que un disco. Quería ofrecer una experiencia que trascendiera los límites de lo convencional, fusionando la música y la literatura de una manera envolvente. Imagina «12 Flores» como un viaje a través de un mundo artístico diverso y dinámico, donde cada pieza es como un portal que te transporta a diferentes paisajes sonoros. La incorporación de la literatura en el proyecto añade una capa adicional de profundidad y significado. Cada capítulo del libro que acompaña a la novela está diseñado para complementar y enriquecer la experiencia auditiva, proporcionando un contexto narrativo que te sumerge aún más en el mundo de «12 Flores».
Ojos verdes ha sido tu último single, ¿por qué esta canción para el disco?
La decisión de incluir «Ojos Verdes» en «12 Flores» fue muy personal y significativa para mí. Tenía una grabación a capela de mi madre cantando esta copla, y su voz siempre me ha conmovido profundamente. Para mí, esta canción tiene un valor emocional especial y quería compartirlo con el mundo a través de este proyecto. Además, encajaba perfectamente dentro de la historia general del disco y la novela. «Ojos Verdes» no sólo es una pieza musical, sino que también juega un papel crucial en la narrativa de la historia que se desarrolla a lo largo del proyecto.
En ella están María Rosa Prados, Chano Domínguez y Carlos Cuenca, ¿cómo entran cada uno a formar parte de esta adaptación tuya?
Trabajar con el maestro Chano Domínguez ha sido una experiencia muy especial para mí. Desde que le propuse la colaboración, su respuesta fue positiva y estuvo totalmente comprometido con el proyecto. Su participación en la pieza junto a mi madre es algo de lo que estoy especialmente orgulloso en mi trayectoria musical. Su contribución, junto con la de Carlos Cuenca, el productor del disco, ha sido fundamental para dar vida a esta pieza. Espero que esta música resuene en los corazones de quienes la escuchen, transmitiendo la pasión y el amor por la música que compartimos en este proyecto.
Una colaboración especial la de tu madre, ¿qué significa para ti y como ha sido ese trabajo con ella?
Aunque mi madre falleció en 2019, su influencia en mi vida y en mi música sigue siendo profunda. Hubiera sido emocionante tener la oportunidad de trabajar con ella en «12 Flores». Afortunadamente, contaba con una grabación de ella cantando la pieza, y con la ayuda de Carlos Cuenca pudimos producirla, dando vida a este tema tan especial.
Más de 25 colaboraciones en 12 flores, ¿qué te aporta el trabajar en un disco con tantos compañeros de profesión?
En mi trayectoria, una de las cosas de las que me siento más orgulloso es haber conocido a muchos colegas de profesión. Sin embargo, lo que más valoro es la amistad que hemos forjado. Todas las colaboraciones en «12 Flores» surgieron de esa amistad, sin ningún interés más que compartir este viaje juntos. Fue un regalo enorme contar con ellos en el disco. Cada artista aportó su propio brillo y juntos creamos algo verdaderamente especial.
El disco tiene flamenco, electrónica, copla, jazz y música clásica. ¿Has querido quitar etiquetas y dejar la música como protagonista principal?
Después de dedicar 25 años al flamenco y haber trabajado en proyectos de flamenco tradicional y contemporáneo, siento que mi experiencia y madurez me han permitido pensar en la música de una manera más amplia. A pesar de que el flamenco ha sido una parte dominante en mi trayectoria, he llegado a un punto en el que ya no me limito a géneros musicales específicos. Más allá de etiquetas, me considero simplemente un músico, y esa mentalidad me ha llevado a desarrollar este disco. En lugar de enfocarme en estilos predefinidos, me dejé guiar por la música misma, explorando nuevas direcciones y fusionando diferentes influencias. Al final, lo importante es la música y cómo puede conectarse, independientemente de géneros musicales.
¿Qué quiere contar David Leiva en 12 flores y qué hay de ti en este disco?
En «12 Flores», cada pieza musical es una historia en sí misma, reflejando diferentes aspectos de mi vida y mis experiencias. Las primeras seis piezas están inspiradas en el amor que siento como padre hacia mis hijos, mientras que la segunda parte del disco explora el amor que siento como hijo hacia mis padres. Cada tema tiene su propia narrativa, desde el nacimiento de mi hija hasta su personalidad y los consejos que deseo transmitirle. Por ejemplo, el primer tema, «Aina», está lleno de melodías en tonalidad mayor que evocan recuerdos de su infancia, sin disonancias, como si esas melodías surgieran naturalmente al pensar en ella. La bulería que representa su nacimiento se fusiona con partes orquestales, mientras que, en la primera parte del fandango, acompaño a Anna Colom con acordes arpegiados, creando una atmósfera totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en este palo.
