Abrir la última edición de Nocturama es todo un privilegio, y así lo declaran los responsables de ese hecho, Ruido Clavel, que será el próximo día 5 de diciembre, en Malandar Music Club.
Ruido Clavel está recién sacado del horno, como quien dice, un dúo: Helena Amado, voz y percusión, y Pedro Rojas Ogáyar, guitarras experimentales, bajo el comisariado de Pedro G. Romero, que nació hace un año. Su música juega con llevar la copla a distintas sonoridades, respetando las bases y mezclando un mundo imaginario de sonidos.
Helena Amado y Pedro Rojas Ogáyar, ¿cómo nace vuestra unión musical?
Helena: Parece que conectamos muy bien y muy rápido, hubo buena onda desde el principio. Pedro y yo nos conocimos en el festival Sierra de Sones de Torres (Jaén) en junio del 2023. Pedro es el director del festival y programó a O Sister! La banda sevillana de swing a la que pertenezco. Al final de la noche, cuando Pedro pudo relajarse, coincidimos y nos estuvimos contando en qué más proyectos estábamos inmersos… Salió a relucir el tema de la copla, género con el que empecé en 2016 en Madrid y estrené varios espectáculos. Lo siguiente ocurrió cuando le escribí para agradecerle por todo el buen hacer de su festival de Torres y le envié algunos enlaces donde aparecía cantando copla. Se sorprendió y le encantó, aunque yo no entendí su reacción porque considero que acabo de llegar a la copla y aún me queda mucho por aprender.
Pedro pensó de forma inmediata que existía un filón entre la copla y una guitarra eléctrica experimental que sacara al género de donde se encontraba. Yo también llevaba tiempo queriendo «desmontar» la copla, quizá para volverla a construir desde otro prisma. Así que se dio, conectamos, fluyó desde el primer día que nos vimos en el local de ensayo. Siempre he tenido la sensación de que nos teníamos que conocer justo en ese momento de nuestras vidas artísticas y que el proyecto ha llegado cuando tenía que llegar.
Tenéis a Pedro G. Romero como comisariado, ¿cómo nace este tándem?
Pedro: Esto venía de antes, nuestro encuentro nació en La Fuga Librerías, lugar donde ocurren muchas cosas estupendas y esta es una de ellas: allí pude conocer a Pedro y fue donde surgió todo.
Pedro ya andaba interesado en mi trabajo como guitarrista experimental y yo en su modo de acompañar los procesos artísticos, así que fue fácil la unión, nuestros mundos conectaban fácilmente. Pedro empezó a proponerme diferentes rumbos de trabajo, concretamos algunos proyectos, también en marcha, y en estas le conté lo de la copla y cómo andaba enfocando este proyecto con Helena. Sin más, le mandamos una grabación de nuestro primer ensayo, aceptó rápidamente la invitación y los tres asumimos que teníamos tela que cortar.
Copla y flamenco unidos y actualizados, ¿qué queréis aportar con vuestras actualizaciones al mundo de la música?
Helena: En un principio, la idea era empezar a montar un repertorio de coplas clásicas, teniendo como referencia a las copleras de principios del siglo pasado. Enseguida entró en juego Pedro G. Romero aportando ideas desde el flamenco y como la copla puede arrastrarse hacia su imaginario. Y es cuando hemos empezado a hacer buenas conexiones uniendo la copla con idas y venidas hacia el flamenco que consideramos se funden de modo natural.
Pedro: Aquí debería hablar Pedro que es el que ve en la mezcla de estos mundos el estado natural de los mismos, pero si yo tuviera que valorar una primera aportación al género sería simplemente removerlo, oxigenarlo y andar muy expectante a cualquier cambio que estos primeros meneos le pueden proporcionar para estar a la altura de sus posibles resignificaciones.
Vuestra forma de adaptar, de cantar, proyecta unas tonalidades que desprenden un gran respeto por los estilos, ¿cómo es vuestra forma de adaptar las canciones?
Helena: Es importante mencionar ese respeto, porque aunque para algunos oyentes más puristas no diera esa sensación al escucharnos, este proyecto nace precisamente del respeto que le tenemos a este género tan nuestro y que, a nuestra manera, queremos hacer llegar a un público más amplio y que la copla se mantenga viva.
