Fotografía: Sergi F. Moure
Albert Freixas ya tiene su último trabajo, Chroma, que ha realizado en diferentes etapas, las canciones estaban antes del confinamiento, y el mismo le dio el tiempo suficiente para acabarlas y redondearlas. Todo ha sido realizado con la tranquilidad, el dice que ha sido un proceso artesanal, y desde luego llega y trasmite cuando escuchas sus letras pegadizas tanto en ritmo como en letra.
Este disco, el tercero para Albert Freixas, dice ser más atrevido y más dinámico. Han pasado diez años desde su primer lanzamiento en solitario, y asegura que arriesga mucho más a nivel estilístico, se ha atrevido a grabar canciones íntegramente él. Han sido una serie de retos que hacía tiempo que quería afrontar y por suerte se han conseguido. Desde luego aquí en Chroma la mezcla de sonidos y de géneros, como pueden ser jamaicanos o jazz, entre otros, se nota mucho. Cada canción se podría encajar en un estilo, pero como bien comenta Albert en la charla, ha compuesto canciones que tienen más de un estilo y los ha utilizado como puente para unir unas con otras.
Hace tres años sacó Oopalama, mucho tiempo después del primero casi siete años, pero ahora mismo quiere marcar otro ritmo de composición y de lanzamientos, porque de esta manera podrá mantener frescas todas las ideas que le van viniendo. Quiero sacar un disco cada dos años, para mantener un flujo de trabajo constante que también ayude a nivel creativo y artístico.
Su manera de componer habitual es desde la música con piano o guitarra, con una música y una melodía vocal y reconoce que no es habitual que la letra le venga de golpe, le va viniendo con estrofas y en esa parte admite que tiene que echar más tiempo, más trabajo, pero se nota qué con el tiempo, eso se ha ido puliendo y sus letras se disfrutan por ser más completas.
Albert Freixas compone en diferentes idiomas, y no es algo que le resulte complicado, porque para él la música es un lenguaje universal, y en su trayectoria ha ido variando. Le gusta cambiar porque cree que las tonalidades de los idiomas les dan más colores a las letras, y cuánto más ingredientes mejor, y que todo sea más rico y así poder sorprender. Es una de sus características, esos cambios, esas variaciones que hacen que no se encasille en su disco anterior, incluso en el propio disco, todo tiene muchas variantes.
Lo tiene claro, el cien por cien de los ingredientes de sus letras provienen de lo personal, de lo vivido: es la vida de uno, de tu entorno, de quién te rodea es una fuente de inspiración, mis primeros dos discos son autobiográficos, pero ahora quiero abrirme un poco más y componer de una manera más universal, y estoy en ese ejercicio, aunque es verdad que cuando es algo tuyo se nota la sinceridad a la hora de cantar.
Antes de cantar en solitario Albert Freixas ha pasado por muchas bandas y muchos estudios, sabe que todo eso le ha servido para ser mucho más sólido y más creíble hoy en día. Estar con otros compañeros es un aprendizaje brutal y estoy super agradecido a todas esas bandas y músicos con los que he trabajado, porque me han dado muchas tablas y con el tiempo la experiencia es un grado.
Si miramos las portadas de todos sus discos nos pueden trasladar a lo visual, y Albert cree que así es, además de ser metafóricas: tiene una conexión con mi música, porque intento que te lleve por un viaje, y si hay suerte incluso que nos cambie. La primera era muy abstracta, como si fuera algo de sorpresa, el segunda era una puesta de sol que plasmaba la vida de mi abuela que se apagaba y la contraportada eran las letras de las canciones de mi hijo, de una vida que empezaba, eran las dos vidas, y en esta tercera, está una niña en un columpio en blanco y negro, reivindicando esa infancia olvidada que nos pasa a tod@s, que de adultos olvidamos esa parte de niñ@s tan importante, y la hierba es ese verde del chroma que se utiliza en el cine para efectos especiales. Es la metáfora de recuperar la ilusión y dejar un poco de lado esas distracciones y esas vidas virtuales que tanto nos distraen hoy en día.
Albert Freixas
Aunque sabe que las etiquetas se utilizan a nivel musical y en estilos no es partidario de ellas, piensa que al final puede acabar condicionándote, y cree necesario tener que escuchar con las orejas de un bebé, sin prejuicios y sin expectativas.
Una de las grandes ilusiones que le ha dado Chroma es su lanzamiento en vinilo, admite que, al ser un romántico musical en esa faceta, y que este sea su primer trabajo en formato vinilo hace que el lanzamiento sea más especial, porque piensa que nunca se ha perdido y que le va a dar algo extra a sus canciones: que suenen como un abrazo, con calidez y que puede ser hasta balsámico Espero que recuperemos el bonito ritual de ponernos un disco de principio a fin y realizar un viaje porque ahora todo es muy rápido y no disfrutamos de las canciones, y se merecen mucho más que eso.
Chroma tiene 11 canciones que nos extrapolarán a distintas épocas y a ninguna, con la virtud de lo atemporal acompañadas por la cálida voz de Albert Freixas y con la diversidad del sonido, y siendo consciente que este disco parece estar preparado para un directo, que espera poder presentar en breve.