Sara Rioja vuela en solitario desde 2022, tras casi dos décadas en la música. En estos momentos ha sacado dos singles, Sola y Sin ton ni son, de lo que será su próximo trabajo. El tercero, Saber vivir, saldrá el mismo día que comienza su gira en Tenerife, el 26 de abril.
Abrimos boca, antes de los conciertos, conociendo un poco más a Sara Rioja en su trayectoria profesional y en su nuevo trabajo, con esta entrevista:
¿Cómo nace la pasión por la música de Sara Rioja?
Nace desde que soy una niña: aprendí a cantar antes que a hablar, dicen por ahí…
Creo que para mí suponía una válvula de escape y una manera de expresarme en libertad, que quizás no encontraba en mi vida cotidiana. La música me ayudaba a evadirme, a conectar conmigo misma y entrar en un mundo de imaginación y creatividad sin límites.
Primer Ep en 2022 y en camino otro disco, ¿qué balance haces desde tu comienzo en el sector musical?
Llevo en ésto desde hace ya 20 años. ¡Madre mía!! Ja, ja, ja El EP del 2022 es el primer trabajo de esta nueva hornada bajo mi propio nombre de Sara Rioja, pero he tenido muchas bandas y anteriores trabajos editados ya con Awal, BMG y demás. Los anteriores en inglés, fundamentalmente.
Lo que este nuevo trabajo de Sara Rioja supone es escribir de nuevo en castellano, cosa que no hacía desde hacía más de una década y que me ha hecho reconectar precisamente con esa magia y mundo interno del que hablaba antes y con el que conectaba cuando empecé en ésto. Algo que con el tiempo, el trabajo profesional, escribiendo y cantando para otros a veces se puede perder. Se puede perder ligeramente la magia y el entusiasmo primigenio.
Tanto el Ep del 2022 como este nuevo disco suponen una reconexión conmigo misma de una manera íntima, auténtica y de respeto; de darme permiso y la autoridad de escribir diciendo lo que verdaderamente quiero, sin juicios, con el corazón abierto. Así como darme permiso a producir para mí misma. Algo que ya estaba haciendo, pero que no me daba a mí misma la autoridad de hacer para mí. ¡Hábitos que a veces uno tiene y que es sano romper! Sobre todo si con ello te das lo que necesitas y anhelas.
De este modo, el balance que hago desde mis comienzos hasta ahora es de absoluto crecimiento tanto a nivel vocal, compositivo como en la producción. He trabajado con grandes profesionales en los últimos años y grandes estudios como Abbey Road o Metropolis Studios, en Londres y eso me ha hecho aprender mucho de los grandes. En cualquier caso, ésto es un continuo aprendizaje, así que cada día sigo creciendo.
Cuando miro atrás a mis primeras canciones en la Sala Clamores con uno de mis primeros grupos, veo la intención y las ganas de contar las historias y los mensajes que hoy consigo trasmitir de forma clara y precisa. También veo las limitaciones que aquellos momentos me otorgaban por el mero hecho de la inexperiencia, aunque entonces ese entusiasmo estaba vivo, pero como digo con este último trabajo lo he recuperado.
Hoy me siento libre de poder expresar lo que quiero como quiero y con el sonido y voz que deseo. Es todo un camino y para ello he pasado por muchas fases y estilos musicales también. Mi hoy es muy diferente de aquel ayer.
Después de escuchar tus canciones hay algo que destaca y es la palabra independencia, en tus letras rebosa la libertad desde la mirada femenina, ¿es un momento vital tuyo o es algo que solo quieres transmitir?
Es interesante que observes eso y me alegra. Creo que son las dos cosas: un momento mío y algo que por esa razón quiero transmitir, desde la primera persona, desde la experiencia, de por fin sentirme libre de cadenas sociales, de relaciones tóxicas y sobre todo independiente.
En estos momentos estás sacando singles de lo que será tu próximo trabajo, ¿cómo se eligen cada uno de ellos?
Se eligen con cariño. Desde la óptica de lo que el disco transmitirá como conjunto (es un disco con un hilo narrativo) y ofreciéndole al oyente un pequeño pedazo de la diversidad de ese universo que este disco entraña. Así, el oyente puede tener una idea de lo que este disco va a ser. Le doy a probar un poquito de todo, digamos.
