Es complicado partir de una historia real para centrarte mayormente en la parte personal de la misma y en lo que te transmite. Günter Schwaiger tiene esa gran habilidad de sacar lo más certero de la temática en sí y mostrar lo que él mismo siente y los que han vivido esa historia.
¿Quién teme al pueblo de Hitler? Es una forma de dar a conocer una historia que está detrás de Hitler, pero de su infancia y que, al mismo tiempo, está en él más presente, viendo como todos los años vividos por el austriaco pasaron y pasan factura a día de hoy.
De lo universal a lo personal, el director aborda el hecho de que el lugar de nacimiento de Hitler, Braunau, no ha sido nunca investigado. Cinco años antes de que el director austriaco se pusiera a investigar sobre el tema, la casa de nacimiento de Hitler fue expropiada por la República de Austria. La grabación del documental tuvo cinco años de duración, durante los cuales acompañó a quienes conocían de tiempo atrás parte de la historia, a quienes no sabían nada. Desde ahí, desde lo lejos y lo cercano, se adentró en todo tipo de reacciones a favor y en contra de lo que querían hacer con el edificio y al buscar dentro del mismo se vio inmerso en parte de su historia familiar con respecto al lugar y a la persona de Hitler.
Günter utiliza la música, la poesía y los símiles tanto en texto como en imagen en todo momento. Su nacimiento, el del director se produjo entre el pueblo natal de Hitler y de Mozart, ambos están presentes, la influencia de la música clásica en casi todo el metraje, y por supuesto el dictador austriaco/alemán está en todo momento palpable en el ambiente, y en lo que dejó de huella en la sociedad del lugar y al mismo tiempo universal.
El comienzo del documental es en un colegio donde los alumnos hablan sobre Hitler, sobre los culpables de su época, y cómo cada uno ve el pasado. La verdad que esas declaraciones son más que interesantes, como las nuevas generaciones ven los hechos y cada interpretación.
La casa natal de Hitler ha sido en sus días, residencias, colegio, ha tenido a una asociación con fines sociales para gente con discapacidad, quienes sí se preguntan el porqué de la masacre. Expropiado, en estos momentos es llevado por el Ministerio del Interior. Muchos que allí viven dicen que si la policía se hiciera cargo, Hitler estaría en contra. Durante el metraje se da voz a muchas personas que están a favor de seguir recordando lo que hizo Hitler, en tono positivo, y de hecho siguen acudiendo a esa casa como homenaje. En contrapunto hay otras declaraciones de los que sufrieron las consecuencias de todo lo sucedido.
Aunque el director se encontró con la negativa del Ministerio para poder acceder a la casa, finalmente si pudo entrar, con imágenes que nos llevan por una sensación de frialdad, de nada de humanidad en ese espacio que hace de simbolismo del pasado.
En imágenes fuera de lo que es el espacio, el director utiliza la niebla, las curvas o las arboledas, que junto con la música hace todo un ensamble de como se siente ante revivir el cómo se sentía de pequeño, ante conocer que sus padres vivieron en aquellos años entrando a la rueda de vivir en Austria bajo el régimen de Hitler pero sin llevar la contraria. Este documental ha hecho que conociera un poco más la historia y reconciliarse con sus orígenes.
Además, ha encontrado mucha documentación sobre cumpleaños del dictador, lo que quería hacer con su casa natal, y mucho más. Un documental que servirá para los venideros con una referencia de investigación desde la parte más humana, desde una visión que busca la neutralidad para que todo tenga su espacio y lugar y que luego el resto juzgue. Pero sobre todo, se pregunta la razón de por qué conservar un espacio pero no la memoria, la real, no la idealizada.
Hitler quería lo mismo que se iba a hacer ahora y lo corrobora un documento que se encuentra de un periódico, ¿qué será?
El final de la película es: Para Lea que tenía los ojos abiertos, para esa mujer de 100 años que declara durante el metraje todo lo sufrido durante esos años, ella y su familia, con una sinceridad y serenidad apabullante.