En la segunda parte del disco, me sumerjo en recuerdos de mi infancia ligados al ferrocarril, una parte importante de la historia familiar, dado que mi padre fue maquinista. Utilizo una variedad de recursos para recrear esta atmósfera, incluyendo sonidos de trenes y simulo con la guitarra los sonidos característicos del ferrocarril. Además, incorporo el canto de jilgueros y los sonidos del campo para añadir más capas de autenticidad a la experiencia auditiva.
Mezclas literatura, música y palabra, ¿cómo fusionar todo en este trabajo, y cómo ha sido su proceso?
La novela que acompaña al proyecto cuenta la historia de una caja que guarda un secreto: 12 flores de cristal, cada una con diferentes mensajes. Este tesoro, transmitido de abuelos a nietos, desencadena una trama llena de misterios y secretos. A medida que los personajes principales exploran la caja y sus contenidos, se topan con pistas enigmáticas y personajes intrigantes que los guían en la búsqueda de los secretos ocultos que alberga. Proveniente de Francia, esta caja misteriosa despierta la curiosidad de quienes se aventuran en su búsqueda, tejiendo un relato que invita a sumergirse en su mundo. Dentro de la novela, nos encontramos con pistas, como códigos en morse y secretos ocultos, que tanto los personajes como los lectores debemos descifrar. Estas pistas están conectadas con la música del disco, creando un juego entre la narrativa y la música. Una novedad en la novela es la inclusión de una guía de audición, que permite a los lectores explorar la música mientras avanzan en la historia. Esta combinación de elementos crea una experiencia interactiva y única para los lectores. Mezclar la música, la literatura y la palabra hablada en «12 Flores» fue como construir un puente entre diferentes mundos. Quería que todo fluyera naturalmente y se complementara entre sí, como si fueran piezas de un rompecabezas que encajan perfectamente.
¿De 12 flores que ha sido lo más complicado, el disco, el libro o el audiolibro?
La creación del audiolibro resultó ser la parte más sencilla del proceso, ya que se trata simplemente de narrar la novela. En el audiolibro, se incluyen partes musicales de otros trabajos, así como música creada específicamente para generar tensión y ambiente. La actriz Carme Canet ha prestado su voz para dar vida al audiolibro.
Este proyecto se gestó con calma y dedicación. La música se fue moldeando y cambiando constantemente a lo largo del proceso para asegurar que se alineara perfectamente con el proyecto en su conjunto. En cuanto a la novela, mi pasión por la escritura y mi actual trabajo en una tesis doctoral me inspiraron a aventurarme a escribir esta novela, fusionando elementos de realidad y ficción. Cada fase del proyecto tuvo sus propios desafíos, pero disfruté cada momento y me sumergí por completo en este proceso creativo… ha sido una experiencia preciosa que me permitió explorar diferentes facetas de mi creatividad y expresión artística.
¿Cómo será este trabajo en un escenario, diferente a otros?
La presentación en vivo de «12 Flores» tendrá lugar en el Festival Ciutat Flamenco. Estamos trabajando en la puesta en escena, la cual será una fusión entre música y teatro, integrando todos los elementos del proyecto de «12 Flores». Queremos crear un espectáculo impactante donde la música y la narrativa se entrelacen para ofrecer una experiencia inolvidable.
Muchas facetas en tu vida profesional, ¿cómo se conjugan todas y se retroalimentan entre sí?
Llevo muchos años dedicándome exclusivamente a la música, y mi labor docente, así como la elaboración de metodologías y transcripciones, me han otorgado cierto reconocimiento en este campo. Afortunadamente, disfruto impartiendo clases y estar con mis alumnos me llena de alegría y aprendizaje. Todo en mi vida profesional es compatible musicalmente, especialmente cuando hago lo que quiero. Ya sea como profesor en el Taller de Músics, director del Institut Flamenco de Barcelona o director artístico del Festival Ciutat Flamenco, cada faceta de mi carrera me brinda oportunidades de crecimiento y desarrollo. Cada experiencia, ya sea enseñando, dirigiendo o creando, contribuye a mi evolución como artista y como persona.
¿Un sueño por cumplir?
Todavía tengo muchos sueños por cumplir en el mundo artístico y en mi vida personal, pero uno de mis mayores sueños es ver «12 Flores» convertida en una serie. Muchas personas que han leído la novela la ven como una historia que podría adaptarse maravillosamente a la pantalla. Sería emocionante ver cómo cobran vida los personajes, las tramas y la música en un formato audiovisual, y estoy seguro de que podría llegar a un público aún más amplio a través de esta plataforma. Espero que este sueño se haga realidad algún día y que «12 Flores» pueda cautivar a una audiencia aún más grande en la pantalla.