Hay bandas que no se sabe muy bien el tiempo que llevan en activo, y The Soul Jacket es una de ellas. Aunque su primer disco data de 2012, realmente llevaban juntos desde 2004, un grupo de amigos, que llaman a amigos y van tocando la música que les gusta, así hasta llegar a 2012 y grabar Wood Mama. De ahí en adelante han sido 8 trabajos, entre LP y EP.
Seis son los componentes de The Soul Jacket, entre Vigo y Pontevedra: Jorge Mizer y Guillermo Gagliardi a las guitarras, Jann Zerega al bajo Fender, Xabier Vieitez a las teclas, Mauro Comesaña a la batería y Toño López a la voz principal. Estos son los actuales, aunque como nos cuenta Toño, otros compañeros han pasado por la banda, dejando huella en cada etapa, creciendo a medida que entraban personas nuevas con sus correspondientes aportaciones. Una banda que se ha nutrido de compartir su pasión por la música sin freno ninguno, de hacerlo todo ellos mismos, cada uno en su parcela correspondiente.
Durante casi diez años no tuvimos la intención de realizar nada serio, ensayábamos y hacíamos covers, con algún concierto, pero poco más. En ese tiempo muchas bandas ya se ponen en el panorama, nosotros lo tomamos con calma, también por los cambios en la formación, por ejemplo en los guitarristas. Sobre todo, con Jorge ya comenzamos a ensayar más en serio con la idea de grabar. Cuando entró Alberto Gregorio, grabamos Wood Mama. Con la onda que llevaban los temas, y la música que hacíamos, blues rock y música americana pensamos en quien podía entendernos y podía sacarnos un buen sonido, y sin tener, nosotros, mucha idea de cómo funcionaba un estudio pensamos en Hendrik Röver (Los Deltonos) y así como fue como arrancamos nuestra andadura de sacar discos.
Toño López
Y de ahí en adelante todo fue rodado, seis discos y dos Eps, casi, casi un trabajo por año. Con el primer disco sorprendimos a la gente, apareció una banda con un sonido muy americano y a la vez nosotros también nos sorprendimos del resultado. Cuando vimos todas las canciones unidas en un disco, la producción y que sonaban muy bien, ya pensamos que se estaba poniendo seria la cosa. Todo en The Soul Jacket ha sido muy dinámico, con cambios de formación, pero muy fluido hasta la estabilidad que tenemos ahora mismo. Pasamos a ser más en el grupo. Hay que destacar que cuando entro Jorge, sobre todo en los dos últimos discos, en la banda cogió la batuta de la creación musical, y la figura de Xavi y de Guille fue más como arreglistas. Al final somos un poco el conjunto, las composiciones de Jorge, pero ahí para que una canción sea notable es contar con los arreglos y los detalles de todos acaba cogiendo esa consistencia y esa marca de The Soul Jacket. Todos somos importantes en la banda, cada uno hemos cogido un roll, unos en las composiciones, otros en arreglos, otros en logística… porque todo es importante y cada uno tiene su papel.
En los tres últimos discos hemos tenido un trabajo muy importante en el local de ensayo
Nuestros directos no tienen nada que ver con los discos. En las grabaciones nos fijamos más en los arreglos, en la sonoridad, en el concepto, pero en el directo todo es mucho más creativo, las canciones son más vivas, y lo interesante es que una canción en el disco tiene unas partes, una duración y un desarrollo en directo cambia totalmente. Sonamos mucho más potentes, somos una apisonadora cuando nos ponemos un poco más duros, y hay otras dinámicas. Pero como nos dicen quienes nos han visto varias veces, nunca un concierto es igual, las canciones siempre cambian y les damos otro tipo de enfoque, y eso es lo que nos hace fuertes en directo. Es tener una materia e irla modelando, porque depende de cada persona, del estado anímico, de cómo interaccionas con tus compañeros de banda y con el público; a veces se crea una energía fuerte entre la gente y la banda, y es diferente en cada lugar, y hace que todo sea distinto y vital. Tenemos un toque psicodélico en directo, con una onda de improvisación americana, Alman Brothers Band, o un poco de jam band, las bases de las canciones están ahí, pero los desarrollos nos llevan a otros lugares.