Pedro: Es una forma sencilla la que hemos conseguido para crear nuestras versiones de la copla: la escuchamos con admiración en su pasado y la respiramos fuerte en el presente.
Lleváis distintos géneros a otros que parecen dispares, de la copla y el flamenco, al swing, jazz… ¿Cómo es ese ejercicio de entrelazar estilos o géneros?
Helena: Tanto Pedro como yo tenemos formación clásica, pero, como seres inquietos que parece que somos, cada uno ha sentido la necesidad de romper con ese hermetismo que en muchas ocasiones se experimenta en un conservatorio. De ahí surge la necesidad de abrazar otros estilos. Con el paso del tiempo se da una cuenta de la importancia de ese bagaje musical y la libertad que da conocer y haber practicado otros estilos musicales. Queremos pensar en que no ensayamos, sino que jugamos a crear y componer, sin presión, solo dejarse llevar, sin críticas ni censuras.
Somos muy de las etiquetas musicales y de marcar estilos en los artistas. ¿Queréis con vuestra música romper las barreras de los estilos?
Helena: ¿Para qué hay que romper nada? Estamos creando, aunque sí venimos huyendo de lo hermético. No queremos etiquetas de momento.
Pedro: Por mi parte, ando rompiendo cosas desde que empecé en esto, ya nada me coge de sorpresa.
El 5 de diciembre estaréis en Nocturama, ¿qué significa para vosotros?
Helena: El hecho de que nos hayan programado con la corta trayectoria que lleva Ruido Clavel (éste es nuestro tercer concierto) es un subidón, a lo mejor quiere decir que nuestra propuesta gusta y llega al público. Estamos encantados no solo de poder participar en este festival tan importante en Sevilla, sino también de abrir el cartel y poder decir con orgullo que actuamos en su última edición tras 20 añazos de trayectoria. Porque lamentablemente, es su última edición.
Así que… ¡Gracias, gracias!
Pedro: Para mí es todo un honor, el público de Nocturama me parece que tiene un buen gusto exquisito que ha creado su fantástica organización año tras año. Me parece un halago y todo un regalo de la vida el que podamos abrir la última edición.
¿Qué va a ocurrir ese día en el escenario?
Helena: Queremos disfrutar y hacer disfrutar al público. Soltarnos los moños y desmelenarnos. Vamos a darnos calorcito.
Pedro: Van a suceder ruidosos claveles sobre el escenario de la Sala Malandar.
¿Sois más de improvisación en un escenario o de seguir al pie de la letra lo que hayáis preparado para un concierto?
Helena: Digamos que no nos da miedo lo que pase sobre el escenario. Mientras exista la comunicación y el diálogo musical, nos gusta jugarlo. Estamos abiertos a la improvisación hasta cierto punto.
Puede depender también de la respuesta del público. La energía que haya en la sala, todo eso ayuda a relajar los esfínteres y dejarse llevar. Nunca se sabe…
¿Veremos en breve un disco vuestro?
Helena: Hace unos meses nos lanzamos a la piscina y grabamos unas cuantas coplas en Sputnik con el productor Jordi Gil en Sevilla.
Es un material que necesitábamos tener, pero por supuesto es revisable y mejorable. Aun así, aunque todo estaba muy fresco, quisimos tener la experiencia de meternos en el estudio.
Cuando consideremos que es el momento de grabar, nos volveremos a meter de cabeza en el proceso de grabación.
Pedro: EP is coming, saldrá muy prontito y anda en buenas manos. Paciencia y a disfrutarnos en directo de momento, aunque el primer disco también está en mente ya de una forma inevitable. Que pase el tiempo con muchas oportunidades que nos dejen madurar todo lo que la maquinaria tiene en mente.
¿Un sueño por cumplir?
Helena: Ruido Clavel está naciendo aún, a ver qué nos depara nuestro trabajo y dedicación.
Pedro y yo nos estamos conociendo musical y personalmente. Hay una energía muy bonita y nos estamos enamorando de lo que hacemos. Queremos soñar, pero con los pies en el suelo. Ya se verá en qué queda todo esto.