Sola, Sin ton ni son, y el próximo Saber vivir, ¿casualidad o causalidad? Los tres temas comienzan con S, como tu nombre
Casualidad en cuanto a que empiecen por S, ¡no lo había ni pensado… ja, ja, ja! Son singles que, como decía, resumen muy bien la variedad sónica, rítmica y semántica del disco.
¿Qué quiere transmitir con su música Sara Rioja?
Quiero recordarnos que nunca es tarde (como dice otro de mis temas) para hacer lo que uno quiere de verdad, que no hay que rendirse, que podemos ser felices, ya que depende de nosotros mismos, que hay que salir de los lugares que nos incomodan y expresar a los cuatro vientos lo que queremos para que así podamos llevarlo cabo, no dejarnos derribar por el que dirán, que somos dueños de nuestra propia vida; que la vulnerabilidad, abrir el corazón y ser sinceros nos permite conectar con otros y con nosotros mismos en mayor profundidad. ¡Pero sobre todo que hay que vivir con intensidad, como si no hubiera un mañana y por eso hacer lo que nos dé la gana, respetando a otros, pero también a uno mismo!
¿Cómo es tu forma de componer?
Varía mucho de momento a momento y de tema a tema.
En general suelo sentarme al piano o con la guitarra (depende el día o de la inspiración) y compongo de manera improvisada una armonía que me suscita algo. Depende de lo que ese día esté sintiendo, la verdad. Desde ahí, escucho lo que esa armonía me dice… A veces esa armonía viene directamente acompañada de una melodía que nace de ella e incluso con una o dos palabras claves, como sucedió con ‘Saber Vivir’. Es como si oyera esas palabras y su melodía dentro de esa armonía y desde ahí el resto de las letras, estructura y melodías se van encadenando. Hay canciones que llevan más tiempo que otras cerrarlas. No hay regla común, al menos en mí. Creo que ésto es muy personal.
En otras ocasiones la melodía aparece antes, caminando por la calle o en la playa y de ahí voy a piano y saco la armonía y la consecuente continuación melódica y letras.
En ocasiones quiero escribir sobre algo de ante mano y trabajo desde un tema una armonía, letra o melodía, pero la mayoría de las veces esos contenidos aparecen como por arte de magia. Aunque en realidad ya están premeditados, creo yo, ya que son parte de mis valores y mi yo actual. Por eso bullen de esa forma.
Ahora mismo ya tienes bastantes conciertos concertados, ¿qué encontrarán las personas que asistan?
Encontrarán un directo en el que cada canción será un capítulo o escena de una historia más grande. Encontrarán pura comunicación, que es lo que para mí es la esencia de la música. Un concierto lleno de pasión y mucho cariño lleno de vitalidad y fuerza.
¿Dentro de la música que es lo que te resulta más fácil y, por el contrario, lo más complicado?
Lo que me resulta más fácil es cantar, por eso supongo que es mi primer instrumento, digamos. Adoro comunicar con la voz como instrumento.
Lo más complicado la industria de la música en sí misma. Aunque la conozco desde diferentes ópticas y llevo en ella ya tiempo, me parece algo complicado como artista. Cuando creas y estás encima del escenario te abres en canal, eres muy vulnerable y a veces la industria se olvida de esa parte y puede ser atroz. Me parece complicado poder estar abierto de esa forma y tener la cabeza fría para poder estar ahí al pie de cañón, tomar ciertas decisiones y con los pies en la tierra sin caer. Es necesaria mucha tranquilidad y mantener a veces las distancias, creo yo.
¿Influencias?
Muy variadas: desde el trip hop, pasando por el jazz, funk, la música electrónica, hasta la canción de autor y el pop como el de Billie Eilish o música británica como la de Florence & the Machine.
¿Un sueño por cumplir?
Tocar en las Ventas con un cartel de ¨agotadas las localidades». Allí fui a ver mi primer concierto y quedé fascinada con la energía que se vivía como público. Ojalá algún día pudiera generar eso en la gente y estar encima de ese escenario.