Toño López
Las etiquetas musicales siempre están presentes en el sector, en cierta forma pueden ayudar a que el público se oriente un poco y al mismo tiempo es una forma de que los festivales marquen los artistas que están dentro de su cartel. No es algo imprescindible en la industria musical, pero sí que es verdad que es habitual. Toño nos cuenta que si tuvieran que decantarse por un género a calificar a la banda sería música Afroamericana: engloba todos los estilos de la música negra, como son el soul, el funk, el R&B; pero hay tantos matices que es imposible decir que hacemos solo eso, tenemos rock, también algunos toques de country y algo de psicodélica. Y sí, vamos dando bandazos estilísticos musicales porque no nos gusta encasillarnos, nos gusta la música, variar y disfrutar de ellos. Ponernos límites a nosotros mismos es algo que nos apetece y por ello no lo hacemos. Si por algo tenemos ese privilegio de ser dueños de nuestras propias creaciones es por eso, por poder hacer en cada momento lo que nos dé la gana, para bien o para mal. Muchas veces llevar una banda uno mismo es complicado, pero a la vez te permite crear tu propio camino, y para mí en un grupo es super importante, no depender ni de mercados, ni de lo que está sonando, haces música que te motiva y que te llena. Así es como llegas a la gente, siendo sincero con lo que haces.
Nuestra música le puede gustar a alguien que tenga tres mil vinilos o a alguien que escuche la radio simplemente, por ser una música sin artificios, directa y alegre y que le puede producir sensaciones a cualquier persona, melómana, o que simplemente disfruta escuchando música
Toño López
Admite que el espacio que más les gusta es tocar en salas, por aquello de estar cerca de la gente, de sentir su energía. A mi me gusta incluso que mis compañeros estén cerca, al ser en directo y una banda tan orgánica necesitamos estar en comunicación entre nosotros y que fluya la energía.
En estos momentos la formación está en standby, que no quiere decir parada, pero sí frenando la vorágine que han tenido de single, disco, single, disco y su correspondiente gira, crear portadas, distribución de los discos y así durante diez años, porque como nos comenta Toño: nosotros lo hacemos todo, y al final tienes que echar el freno, porque la música ha cambiado mucho y queremos pararnos a pensar, porque no tiene sentido sacar un disco por año. Acaba siendo una locura al hacerlo todo y porque, además, todo se olvida rápido en la sociedad que tenemos hoy en día. Hemos querido echar un poco el ancla, para hacer todo con un poco más de cabeza y medir nuestros pasos e intentar sacar un poco más de rendimiento sin que todo se queme rápidamente, tanto para nosotros como para el público.
En lo que queda del 2024 el único concierto que van a tener será en Blues Cazorla. Iban a estar en la edición pasada, pero no fue posible, así que tanto para ellos como para el propio festival era una asignatura pendiente que no podían dejar pasar. Es un festival al que hay que ir, aunque este año no tengamos actividad; es uno de los grandes festivales de blues de este país, y es algo que merece mucho la pena.
¿Una invitación al público? Si no nos has visto nunca no te vamos a dejar indiferente, aunque ya sé que es una frase un poco hecha, en este caso es de verdad, llevamos años dedicados a la banda y es todo una experiencia, y en Cazorla tenemos una motivación especial y pondremos toda la carne en el asador, y para quienes nos hayan visto ya lo saben, que nuestros directos nunca son iguales.
Si nos tuviera que decir un sueño por cumplir, sería el hacer una gira internacional, aunque sabe que es algo más que complicado. Así que aquí, en España, tendremos el privilegio de poder ver a The Soul Jacket en Blues Cazorla, en el único concierto que darán en lo que resta de año.